El presidente de Francia, Emmanuel Macron, culminó este domingo su gira africana en la República Democrática del Congo (RDC), todo ello en medio de críticas de los líderes de los países visitados, por la posición en política internacional de París y otras potencias europeas en relación con África.

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El presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, dijo a Macron: «esto debe cambiar, la forma en la que Europa y Francia nos trata. Debéis comenzar a respetarnos y ver a África de un modo distinto. Tenéis que dejar de tratarnos y hablarnos con tono paternalista. Debéis respetar a África».

El presidente francés no solo fue increpado en la República Democrática del Congo, si no que en cada visita que ha realizado en estos últimos días se ha encontrado con la oposición local.

Sectores de la población de la RDC ven a Macron como un aliado de Ruanda, a quien Kinshasa acusa de de saqueo, tras el acercamiento con los líderes ruandeses en 2021, luego de admitir la complicidad de Francia en el genocidio de los tutsis en 1994.

Eso, sumado a un creciente sentimiento anticolonialista, alimentaron varias protestas a pequeña escala en la previa de la llegada del líder galo a Kinshasa.

Antes, en Gabon, Macron también fue recibido por decenas de manifestantes que rechazaban la presencia del Gobierno francés en el país, al cual acusa de la presencia militar en todo el continente y sus consecuencias.

Por su parte, en la República del Congo, Macron se vio con el presidente Denis Sassou-Nguesso, quien criticó la corta duración de su estadía en Brazzaville, capital de la antigua colonia francesa.

El jefe de Estado francés había asegurado que la gira de esta semana no sería política y su agenda, la cual incluía un discurso en una cumbre forestal de alto nivel en Libreville,  intentaba sugerir un enfoque en el medio ambiente, la cultura y la investigación científica.