Tras el intento golpista del pasado 1 de diciembre, el presidente de Guinea-Bisáu, Umaro Sissoco Embaló, disolvió este lunes el Parlamento y decidió convocar a elecciones anticipadas, aunque no reveló la fecha de estas.

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El mandatario tomó la decisión luego de consultar con el Consejo de Estado. En sus declaraciones a la prensa este aseveró que la Asamblea Popular Nacional (APN) constituía un epicentro de inestabilidad política.

«Vamos a llamar a la gente a volver a las urnas en Guinea-Bisáu. El pueblo es soberano para decidir, porque es la única manera de expresarse libremente y elegir nuevos representantes del pueblo. No toleraré desórdenes y excesos», dijo el mandatario a medios locales.

El incidente que dio lugar a esta medida fue el arresto el jueves en la noche del ministro de Economía y Finanzas, Suleimane Seidi, y al secretario de Estado de Hacienda, António Monteiro, ambos investigados por la policía por presunta corrupción.

En contra de esta decisión la Guardia Nacional de ese país decidió liberal a los funcionarios y en la madrugada del sábado atacaron a la sede de la Policía Judicial donde estaban bajo custodia Seidi y Monteiro. La confrontación tuvo lugar contra los efectivos de las fuerzas especiales del Ejército bisauguineano quienes custodiaban el edificio.

Sissoco Embaló quien arribó la noche del sábado de participar en la COP28 de Dubái señaló que las consecuencias para los involucrados serían “graves”. El mandatario afirmó que los mandos militares de la Guardia Nacional, actuaron «bajo las órdenes de alguien».

Esto según el mandatario eran “indicios de complicidad política”, por lo que

“el normal funcionamiento de las instituciones de la República” se volvió “insostenible”. La Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) en un comunicado publicado recientemente expresó “profunda preocupación” por estos hechos.