Tras responder en un anterior artículo (https://antimilitaristas.org/Las-cl…) a la introducción del documento del Ministerio de Defensa «Las claves del porqué», nos disponemos a adentrarnos en sus doce cuestiones, comenzando por la que es su número uno: «Las inversiones en defensa van en detrimento de las correspondientes a sanidad y educación», cuyo texto completo copiamos más abajo.

Tras una lectura detenida del enunciado comprobamos que los argumentos que esgrimen las personas redactoras del Ministerio de Defensa son los siguientes:

a/ Se asegura de forma demagógica que el gasto militar es cuatro veces superior al gasto en sanidad, seis veces superior al de educación y diez veces al de ayudas a la dependencia, considerando únicamente los Presupuestos Generales del Estado, sin tener en cuenta que, a diferencia de la de Defensa, el resto de partidas están transferidas a las comunidades autónomas.

Respuesta: Lo cierto es que cuando el movimiento antimilitarista realiza un análisis del gasto militar en los Presupuestos Generales del Estado, deja perfectamente claro que se está refiriendo a los PGE y no a otra cosa. Tal afirmación puede comprobarse, por ejemplo, en este estudio del gasto militar español de 2023, en el que se compara específicamente el gasto militar con lo presupuestado para los ministerios diferentes a Defensa del gobierno central. En todo caso, esta precisión es una cuestión menor, puesto que, de no alcanzar el gasto militar la escandalosa cifra que alcanza, habría muchos más fondos para las partidas sociales necesarias, esté su administración transferida o no transferida a las comunidades autónomas.

b/ Si se tienen en cuenta los recursos fiscales transferidos a las comunidades autónomas, la realidad es que el gasto en educación es el doble del de defensa, y el de sanidad cuatro veces, etc.

Respuesta: En realidad, para poder establecer cabalmente comparativas de este tenor, primero conviene aclarar cuál es la realidad exacta de gasto militar del Estado Español. En esta cuestión el Ministerio de Defensa sí es notoriamente demagógico y falaz, ya que el movimiento antimilitarista lleva muchos años demostrando fehacientemente que la cifra que el Gobierno proporciona cada ejercicio como gasto militar está muy alejada de la real, estando la mayor parte del presupuesto repartido encubiertamente entre la mayoría de ministerios del Estado. Puede comprobarse en este enlace la diferencia en 2023 entre los 13.000 millones que declara el Gobierno como presupuesto del Ministerio de Defensa y los más de 48.000 de gasto militar real. Y, ojo, que hablamos de gasto militar estricto, sin incluir presupuesto para control social o securitario (policías y cárceles). Sin olvidar que el gasto presupuestado sufre una enorme variación a lo largo del ejercicio a base de aprobaciones extraordinarias de los Consejos de Ministros. Solo entre enero y agosto de este año 2023 se han aprobado más de 16.000 millones extras, lo que supone, nada más que en la mitad del ejercicio, un incremento del 123% con respecto a lo que el PGE consigna para el ejercicio anual completo del Ministerio de Defensa.
Estando así las cosas y, por no hacer demasiado farragosa esta exposición, aplicando simples reglas de tres, comprobamos que el gasto militar real, sin ni siquiera contabilizar esos grandes incrementos extras que se producen durante el año, es aproximadamente cuatro veces mayor al declarado. Por lo tanto, caen como azucarillo disuelto en agua esas comparativas del argumentario militar. Incluso tomando como referencia los gastos del erario público derivados a comunidades autónomas, el presupuesto militar español dobla el educativo e iguala, si no supera, el sanitario -realidad ésta última a todas luces escandalosa e indeseable; en España se gasta igual o más en las capacidades para matar que en la propia vida-.

c/ El gasto militar español es de apenas un 1% del PIB, estando a la cola de lo que invierten en «seguridad» militar los países OTAN, y siendo importante su rápido incremento para poder cumplir con nuestro compromiso con la alianza de elevarlo a, al menos, un 2% en 2024.

Respuesta: Cabe interpretar que, tal como hace el Estado Español con su presupuesto militar, el resto de países OTAN no dejarán de hacer artificios contables para camuflarlo en unas y otras partidas no declaradamente vinculadas a lo militar. Por ello se hace difícil, si no imposible, averiguar el verdadero puesto del Estado Español en el ranking de los países occidentales que más invierten en militarismo y política bélica. Dicho esto, no podemos dejar de remitirnos a lo dicho en el apartado anterior. Si el verdadero gasto militar español es, como lo es, cuatro veces superior a lo declarado, entonces no supone un 1% del PIB español, sino un 4%. Así de sencillo. Es decir, España duplica ya de facto esa cifra que exije la OTAN a sus miembros. Por otra parte no podemos dejar de preguntarnos acerca de los porqués de ese plegarse a tal exigencia que instancias extranjeras imponen a un país soberano, vulnerando su independencia y que suponen, nada menos, detraer importantísimos recursos socialmente necesarios para dedicarlos a más que dudosas inversiones de geopolítica bélica entre potencias.

d/ En todo caso, no podrá haber disfrute de beneficios sociales sin «seguridad» o, como se decía en la introducción, la mantequilla necesita cañones que la defiendan del posible expolio.

Respuesta: Como reconoce el propio argumentario militar, esta idea ya se expuso en la introducción del documento y, por tanto, ya fue contestada en nuestra primera entrega de respuestas . No obstante, cabe añadir que resulta más que inquietante que se siga incrementando la cantidad de recursos que se emplean en satisfacer la capacidad militar de conjurar riesgos como los de una posible acción bélica hostil de un país vecino que, hoy por hoy, existen en un plano irreal, que frisa la entelequia, al tiempo que se despoja a la sociedad de medios para satisfacer urgencias como -se nos ocurren multitud de ejemplos- incrementar las pensiones mínimas, el salario mínimo, el Ingreso Mínimo Vital, reducir listas de espera en la sanidad, mejorar el ratio temporal de los y las doctoras de cabecera, construir hospitales, centros de salud y de educación, extender la cobertura sanitaria a especialidades como odontología, podología, generar nuevas infraestructuras… o, también por ejemplo, invertir en políticas internacionales de justicia social que hagan innecesaria la inmigración al haberse extinguido sus razones de ser. Estamos convencidas de que esta es la mejor manera de conjurar amenazas tanto internas como externas y, por tanto, de conseguir «seguridad».

---

CUESTIÓN N.º 1. Las inversiones en defensa van en detrimento de las correspondientes a sanidad y educación

Suelen ser recurrentes ciertos comentarios que, en tono crítico, aparecen en algunos medios y en redes sociales en el sentido de que, por ejemplo, el gasto militar en España es cuatro veces mayor que el gasto en Sanidad y seis veces más que el gasto en Educación y diez veces más que el gasto en Ayudas a la Dependencia.
A la luz de los Presupuestos Generales del Estado tal afirmación pudiera parecer cierta en el sentido de que el gobierno central dedica más recursos financieros a Defensa que a otros campos de inversión social. No obstante no puede obviarse que estos tres capítulos sociales, Sanidad, Educación y Ayudas a Dependencia, están transferidas a las Comunidades Autónomas, mientras que todo lo relativo a Defensa es competencia exclusiva del Estado. A partir de dicha transferencia de competencias y habida cuenta de los recursos fiscales atribuidos a las CC.AA, resulta que, en términos globales, el gasto en Educación es dos veces y medio mayor que el de Defensa y el gasto sanitario cuatro veces superior; algo similar ocurre con las Ayudas a la Dependencia.
La realidad es que el gasto militar en España en valores de 2021 representó un 1,01% del PIB, figurando en los últimos puestos comparativamente hablando respecto de los socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En la cumbre aliada celebrada en Madrid entre el 28 y el 30 de junio de 2022 España se comprometió a ir aumentando ese gasto hasta llegar al 2% del PIB para 2024, por lo que el esfuerzo pendiente de realizar en esta partida es aún enorme.
No obstante lo anterior, es importante señalar que -como se indica en las consideraciones iniciales- la seguridad es precursora del desarrollo de una nación y en consecuencia, ninguna de las prestaciones sociales propias de un estado de derecho moderno en una nación desarrollada, serán posibles si no se cuenta con una seguridad efectiva que garantice estos beneficios.

---

Ver también:

0- Las claves de la apuesta por un mundo sin ejércitos. Respuesta al prólogo del argumentario militar:
https://antimilitaristas.org/Las-cl…

Cuestión nº 2. La inversión para la adquisición de los nuevos vehículos blindados 8×8 detrae recursos para gasto social:
https://antimilitaristas.org/Cuesti…

Cuestión nº3. Los gastos en armamento y sistemas de defensa en España son inútiles, pues no se emplean en guerras y llegan a ser obsoletos sin haber sido utilizados realmente:
https://antimilitaristas.org/Cuesti…

Cuestión nº4. El gasto militar en España es un gasto absurdo si se forma parte de alguna organización defensiva supranacional:
https://antimilitaristas.org/Cuesti…

Cuestión nº5. Con el importe de un carro de combate Leopardo podrían adquirirse 440 respiradores:
https://www.antimilitaristas.org/Cu…

Cuestión nº6. El ejército no puede vencer pandemias ni evitar catástrofes:
https://antimilitaristas.org/Cuesti…

Cuestión nº7. España no tiene ninguna amenaza directa que la ponga en riesgo de un conflicto que haga necesario tener unas Fuerzas Armadas:
https://antimilitaristas.org/Cuesti…

Cuestión nº 8. Los ejercicios, maniobras y actividades de instrucción militar causan agresiones al medioambiente, contaminan y dañan la flora y la fauna en los campos de tiro y maniobras y zonas de instrucción:
https://www.antimilitaristas.org/Cu…

Cuestión nº 9. El ejército no debiera tener presencia en espacios educativos o de ocio infantil con la excusa de que es una profesión más:
https://antimilitaristas.org/Cuesti…

Cuestión nº 10. El ejército no puede participar en procesiones y otras manifestaciones de carácter religioso:
https://antimilitaristas.org/Cuesti…

Cuestión nº 11. El ejército no es una institución democrática y, por ello, no tiene cabida en una sociedad libre y democrática:
https://antimilitaristas.org/Cuesti…

Cuestión nº 12 (última). La participación militar en la resolución de conflictos, lejos de solucionar el conflicto, genera nuevos problemas: muertos, refugiados, violaciones, etc.: https://antimilitaristas.org/Cuesti…

— –

Hemeroteca de Insumissia: Mentiras para justificar el ejército español (del 1 al 10):
https://antimilitaristas.org/Mentir…