Proletarización, plusvalía y comunismo. Acerca debate sobre…

Fuente: https://elsudamericano.wordpress.com/2021/03/14/proletarizacion-plusvalia-y-comunismo-acerca-del-debate-sobre-la-crisis-de-la-sociedad-del-trabajo/

PROLETARIZACIÓN, PLUSVALÍA Y COMUNISMO. Acerca del debate sobre la “crisis de la sociedad del trabajo”                    

Comentamos aquí algunos elementos respecto a la discusión acerca del carácter científico-crítico (cuando se dice crítico se dice político) de la obra de Marx (y Engels) Ambos pensadores estaban fundamentando, es decir fundando, (o si se prefiere creando), la “ciencia política” moderna, al hacer por primera vez la pregunta por las condiciones económicas, –es decir materiales–, acerca de la posibilidad de la revolución comunista, en tanto condición para la liberación humana. Y entonces, también al respecto de cualquier variante de acción “política” dentro de la sociedad burguesa.

Lo que afirmamos aquí es que, en el método de la critica de la economía política está codificada una política y también un programa. Un programa y una política que la ciencia del conocimiento burgués ha intentando extirpar desde hace mas de 150 años, pues la desprecia y niega, combatiéndola. Y que la academia burguesa, como instrumento del capital –en tanto relación de producción y reproducción de plusvalía (explotación y dominio)– se ocupa sistemáticamente de negar con ocultamiento, tergiversación y malversación.

Se trata no de cualquier “política”, sino de la única política capaz de terminar con la enajenación humana; el único programa capaz de inaugurar la “verdadera historia humana”.

El libro de Karl Marx fue nombrado “El Capital” y no “del capital”. Esto que parece una aclaración ridícula sin embargo no lo es. Marx pudo llamar a su libro “el sistema capitalista” o “La economía burguesa”, o “Que lindo sería si se murieran de pronto todos los burgueses del planeta…” pero lo llamó El Capital, así con mayúscula las dos veces. Y esto quiere decir que el ‘protagonista’ de su proyecto de crítica dialéctica no es la “naturaleza humana”, ni la riqueza, ni el valor, ni el dinero, sino la sociedad burguesa y particularmente “el valor que se valoriza”. Es decir el Capital (como relación de producción históricamente determinada y no “la riqueza de las naciones”. (A esto se refiere Marx como “naturalismo acabado”.)

Marx se refiere en el capítulo IV al “sujeto automático” (como forma digamos ‘transfigurada’) ¿Sujeto automático de qué? ¿“Sujeto” o “encarnación” de la riqueza social? No, sujeto de la producción de la vida material de la sociedad. La vida enajenada es entonces, también, “manifestación” del valor. Por eso, lo que nos está diciendo en realidad, es que la vida en el capitalismo “vale” apenas “lo que cuesta”. Pero cuando dice “forma” no dice “formación social” (“forma” y “formación histórica” son cosas muy diferentes. La traducción del alemán “formen” puede resultar equívoca. [Ver Grundrisse] Forma “valor”, forma “Estado”, forma “dinero”. Este video puede explicar más sobre este punto: https://www.youtube.com/watch?v=clzJnSBfwiM]

“Las formas autónomas, [o sea] las formas dinerarias que adopta el valor de las mercancías [no se habla aquí de “producto” como valor de uso, sino de mercancía, pues sin trabajo enajenado y sin mercado (en este caso) capitalista, no hay tal] en la circulación simple, se reducen a mediar el intercambio mercantil y desaparecen en el resultado final del movimiento. [Se refiere a las formas precapitalistas de intercambio dinerario] En cambio, en la circulación D – M – D [Dinero-Mercancía-Dinero] funcionan ambos, la mercancía y el dinero, sólo como diferentes modos de existencia del valor mismo: [dice “existencia” véase el capítulo “El dinero” en los Manuscritos económico filosóficos] el dinero como su modo general de existencia, la mercancía como su modo de existencia particular o, por así decirlo, sólo disfrazado. (“No es la materia lo que forma el capital, sino el valor de esas materias.” (J. B. Say, Traité d’economle politique, 3a ed., París, 1817, t. II, p. 429. –Cita de Marx) [Para entender completamente esta cita véase: “Teorías de la plusvalía”]

El valor pasa constantemente de una forma a la otrasin perderse en ese movimiento, convirtiéndose así en un sujeto automático. Si fijamos las formas particulares de manifestación [“transfiguración”, pues no es dinero produciendo valor sino valor en un “modo de existencia particular”] adoptadas alternativamente en su ciclo vital [capital en tanto trabajo vivo] por el valor que se valoriza llegaremos a las siguientes afirmaciones: el capital es dinero, el capital es mercancía. Pero, en realidad, el valor se convierte aquí en el sujeto de un proceso en el cual, cambiando continuamente las formas de dinero y mercancía, modifica su propia magnitud, [NO SU naturaleza] en cuanto plusvalor se desprende de sí mismo como valor originario, se autovaloriza.

El movimiento en el que agrega plusvalor [trabajo humano enajenado] es, en efecto, su propio movimiento, y su valorización, por tanto, autovalorización. Ha obtenido la cualidad oculta de agregar valor porque es valor. Pare crías vivientes, o, cuando menos, pone huevos de oro. [Se refiere al ocultamiento (subsunción del trabajo) El Capital. Cap. VI inédito]

Karl Marx, El Capital, pág. 188. Edit. Siglo XXI. Trad. Pedro Scarón

Decimos entonces que “Trabajo” y “Trabajo enajenado” son fenómenos económicos e históricamente diferenciables. En toda sociedad humana ha existido el trabajo. Véase: F. Engels: “El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre” (1876)

Trabajo aquí, NO es una “categoría” tal como las entiende la ciencia positiva, sino una experiencia vital. Tampoco Marx se detiene solo en definir al trabajo como una “mercancía especial”, sino que estudia este fenómeno en sus relaciones, cómo una “forma” de existencia enajenada. ¿Pero de qué? Existencia enajenada, no refiere al valor, sino a la vida de la humanidad proletarizada, es decir “reducida a la servidumbre del salario”.

Esto también se trata claramente en el Capítulo VI, Inédito como “Subsunción del trabajo”. Subsunción formal y real del trabajo bajo el capital, –que es condición de posibilidad del plusvalor.

Así cómo el materialismo dialéctico y su concepción materialista-dialéctica de la historia no son una filosofía de la historia, el socialismo científico no es una ideología.

Esto significa sin ninguna duda, que NO es de la academia de ciencias de la burguesía de donde proviene el esclarecimiento respecto de las condiciones históricas de posibilidad de la desenajenación y la liberación humana y natural, sino de la experiencia vital de la clase obrera y de su voluntad de lucha. (La conciencia como fuerza material y como arma de la crítica)

Por último, es necesario explicar en cuanto al aspecto político del debate, lo que Marcuse llamaba “marxismo soviético” y otros autores llamaron “marxismo-leninismo” o “marxismo stalinista”, –y fue en realidad en términos estrictamente “ideológicos” la justificación praxeológica de un régimen de explotación autoritaria del trabajo humano, adoptado como teoría oficial también por los PC’s latinoamericanos.

En parte esta necesaria explicación, aún se debe a la necesidad de la academia burguesa, –al servicio obviamente– de la política burguesa, de inventar nuevos nombres para viejos problemas. Nuevas “categorías”, nuevas “fórmulas”, nuevas “metodologías”, nuevas invalidaciones, para etiquetar jerarquizar y clasificar el saber. Estratagemas para domesticar y neutralizar el poder contrahegemónico-anticapitalista del pensamiento crítico.

De este modo la ciencia burguesa se inventa un marxismo a su medida y a unos marxistas idiotas que habitan en un mundo intelectual que desfasa 200 años, los ridiculiza, (claro, solo en su propia fantasía), y se felicita y complace en su autosatisfacción neurótica y nihilista.

Hoy es claro que en “la URSS” y el “campo socialista” no existió “un” marxismo, sino múltiples y muy diversos “marxismos”, (hablamos, esto no debe olvidarse, de la tercera parte del mundo hasta 1989-91) Podríamos decir entonces “marxismo oficial de la burocracia estatal soviética”, y no referirnos a mas de ochenta años de historia del pensamiento social con el reduccionismo irreal y metodológicamente inoperante de “marxismo tradicional” o “marxismo” de “la URSS”.

Este es también el problema de partir de una suposición según la cual los PC’s stalinistas fueron alguna vez marxistas. En tanto hemos dicho, el marxismo no es una mera ideología, y el capital no puede ser “humanizado”.

No hay –ni en el horizonte de las ciencias, ni en el territorio de la historia humana– ninguna crisis de “la sociedad del trabajo”. Solo fantasías, retórica y ceguera inducida. Nunca han existido en el mundo tantos trabajadores asalariados como en este momento histórico. Mas de 2700 millones de trabajadores y creciendo. Se trata, a pesar de las ilusiones y los espejismos, de un momento de proletarización acelerada de la vida en el sistema de las necesidades.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *