Miguel Martí*. LQS. Mayo 2020

En el abandono institucional total ¡SOS!

Aproximadamente 350 personas atraviesan por una grave crisis humanitaria en la ciudad de Iquitos varadas desde el inicio de la cuarentena sin poder regresar a sus lugares de residencia habitual.

Ninguna autoridad ha ofrecido su apoyo para resolver esta preocupante situación. Casi dos meses después de declararse el estado de alarma, 115 personas de este grupo, muchas de ellas menores y mujeres gestantes, no tienen quien las cobije y soportan a la intemperie el paso de los días sobre cartones en la vereda de la calle Quiñones, frente a la Dirección Regional de Trasportes. Unas lonas de plástico que deben renovar cada dos semanas les cubren precariamente del sol y de la lluvia.

Además, la desprotección en la que se encuentran les convierte en objetivo de los delincuentes, habiendo sido atacados por un hombre armado con intención de robarles sus pertenencias hace dos noches.

A la mayoría de estos hombres y mujeres la declaración del estado de emergencia les encontró en Iquitos por cuestiones laborales, que se vieron interrumpidas a la fuerza. El escaso dinero del que disponían se les agotó en las primeras semanas de olvido institucional y hoy en día sobreviven gracias a las donaciones que ocasionalmente algunos vecinos, que se compadecen de su precario estado, les entregan: cartones, plásticos, alimentos… Es el caso del señor Roldán, vecino de San Juan, que ayer les llevó los caímitos que produjo en su huerto. En la desesperada situación en la que se encuentran estas personas, sin recurso alguno, es impensable que puedan costearse pasajes de avión a Lima que se anuncian con precios superiores a los ¡800 dólares!

Mariana Lozano, en avanzado estado de gestación, dejó a su familia en Cusco para estar en Loreto durante una semana. Como a tantos otros, la declaración del estado de emergencia el 15 de marzo la encontró en Iquitos y desde entonces no ha podido regresar a su casa. Su marido la espera con el corazón destrozado, temiendo que pueda sucederla cualquier desgracia sin el apoyo familiar que necesita en su estado. La mujer indica que no ha recibido ninguna atención médica en estos dos meses, a pesar de que su parto está programado para el 24 de mayo.

El caso de la señora Charo, con su mamá, su hermana y un hijito de dos años viviendo en la calle a la puerta del Ministerio de transporte durante estas largas ocho semanas es un caso significativo del abandono que sufre el pueblo por parte de las instituciones.

Algunos compatriotas, como el señor Vicente Cornejo, llegaron a Iquitos antes de que la crisis sanitaria estallase en el país para hacer turismo. Cuando el presidente anunció los vuelos humanitarios dejó un lugar seguro donde estaba alojado para ir a la ciudad. Ahora está viviendo en la calle junto a un centenar de personas. Su familia le espera, consternada, y él reclama al presidente de la República del Perú que cumpla con su palabra.

Sin trabajo, sin dinero, sin conocidos en la ciudad que les puedan apoyar, las instituciones públicas miran hacia otro lado, ignorando la grave crisis humanitaria que padecen centenares de personas.

Norma Choto González y su hijo de 11 años, Víctor Bardales Pinedo con su esposa enferma de cáncer en Lima, Celia Inuma de 59 años, enferma de diabetes y con su esposo minusválido en Lima, Rosana Lunareto López, operada de un aneurisma recientemente, sin pastillas con las que tratarse las convulsiones, Junior Sevillano Rengifo, Norberto Curico Ahuanari… son solo algunas de las personas que están sufriendo esta calamidad de una larga lista de 350 nombres más. ¡Hasta cuándo van a permanecer ignoradas estas demandas!

– Las fotografías son obra de Ginebra Peña Gimeno
* Miguel Martí es cooperante internacional, trabajador de la solidaridad con compromiso. Autor de la novela Hacia el este del río Congo
– Perú – LoQueSomos

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