Entre los 43 países que se abstuvieron figuran los aliados de Estados Unidos, Australia, Canadá, Alemania, el Reino Unido y Ucrania.

Las cuentas de redes sociales pro palestinas, como el  movimiento de Boicot, Sanciones y Desinversión (BDS), liderado por los palestinos, celebraron de inmediato la aprobación de la resolución, considerándola una afirmación de que «el fallo histórico de la CIJ desencadena la obligación legal de todos los Estados de poner fin a la complicidad con la ocupación ilegal y el régimen de apartheid de Israel».

Muchos usuarios de las redes sociales reconocieron que la resolución no es vinculante, pero aún consideran que los resultados son un testimonio del “creciente aislamiento” de Israel en la comunidad internacional.

Otros tienen más esperanzas en el resultado y lo ven como el “principio del fin” de la ocupación israelí.

Por el contrario, muchos usuarios de las redes sociales han expresado su frustración por la falta de impacto que instituciones como la CIJ o la ONU han tenido en el curso de la guerra de Israel en Gaza .

La abogada palestina de derechos humanos Noura Erakat reconoció esta frustración y el daño potencial que tiene sobre toda la institución del derecho internacional.

“El mismo día, los expertos de la ONU advierten que todo el orden internacional corre el riesgo de desmoronarse debido al desprecio sistemático por el derecho y la normativa internacionales en lo que respecta a la cuestión de Palestina”.