Durante su sesión anual de preguntas y respuestas, celebrada este jueves con participación de ciudadanos y medios de prensa, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, denunció que el mundo entero hace la vista gorda ante la destrucción de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Ucrania y la violación de los derechos de los creyentes.

LEA TAMBIÉN:

Putin denuncia a Google y YouTube por sumarse a la agresión mediática de Occidente contra Rusia

Durante la línea directa con la ciudadanía, el jefe de Estado aseguró que se trata de «una violación grave y simplemente flagrante de los derechos humanos, de los derechos de los creyentes».

Manifestó que la Iglesia Ortodoxa Rusa «simplemente está siendo destrozada delante del mundo entero. (…) Todo el mundo elige no darse cuenta».

A finales de agosto pasado, el líder del régimen de Kiev, Volodymir Zelenski, firmó una ley -previamente sancionada por la Rada (Parlamento)- para prohibir la Iglesia Ortodoxa Ucraniana dependiente del Patriarcado de Moscú. Ante tal hecho, el patriarca ortodoxo ruso, Kiril, pidió al papa Francisco y a otros líderes religiosos mundiales que defiendan a la Iglesia ortodoxa ucraniana.

En un mensaje a los fieles, Francisco expresó que «las iglesias no se tocan». Además, pidió que ninguna iglesia cristiana sea abolida directa o indirectamente en Ucrania. Pese a ello, el régimen de Kiev no modificó su decisión.

De acuerdo con reportes de prensa, Zelenski impone sanciones contra los eclesiásticos, organiza redadas en los templos cristianos, realiza arrestos de sacerdotes, arma casos penales, y los despoja de monasterios y templos.

Desde 2022 las autoridades ucranianas llevan a cabo la mayor persecución en la historia contra la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, considerada la comunidad cristiana más grande y antigua del país.

A inicios de 2023, Gobierno ucraniano ordenó a clérigos de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania (IOU) abandonar el monasterio de Pechersk-Lavra, también conocido como Monasterio de las Cuevas, luego de acusar a un grupo de sus monjes de apoyar de forma encubierta a Moscú.

La IOU se separó del patriarcado moscovita tras el inicio de la operación militar especial desplegada por Rusia en el Donbás. Incluso, un grupo de sus líderes se opuso a ella. Antes, en 2022, los servicios de seguridad ucranianos allanaron el monasterio y algunos de sus edificios.