Las esperas en la sanidad pública no son las únicas en la que la comunidad autónoma se encuentra a la cabeza. Más de 60.000 personas están esperando a ser atendidas por el sistema de dependencia andaluz. Muchas de esas personas llevan esperando más de 605 días, según datos del IMSERSO recopilados por la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM).
Además, el pasado lunes se daba a conocer un informe realizado por CC OO en el que se estima que 33 personas mueren diariamente esperando una resolución de sus solicitudes de ayudas a la dependencia. Unas cifras similares a las que exponen desde la FOAM que elevan la cifra a 3921 personas fallecidas en lo que va de 2024 esperando a ser atendidas por Sistema de Autonomía Personal y Atención a la Dependencia (SAAD). La Federación también estima que actualmente 23.530 aguardan que se haga efectiva la prestación una vez la resolución ha resultado positiva.
3.921 personas han fallecido en lo que lleva 2024 esperando a ser atendidas por el SAAD, según los datos del IMSERSO recopilados por la FOAM
Los informes se publican en un contexto en el que el Gobierno andaluz echa balones fuera y se exime de sus responsabilidades. La consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, Loles López, alega que es el Gobierno central el que infrafinancia a la comunidad en ese aspecto: “A más Sánchez, menos dependencia”, expuso durante una sesión plenaria. Moreno Bonilla cree que Sánchez es “el enemigo número uno de la dependencia”. La Junta de Andalucía argumenta que el Estado le debe 4.000 millones de euros para la puesta en marcha de la Ley de Dependencia que creen se encuentran paralizados por la falta de Presupuestos Generales. Moreno Bonilla, además, ha declarado públicamente que el Ejecutivo nacional “niega el 50% de cofinanciación que abona a País Vasco” en Andalucía.
Sin embargo, atendiendo a los datos del IMSERSO, Euskadi solo recibe para esta materia del Estado un 16,05% de dinero mientras que la comunidad andaluza recibe un 37,74%. Desde la FOAM creen que la situación se debe a “la mala gestión de los recursos” por parte de la Junta.
“El Gobierno andaluz está dejando en la cuneta a los más vulnerables y ha llevado el sistema de dependencia casi al colapso”, sostiene desde la oposición el coordinador de IU Andalucía y diputado de Sumar en el Congreso, Toni Valero. Desde Adelante Andalucía, Jose Ignacio García expone que la Dependencia ya partía de un estado “grave con los anteriores gobiernos” del PSOE en la comunidad, pero que “no se nos olvide, el Partido Popular lleva seis años gobernando” y que su gestión ha llevado a que “tenemos ahora mismo más personas en lista de espera que nunca en la historia”.
Falta de personal y de calidad en el empleo
El informe de CC OO también expone una disminución de la calidad del servicio de atención a la dependencia por la falta de personal y tecnología. En cuanto a la atención telefónica, cada trabajadora recibe diariamente 310 llamadas que tiene que atender en menos de un minuto.
Es uno de los ejemplos de la precaria situación en la que se encuentran las trabajadoras de la dependencia, una situación que les ha llevado a movilizarse de distintas formas, a principios de octubre desde CGT trabajadoras del SAAD organizaban una marcha a pie desde Málaga a Sevilla para poner el foco sobre la situación del Sistema de atención a la dependencia. El sindicato cree que la dependencia ha sido sometida por el Gobierno andaluz a “un abandono sistemático”.
Juan Carrillo es uno de los trabajadores del sistema de dependencia que se ha recorrido los 200 km a pie y expone que: “Hemos intentado durante los últimos cuatro años poner de manifiesto que la deriva de los servicios que se prestan desde el SAAD está destinada a empeorar la calidad del servicio que lo pagan los ciudadanos, y el deterioro lo reciben ellos”. Sin embargo, Carrillo se queja de que “no ha habido ninguna respuesta”.
El trabajador hace hincapié en que “lo que hay detrás son miles de personas con las que estamos jugando en su día a día” y recuerda “que el rendimiento de los servicios sociales no puede ser económico, tiene que ser social”. Carrillo, además, traza un paralelismo entre la gestión sanitaria del Ejecutivo andaluz y la gestión de la dependencia “va a pasar como en la sanidad, quien tenga dinero que lo pague y pueda tener un servicio”.