Fuente: https://www.telesurtv.net/bloggers/Reeleccion-de-Bukele-20240202-0002.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_campaign=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_content=33 Adalberto Santana 2 febrero 2024
La segura fórmula ganadora de los candidatos a la presidencia y vicepresidencia en la República de El Salvador, la conforman Nayib Armando Bukele Ortez y Félix Ulloa respectivamente. Estos son los candidatos que postula el partido Nuevas Ideas para un segundo periodo presidencial y su triunfo será seguramente la ratificación del voto popular que podría ser mayor a un 80 por ciento del electoral salvadoreño. De ser el caso será una reconfirmación de sus mandatos.
El primer triunfo electoral de Bukele y Ulloa fue 3 de febrero de 2019. Así ocuparon la primera magistratura salvadoreña el 1 de junio de 2019. El antecesor del presidente salvadoreño fue Salvador Sánchez Cerén, el segundo candidato que fue postulado por el Frente Farabundo para la Liberación Nacional (FMLN). El primer mandatario que ganó la presidencia de esa organización de la izquierda salvadoreña fue Mauricio Funes. Ahora ambos exmandatarios viven en el exilio nicaragüense.
En el desarrollo político de Nayib Bukele, destacó su participación como alcalde de Nuevo Cuscatlán que se inició mayo de 2012. Logrando alcanzar una mejora para sus habitantes durante su gestión, a su vez impulsó beneficios sociales y económicos que le abrieron la posibilidad de competir por la alcaldía de la capital del país: San Salvador como candidato por el FMLN. Un lema político que le dio credibilidad a su imagen fue “el dinero alcanza cuando nadie roba”. Con ello acumuló una mayor credibilidad para postularse como alcalde de la capital del país centroamericano. Ganando la alcaldía de San Salvador en 2015 con más de 89 mil votos. Al materializar de nueva cuenta una buena administración económica, social y cultural en la capital del país, le sirvió junto con su experiencia empresarial (que comenzó desde los 18 años en las empresas familiares), para revitalizar su proyecto político. Especialmente destacó la regeneración del centro histórico entre otras obras para la modernización de esa urbe centroamericana olvidada y marginada por muchos gobiernos anteriores. Recordemos que los restos del gran prócer centroamericano, Francisco Morazán, descansan en San Salvador. Por todas las obras de revitalización de la capital le dio un lustre cultural y se reivindicó el orgullo del “Pulgarcito de América”, como lo llamó el poeta Roque Daltón a la República de El Salvador. En ese contexto y en medio de las aspiraciones presidenciales, Nayib Bukele, fue expulsado en octubre de 2017 del FMLN y con ello se pensó que ya no tendría la posibilidad de aspirar como candidato a la presidencia. Sin embargo, en esa coyuntura se sumó a la credibilidad política el candidato a vicepresidente el Dr. Felix Ulloa, quien destacó por su papel durante los años del conflicto centroamericano en la década de los años ochenta como defensor de los Derechos Humanos, litigando a favor de los presos políticos como abogado de la Unión Nacional de Trabajadores Salvadoreños (UNTS) y en el Comité de Madres de Desaparecidos, Presos y Asesinados Políticos “Monseñor Oscar Romero” (COMADRES). Así, también llegó a ser representante del FMLN en México. De tal manera que si hace cinco años ganaron las elecciones arrolladoramente, para el 4 de febrero de 2024, la tendencia es que se repita el triunfo electoral de los candidatos de Nuevas Ideas, tal como lo expresan todas las encuestas.
Recordemos que el domingo 4 de febrero de 2024, los ciudadanos de El Salvador concurrirán a las urnas para elegir tanto a su presidente y vicepresidente como a 60 diputados de la Asamblea Legislativa. Los partidos opositores en los últimos tiempos se han convertido en pequeñas minorías. En estas elecciones se postula por el FMLN a Manuel Flores; por la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) a Joel Sánchez; José Renderos por Fuerza Solidaria; Luis Parada por Nuestro Tiempo y Marina Murillo es la candidata de Fraternidad Patriota Salvadoreña.
En ese contexto a Nayib Bukele se le ubica como uno de los mandatarios más jóvenes de América Latina (cuenta hoy con 42 años y tenía 37 años cuando ganó la primera elección en 2019); Gabriel Boric de Chile tiene 37 años y Daniel Noboa de Ecuador alcanza los 36 años. Sin duda son los jóvenes mandatarios representativos de un cambio generacional en la región. Pero también si se prefiere, representan otros paradigmas políticos y son las expresiones del nuevo centro y de la nueva centro-izquierda latinoamericana.
En el caso del mandatario salvadoreño a nivel internacional destaca por tener una estrategia basada en un mayor control y represión sobre la delincuencia organizada, especialmente sobre las llamadas maras o pandillas que han generado en los países centroamericanos, particularmente en El Salvador, Honduras, Guatemala, e incluso en sureste mexicano una ola de violencia criminal. La contención que sobre ese segmento social del lumpemproletariado ha realizado la administración salvadoreña, ha sido recluir a más 60 mil pandilleros en presidios especiales, en donde su confinamiento ha sido cuestionado por diversas voces y posturas políticas y sociales. Crítica que cuestiona la violación a los derechos humanos para los recluidos en las prisiones especiales. Al respecto la organización Cristosal por medio de uno de sus integrantes (David Morales) ha denunciado que: “Definitivamente la población privada de libertad bajo el régimen de excepción está en condiciones que sí podemos asemejar a los campos de concentración. De hecho, las personas sufren un hacinamiento extremo. Celdas con capacidad para 15 personas o 20 albergan más de 100 o hasta 200 personas” (Expansión, 01/06/23).
Finalmente podemos señalar que para algunos críticos del gobierno de Bukele, como apunta el profesor Hugo Fajardo Cuellar de la Universidad de El Salvador, afirma que: “este 4 de febrero del 2024, los ciudadanos y ciudadanas de El Salvador tienen la oportunidad y el poder con su voto de cambiar de manera significativa el rumbo autoritario y antidemocrático que actualmente tiene el país, por un nuevo rumbo de diálogo, concertación y negociación en beneficio real de toda la sociedad salvadoreña y no de ningún partido político en particular. Eso solo es posible comenzando por recuperar el balance de poderes en la Asamblea Legislativa, no permitiendo que ningún partido obtenga la mayoría calificada” (Diario Co Latino, 02/02/24). Sin duda esas expresiones son ideas que pugnan por el cambio de un nuevo escenario político en El Salvador. Sin embargo, las reales tendencias es que el triunfo de Nayib Bukele y de su partido Nuevas Ideas en la Asamblea Legislativa, tienden de nueva cuenta a seguir siendo hegemónicas en el espacio político salvadoreño.
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