Fuente: https://sinpermiso.info/textos/la-policia-alemana-disuelve-en-berlin-el-congreso-sobre-palestina-y-las-autoridades-prohiben-la Yanis Varoufakis Ghassan Abu Sittah DiEM25 14/04/2024
«Nos solidarizamos con todos aquellos que buscan justicia y estamos comprometidos con los principios de la democracia y los derechos humanos. Este Congreso representa un momento importante para los que defendemos los derechos de los palestinos, ya que ofrece una plataforma de solidaridad contra la represión y una vía para comprometer al gobierno alemán en materia de rendición de cuentas. Sumando fuerzas con otras organizaciones en el Congreso sobre Palestina, pretendemos contribuir al diálogo global sobre justicia para Palestina. Nos comprometemos a denunciar y hacer frente a la implicación de Alemania en las atrocidades cometidas contra los palestinos de Gaza», declaró De Rigo.
La policía alemana irrumpe en el Congreso sobre Palestina
Desgraciada y vergonzosamente, la policía alemana irrumpió en el edificio con una unidad de 2.000 efectivos y exigió que interrumpiéramos la retransmisión en directo del Congreso sobre Palestina.
Ghassan Abu Sitta, que iba a hablar sobre su experiencia como cirujano en Gaza, fue detenido en el aeropuerto.
Este despiadado acto de represión dice mucho de la complicidad de Alemania en el genocidio de Gaza. No es de recibo.
«Lo que acaba de hacer la policía alemana es la prueba de que los fascistas ya no necesitan estar en el gobierno para estar en el poder», ha declarado Yanis Varoufakis, a quien también se le prohibió pronunciar el discurso previsto en el acto.
DiEM25, 12 de abril de 2024
Alemania prohíbe la entrada en el país a Yanis Varoufakis
DiEM25
El Ministerio del Interior alemán ha prohibido la entrada al país al cofundador de DiEM25, Yanis Varoufakis, después de que la policía clausurase el Congreso sobre Palestina que iba a celebrarse en Berlín del 12 al 14 de abril.
Esto supone no sólo la prohibición de entrada en Alemania, sino la prohibición incluso de cualquier forma de participación digital y de actividad en actos políticos en el país, con lo que el gobierno alemán sobrepasa los límites del autoritarismo.
La alocución de Yanis Varoufakis en el Congreso sobre Palestina, «motivo» de la prohibición
La prohibición se produce después de que Varoufakis tuviera previsto pronunciar el viernes un discurso en el Congreso sobre Palestina de Berlín, en el que en última instancia pedía derechos humanos universales tanto en Israel como en Palestina, con el resultado de que la policía alemana irrumpió en el lugar a fin de disolver el acto.
Las otras dos personas para las que se ha dictado una prohibición similar son el especialista académico Salman Abu Sitta, y el cirujano y rector de la Universidad de Glasgow, Ghassan Abu Sittah, que fue detenido y sometido a un interrogatorio de tres horas en el aeropuerto de Berlín.
Los dos iban a participar también en el Congreso sobre Palestina organizado por Voz Judía por la Paz y el MERA25 Alemania, con la exigencia de un alto el fuego y el fin del genocidio en Gaza como centro de la reunión.
La ausencia de una verdadera democracia en Europa se hace cada vez más evidente a medida que pasan las semanas, especialmente desde el último asedio de Israel a Gaza.
En teoría, Alemania debería conocer mejor que ningún otro país los peligros potenciales que entraña este tipo de actitud. Es hora de que los ciudadanos demócratas tomen posición en contra de una Europa que se hunde de nuevo en la oscuridad.
¿Qué es el Congreso sobre Palestina?
El congreso es una iniciativa conjunta de la organización berlinesa Jüdische Stimme für Gerechten Frieden in Nahost (Voz Judía por una Paz Justa en Oriente Medio) y DiEM25, y se consiguió la financiación necesaria a través de donaciones para que el Congreso sobre Palestina pueda seguir adelante. Karin de Rigo, principal candidata de MERA25 a las elecciones europeas en Alemania, iba a moderar una mesa redonda con Varoufakis y a pronunciar el discurso de clausura.
DiEM25, 13 de abril de 2024
Alocución de Yanis Varoufakis en el Congreso sobre Palestina prohibido por la policía alemana
Yanis Varoufakis
Yanis Varoufakis tenía previsto pronunciar un discurso en el Congreso sobre Palestina de Berlín el viernes, cuando la policía alemana irrumpió en el lugar para disolver el acto al estilo de los años treinta. Juzguemos nosotros mismos en qué tipo de sociedad se está convirtiendo Alemania cuando su policía prohíbe las siguientes palabras:
El discurso prohibido de Yanis Varoufakis en el Congreso sobre Palestina
Enhorabuena, y gracias de corazón por estar aquí, a pesar de las amenazas, a pesar de la policía blindada en el exterior, a pesar de la panoplia de la prensa alemana, a pesar del Estado alemán, a pesar del sistema político alemán que os demoniza por estar aquí.
«¿A qué un Congreso sobre Palestina, señor Varoufakis?», me preguntaba recientemente un periodista alemán. Pues porque, como dijo una vez Hanan Asrawi: «No podemos contar con que los silenciados nos relaten su sufrimiento».
Hoy, la razón que esgrimía Asrawi ha cobrado una fuerza deprimente: porque no podemos contar con los silenciados que también se ven masacrados y pasan hambre para que nos hablen de las matanzas y la hambruna.
Pero también hay otra razón: porque un pueblo orgulloso y decente, el pueblo de Alemania, se ve conducido por un camino peligroso hacia una sociedad despiadada, al verse asociado con otro genocidio que se lleva a cabo en su nombre, con su complicidad.
No soy judío ni palestino. Pero me siento increíblemente orgulloso de estar aquí entre judíos y palestinos, de unir mi voz por la paz y los derechos humanos universales a las voces judías por la paz y los derechos humanos universales, a las voces palestinas por la paz y los derechos humanos universales. Estar juntos, aquí, hoy, es la prueba de que la coexistencia no sólo es posible, ¡sino que ya está aquí! Ya está aquí.
«¿Por qué no un Congreso Judío, señor Varoufakis?», me preguntaba este mismo periodista alemán, pensando que se hacía el listo. Yo le agradecí su pregunta.
Porque si un solo judío se ve amenazado, en cualquier lugar, por el mero hecho de ser judío, yo llevaré la estrella de David en la solapa y ofreceré mi solidaridad, cueste lo que cueste, lo que haga falta.
Así que seamos claros: si fueran atacados los judíos, en cualquier parte del mundo, yo sería el primero en solicitar un Congreso Judío en el que dejar constancia de nuestra solidaridad.
Del mismo modo, cuando los palestinos sean masacrados por ser palestinos –siguiendo el dogma de que si están muertos debe haber sido porque eran de Hamás- me pondré mi kufiya y ofreceré mi solidaridad cueste lo que cueste, lo que haga falta.
Los Derechos Humanos Universales o son universales o no significan nada.
Teniendo esto en cuenta, respondí a la pregunta del periodista alemán con algunas de las mías:
- ¿Siguen retenidos en esa prisión al aire libre, sin acceso al mundo exterior, con un mínimo de alimentos y agua, sin posibilidad de llevar una vida normal, de viajar a ninguna parte, y bombardeados periódicamente durante 80 años, 2 millones de judíos israelíes que se vieran expulsados de sus hogares e internados en una prisión al aire libre hace 80 años? No.
- ¿Acaso un ejército de ocupación mata de hambre intencionadamente a los judíos israelíes, cuyos hijos se retuercen en el suelo, gritando de hambre? No.
- ¿Hay miles de niños judíos heridos, sin padres que hayan sobrevivido, que se arrastran entre los escombros de lo que fueron sus hogares? No.
- ¿Se ven hoy bombardeados los judíos israelíes por los aviones y bombas más sofisticados del mundo? No.
- ¿Están sufriendo los judíos israelíes un completo ecocidio de la poca tierra que aún pueden llamar suya, sin que quede un solo árbol bajo el que buscar sombra o cuyo fruto degustar? No.
- ¿Hay francotiradores que asesinen a niños judíos israelíes por orden de un Estado miembro de la ONU? No.
- ¿Se ven expulsados hoy los judíos israelíes de sus hogares por bandas armadas? No.
- ¿Está hoy Israel luchando por su existencia? No.
Si la respuesta a cualquiera de estas preguntas fuera afirmativa, yo estaría hoy participando en un Congreso de Solidaridad Judía.
Amigos,
nos habría encantado celebrar hoy un debate decente, democrático y mutuamente respetuoso sobre cómo lograr la Paz y los Derechos Humanos Universales para todos, judíos y palestinos, beduinos y cristianos, desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo, con personas que piensan de forma diferente a nosotros.
Lamentablemente, todo el sistema político alemán ha decidido no permitirlo. En una declaración conjunta que incluye no sólo a la CDU-CSU o al FDP, sino también al SPD, a los Verdes y, sorprendentemente, a dos líderes de Die Linke, han unido sus fuerzas para garantizar que este debate civilizado, en el que podemos estar en desacuerdo, no tenga lugar jamás en Alemania.
A ellos les digo: queréis silenciarnos. Prohibirnos. Demonizarnos. Acusarnos. Por tanto, no nos dejáis otra opción que responder a vuestras acusaciones con nuestras acusaciones. Es lo que habéis elegido vosotros. Nosotros, no.
- Nos acusáis de odio antisemita
Os acusamos de ser el mejor amigo del antisemita al equiparar el derecho de Israel a cometer crímenes de guerra con el derecho de los judíos israelíes a defenderse.
- Nos acusáis de apoyar el terrorismo
Os acusamos de equiparar la resistencia legítima a un Estado de Apartheid con las atrocidades contra civiles que siempre he condenado y condenaré, las cometa quien las cometa: palestinos, colonos judíos, mi propia familia, quien sea.
Os acusamos de no reconocer el deber del pueblo de Gaza de derribar el Muro de la prisión abierta en la que se han visto encerrados durante 80 años, y de equiparar este acto de derribar el Muro de la Vergüenza -que no es más defendible de lo que era el Muro de Berlín- con actos de terror.
- Nos acusáis de trivializar el terror de Hamás el 7 de octubre
Os acusamos de trivializar los 80 años de limpieza étnica de los palestinos por parte de Israel y la construcción de un férreo sistema de apartheid en Israel-Palestina. Os acusamos de trivializar el apoyo a largo plazo de Netanyahu a Hamás como medio para destruir la solución de los dos Estados que afirmáis que favorecéis. Os acusamos de trivializar el terror sin precedentes desatado por el ejército israelí sobre la población de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este.
Acusáis a los organizadores del Congreso de hoy de que nosotros, y cito textualmente, «no estamos interesados en hablar de las posibilidades de coexistencia pacífica en Oriente Próximo con el trasfondo de la guerra en Gaza». ¿Habláis en serio? ¿Habéis perdido la cabeza?
Os acusamos de apoyar a un Estado alemán que es, después de los Estados Unidos, el mayor proveedor de las armas al que recurre el gobierno de Netanyahu para masacrar palestinos como parte de un Gran Plan para hacer imposible una solución de dos Estados, así como la coexistencia pacífica entre judíos y palestinos.
Os acusamos de no responder nunca a la pregunta pertinente que todo alemán debe responder: ¿cuánta sangre palestina ha de correr antes de que quede lavada vuestra culpa, justificada, por el Holocausto?
Seamos claros: estamos aquí, en Berlín, en nuestro Congreso sobre Palestina, pues, a diferencia del sistema político alemán y de los medios de comunicación alemanes, condenamos el genocidio y los crímenes de guerra independientemente de quién los perpetre. Y porque nos oponemos al apartheid en la tierra de Israel-Palestina, independientemente de quién tenga la sartén por el mango, al igual que nos opusimos al apartheid en el Sur de Estados Unidos o en Sudáfrica. Porque defendemos los derechos humanos universales, la libertad y la igualdad entre judíos, palestinos, beduinos y cristianos en la antigua Tierra de Palestina.
Y para que tengamos aún más claras las preguntas, legítimas y malignas, que debemos estar siempre dispuestos a responder:
¿Condeno las atrocidades de Hamás?
Condeno todas y cada una de las atrocidades, sea quien sea el autor o la víctima. Lo que no condeno es la resistencia armada a un sistema de apartheid diseñado como parte de un programa de limpieza étnica de combustión lenta, pero inexorable. Dicho de otro modo, condeno todo ataque contra civiles y, al mismo tiempo, celebro a cualquiera que arriesgue su vida para DERRIBAR EL MURO.
¿No está Israel en guerra por su propia existencia?
No, no lo está. Israel es un Estado dotado de armas nucleares, con el ejército quizá más avanzado tecnológicamente del mundo, y con la panoplia de la maquinaria militar estadounidense cubriéndole las espaldas. No hay simetría con Hamás, un grupo que puede causar graves daños a los israelíes, pero que no tiene capacidad alguna para derrotar al ejército de Israel, ni siquiera para impedir que Israel siga aplicando el lento genocidio de palestinos bajo el sistema de apartheid que se ha erigido desde hace mucho tiempo con el apoyo de los Estados Unidos y la UE.
¿No está justificado que los israelíes teman que Hamás quiera exterminarlos?
Por supuesto que sí. Los judíos han sufrido un Holocausto que fue precedido de pogromos y de un antisemitismo profundamente arraigado que impregnó Europa y América durante siglos. Es natural que los israelíes vivan con el temor de un nuevo pogromo si cede el ejército israelí. Sin embargo, al imponer el apartheid a sus vecinos, al tratarlos como infrahumanos, el Estado israelí aviva el fuego del antisemitismo, refuerza a palestinos e israelíes que sólo quieren aniquilarse mutuamente y, en definitiva, contribuye a la terrible inseguridad que consume a los judíos de Israel y de la Diáspora. El apartheid contra los palestinos es la peor autodefensa de los israelíes.
¿Y el antisemitismo?
Siempre es un peligro claro y presente. Y debe ser erradicado, especialmente entre las filas de la izquierda global y los palestinos que luchan por las libertades civiles palestinas -en todo el mundo.
¿Por qué los palestinos no persiguen sus objetivos por medios pacíficos?
Lo han hecho. La OLP reconoció a Israel y renunció a la lucha armada. ¿Y qué obtuvieron a cambio? Una absoluta humillación y una limpieza étnica sistemática. Eso es lo que alimentó a Hamás y lo encumbró a los ojos de muchos palestinos como única alternativa a un lento genocidio bajo el apartheid de Israel.
¿Qué debería hacerse ahora? ¿Qué podría traer la Paz a Israel-Palestina?
- Un alto el fuego inmediato.
- La liberación de todos los rehenes: los de Hamás y los miles retenidos por Israel.
- Un Proceso de Paz, bajo la ONU, apoyado por un compromiso de la Comunidad Internacional para acabar con el apartheid y salvaguardar la Igualdad de Libertades Civiles para todos.
- En cuanto a lo que debe sustituir al apartheid, corresponde a israelíes y palestinos decidir entre la solución de los dos Estados y la solución de un Estado Laico Federal Único.
Amigos,
estamos aquí porque la venganza es una forma perezosa de dolor.
Estamos aquí para promover no la venganza, sino la Paz y la Coexistencia entre Israel y Palestina.
Estamos aquí para decirles a los demócratas alemanes, incluidos nuestros antiguos camaradas de Die Linke, que ya se han cubierto de vergüenza durante demasiado tiempo, que con dos errores no se llega a un acierto, que permitir que Israel se salga con la suya con crímenes de guerra no va a mejorar el legado de los crímenes de Alemania contra el pueblo judío.
Más allá del Congreso de hoy, tenemos el deber en Alemania de cambiar el diálogo. Tenemos el deber de convencer a la gran mayoría de alemanes decentes de que lo que importa son los derechos humanos universales. Que Nunca Más significa Nunca Más. Para cualquiera, judío, palestino, ucraniano, ruso, yemení, sudanés, ruandés… para todos, en todas partes.
En este contexto, me complace anunciar que el partido político alemán MERA25, como parte del DiEM25 estará en las papeletas de las elecciones al Parlamento Europeo del próximo mes de junio, buscando el voto de los humanistas alemanes que anhelan un diputado al Parlamento Europeo que represente a Alemania y denuncie la complicidad de la UE en el genocidio, una complicidad que es el mayor regalo de Europa a los antisemitas en Europa y más allá.
Os envío a todos mis saludos y os sugiero que no olvidemos nunca que ninguno de nosotros es libre si hay uno de nosotros que vive encadenado.
DiEM, 13 de abril de 2024
Declaraciones del Dr. Ghassan Abu Sittah, expulsado de Alemania al tratar de asistir al Congreso sobre Palestina en Berlín
Ghassan Abu Sittah
Soy el Dr. Ghassan Abu Sittah. Acabo de volver de Alemania, país en el que se me ha prohibido la entrada al tratar de asistir a un congreso en el país, en el que iba a presentar evidencias sobre la guerra en Gaza y declarar como testigo presencial, en mi condición de médico que ha trabajado en sus hospitales.
De modo que, esta mañana a las 10.00, aterricé en Berlín para asistir a un congreso sobre Palestina para el que se me había pedido, junto a muchas otras personas del Reino Unido, de Los Estados Unidos y de Europa, presentar mis evidencias de lo que había visto en mis 43 días en los hospitales de Gaza, trabajando tanto en el Hospital de Shifa como en el de Al-Ahli.
A mi llegada, me pararon en el control de pasaportes, me escoltaron luego a los sótanos del aeropuerto, donde me interrogaron durante unas tres horas y media. Al término de esas tres horas y medias, se me comunicó que no se me permitía la entrada en territorio alemán, y que esa prohibición se extendía a la totalidad del mes de abril. Y no sólo eso: que si trataba de establecer comunicación por medio de Zoom o Face Time, aunque me encontrase fuera de Alemania, o si enviaba un video de mi ponencia al congreso de Berlín, eso constituiría una infracción de las leyes alemanas, y me arriesgaba a que se me impusiera una multa o una pena de hasta un año de cárcel.
Al final, me pidieron que sacara un billete para un vuelo de vuelta al Reino Unido. Me retiraron el pasaporte y sólo me lo devolvieron en el momento de abordar el avión.
Dado que Alemania se está defendiendo de los cargos presentados por Nicaragua por complicidad en la guerra genocida, tal como lo describe el Tribunal Internacional de Justicia, esto es exactamente lo que hacen los cómplices de un crimen. Ocultan las evidencias y silencian o acosan o intimidan a los testigos.
Y así, como miembros de una banda que ha cometido un crimen atroz, Alemania está haciendo su parte en ese crimen, lo cual significa asegurarse de que haya una completa impunidad y, asimismo, de que el genocidio pueda proseguir sin interrupción.
Afirmaba Hannah Arendt, intelectual judía, en la primera conferencia que pronunció en Alemania tras la II Guerra Mundial, en 1958: “Humanizamos lo que sucede en el mundo y en nosotros mismos al hablar de ello. Y en el proceso de hablar de ello, aprendemos a ser humanos. Tanto peligro hay ante nosotros como para hablar de ello seriamente, comprender las causas y las alternativas significa ejercer nuestra humanidad”.
Este ataque a la libertad de expresión constituye un peligroso precedente, pues lo que está sucediendo en Gaza constituye un peligroso precedente. Estamos viendo el primer genocidio que tiene lugar en el siglo XXI, y para Alemania quedar implicada como cómplice en el silenciamiento de los testigos de este genocidio no augura nada bueno para lo queda de siglo.
X, 13 de abril de 2024
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