El periodista español Pascual Serrano valoró este viernes el estado actual del ejercicio del periodismo en el mundo, un contexto en el cual dijo que «la libertad de prensa está bajo asedio», en particular en Occidente.

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En esos términos se pronunció el también escritor, quien en respuesta a la Marcela Heredia, de teleSUR, reconoció que un parteaguas del periodismo en este momento es si estás a favor o en contra del genocidio sionista en Palestina.

De acuerdo a Serrano, Occidente (entendido por él como Estados Unidos y la Unión Europea) era quien, hace 40 años, en plena Guerra Fría,  «defendía» la libertad de expresión, frente al antiguo «bloque del Este». Sin embargo, «todo eso, el tiempo está demostrando» que no es verdad.

En ese sentido apuntó los casos de Julian Assange, a punto de ser extraditado a Estados Unidos desde Reino Unido por exponer crímenes de guerra; el de Pablo Gonzáles preso en Polonia desde hace dos años, sin cargos imputados o el del propio Israel que es el país que más periodistas ha matado en los últimos años.

Insistió en que el 73 por ciento de los periodistas asesinados el año pasado fueron «palestinos, asesinados por armas estadounidenses y asesinados por el principal aliado de EE.UU. en la región de Medio Oriente: Israel».

Concluyó que, en definitiva, «no es verdad que haya libertad de prensa en Occidente porque, por ejemplo, los medios rusos están prohibidos en Europa y hay periodistas presos por hacer su trabajo».

Serrano llegó a decir que «la parte ‘narcótica’ de ‘El Mundo Feliz’ de Aldous Huxley sí que se está cumpliendo».

El periodista español concordó con la idea de que, en la vorágine de la información y los ritmos informativos actuales «se pierden los datos y se pierden los antecedentes», lo cual atenta contra la compresión cabal de los fenómenos, porque «no se sabe qué hubo antes, cómo se compara con otros tiempos, cómo se compara con otros países».

Ponderó la importancia de los orígenes, los contetxos y la trayectoria y lo ejemplificó con la Guerra Fría y los tópicos, que llamó «falsos» sobre la «libertad de expresión y prensa» en Occidente.

En otro punto recordó que el principal socio de Israel en Europa es «Alemania, porque tiene la mala conciencia de lo que fue su responsabilidad histórica en la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto» y que Tel Aviv «rentabiliza de una manera tremenda» esa memoria y esa ayuda occidental.

En ese sentido diferenció al pueblo judío histórico, de los actuales creyentes judíos y de lo que es el propio actual Estado de Israel, «claramente una teocracia», que se está dedicando a «ser un elemento de disuación occidental en Oriente Medio que hace guerras con impunidad».

Dijo que los hechos ponen en evidencia que Europa es el principal «corresponsable del genocidio» que el régimen sionista lleva adelante contra el pueblo palestino, atendiendo a los dictámenes de la Corte Internacional de Justicia. «Corresponsable» porque Europa «le sigue vendiendo armas a Israel».

En relación con el número elevado de casos de periodistas asesinados alrededor del mundo, cuyas muertes no son esclarecidas, Serrano dijo que, en efecto, hay impunidad, pero esta «no es sobre quién muere, sino sobre quién mata».

«El poderoso es impune para matar periodistas»

Abundó, en esa dirección, que «el poderoso es impune para matar periodistas. No es que haya impunidad para matar periodistas. Si mañana asesinaran a un periodista en Cuba, Venezuela o Rusia puede usted estar seguro que caería todo el peso de las instituciones occidentales sobre esos países». Sin embargo, dijo que si eso ocurre en EE.UU., Israel o Europa «puedes estar convencido de que la impunidad está garantizada», porque es «la impunidad de los poderosos».

No obstante, «daremos las noticias los que quedemos vivos», afrimó, por eso los periodistas «tenemos una responsabiliad doble: de informar por lo que ‘nos toca’ y de informar por los que perdieron la vida».

«Hay que asumir», dijo, «que los hechos, las denuncias, las palabras que no pueden hacer los periodistas palestinos, tenemos que hacerlas nosotros».

Por último, valoró que si bien «nunca ha sido fácil decir la verdad, hay que luchar» y «hay que recuperar algunos formatos [de información] menos pervertidos, que se están perdiendo».

Serrano recordó que una clave de la libertad de prensa es preguntarse, siempre, cuando esté delante de una noticia, de un medio «¿esto quién lo paga?», no porque ello vaya a garantizar de lo que vaya a decir sea verdad o mentira, «pero sí saber qué intereses están detrás». Asimismo, «hay que buscar referentes» en los cuales confiar.

Por último, insistió en la necesidad de ganarse «el poder de la opinión pública mundial».