Fuente: https://www.investigaction.net/es/america-latina-en-resistencia-lula-livre/
Lilian Soto Badui es política y activista feminista en Paraguay, además de académica en el campo de las políticas públicas de igualdad y los estudios de género. En esta entrevista nos acerca al panorama que atraviesa el país entre la crisis política y sanitaria.
Durante varios meses Paraguay fue de los países menos afectados por la pandemia de Covid-19 en Latinoamérica. Sin embargo, el panorama hoy es diferente. ¿Qué ocurrió?
Lo que sucedió es que al inicio se tomaron medidas rápidas que dieron resultados tales como el cierre de frontera, el confinamiento, el control sanitario de quienes ingresaban al país. Además se proveyeron de algunos apoyos económicos a los sectores con más carencias. Este fue un tiempo ganado para preparar el sistema de salud para cuando se produjera la vuelta a las calles y a la actividad económica, que debía suceder invariablemente porque era imposible mantener más tiempo los cierres absolutos.
Para esa preparación se aprobaron préstamos que irían en una buena parte al Ministerio de Salud, como organismo rector, y para subsidios. Pero ese proceso de preparación no sucedió, llegamos al momento de la apertura y cuando se comienzan a producir los ingresos más altos al sistema de salud empiezan a escasear los medicamentos. El gasto de bolsillo de la población en general se volvió sumamente elevado tanto para los casos internados como en terapia intensiva. La consecuencia fue el hartazgo de la gente ante la inoperancia para la preparación del sistema de salud y por supuesto una situación muy complicada para afrontar todos los gastos.
En los últimos días hemos visto una ola de protestas en las calles de las principales ciudades del país. ¿Cuáles son las razones?
Precisamente como el tiempo ganado para la preparación del sistema de salud no fue utilizado con eficiencia por parte del gobierno, y a eso se suman una serie de denuncias de corrupción e ineficacia total en los procesos de negociación para la obtención de las vacunas. Como consecuencia, explotaran las manifestaciones en las calles, hay un fuerte cansancio de la gente y una clara exigencia de cambio de gobierno, de timón. Muchos piden que se vayan todos, en términos de todos los sectores que se encuentran en espacios de liderazgo político es nuestro país, hay un total hartazgo.
Sin embargo, si el presidente Abdo Benítez es destituido por juicio político le corresponde asumir al vicepresidente de la República, que también es del Partido Colorado, responsable de estos 70 años de desgobierno. Además tienen vinculaciones con el sector cartista (de Horacio Cartes), que es el sector interno opuesto a Abdo. Por eso, muchos piden que el juicio político sea contra ambos, pero el sector cartista se niega a esa posibilidad. De lograrse la destitución de ambos, debería tomar el control el presidente del Congreso Nacional, que también es del partido Colorado pero con buenas relaciones con otros sectores.
En los últimos años, muchos analistas anunciaron el fin de la ola progresista en el continente, pero hemos visto nuevos giros a la izquierda (Argentina, México, Bolivia). ¿Cuál es la situación en Paraguay?
Creo que Paraguay está en un proceso de muy lenta construcción de alternativas de izquierda que puedan ser opción de gobierno. Pero esto no implica que no sea posible que se produzca un cambio hacia opciones más progresistas. Ya se había dado una articulación en el 2008 cuando la Alianza Patriótica para el Cambio, donde estaban aglutinados sectores tanto de centro como algunas tendencias más progresistas y los diversos movimientos y partidos de izquierda, pudo ganar las elecciones. Pero el gobierno de Fernando Lugo, que encabezó esta articulación, terminó con un golpe de Estado. Las construcciones actuales en términos de izquierda deben contemplar todas estas situaciones históricas que hemos vivido porque no es menor que en Paraguay haya primado durante tanto tiempo y siga expresándose con mucha fuerza el pensamiento anti-socialista, anti-comunista, anti-izquierda. Hoy al menos hay un debate mucho más expandido incluso en las redes sociales, donde se compara la situación actual con ese breve tiempo donde gobernó un sector más progresista en Paraguay y eso quizás evidencia las posibilidades de construcción de una alternativa real de poder desde la izquierda. Los cambios en la región también tendrán impacto en nuestro país.