Los países africanos integrantes de la Confederación de Estados del Sahel denuncian a Ucrania ante la ONU por su apoyo deliberado al terrorismo internacional.
En una carta dirigida al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), los cancilleres de Burkina Faso, Mali y Níger, miembros de la Confederación de Estados del Sahel (CES), han instado al organismo mundial a “asumir sus responsabilidades frente a la decisión deliberada de Ucrania de apoyar el terrorismo”.
Los ministros de Asuntos Exteriores de estos tres países de África Occidental han manifestado haber quedado “desagradablemente” sorprendidos con los comentarios “subversivos” del portavoz de la Agencia de Inteligencia Militar de Ucrania, Andréi Yúsov.
Según la misiva, Yúsov ha admitido “la participación de Ucrania en el cobarde, fraudulento y bárbaro ataque” cometido por grupos terroristas armados a finales de julio en Mali, que provocaron la muerte de fuerzas militares de este país africano, así como importantes daños materiales.
La carta precisa que esas declaraciones fueron confirmadas y apoyadas por Yuri Pivovárov, embajador de Ucrania en Senegal.
Los firmantes subrayan que altos funcionarios ucranianos han anunciado públicamente otros “resultados” por venir, y califican tales afirmaciones como extremadamente graves. “Se trata de un apoyo oficial e inequívoco del Gobierno de Ucrania al terrorismo en África, particularmente en el Sahel”, recalcan en la declaración conjunta, citada por el portal ruso RT.
Ante este escenario, los tres ministros de Exteriores han instado al Consejo de Seguridad a “asumir sus responsabilidades frente a la decisión deliberada de Ucrania de apoyar el terrorismo, un flagelo cuyo rechazo es internacionalmente unánime en todas sus formas y manifestaciones”.
También han solicitado que se adopten “medidas apropiadas contra estas acciones subversivas, que fortalecen a los grupos terroristas en África y constituyen una manifestación de la participación de Estados extranjeros como patrocinadores de la expansión del terrorismo en la región”.
El 30 de julio, las Fuerzas Armadas malienses reportaron haber sufrido “pérdidas humanas significativas” durante un intenso enfrentamiento ocurrido el 26 de julio contra una “coalición de fuerzas terroristas” en la zona nororiental del país, donde activan las fuerzas secesionistas.
Andréi Yúsov, vocero de la inteligencia militar ucraniana, admitió la implicación de Kiev en acciones llevadas a cabo por grupos terroristas armados en Tinzaoutene, en el noreste de Mali.
Asimismo, la embajada ucraniana en Senegal divulgó un vídeo del Ejército ucraniano en el que manifestó su apoyo a los grupos terroristas responsables del ataque perpetrado entre el 25 y el 27 de julio en el norte de Mali contra las Fuerzas Armadas malienses apoyadas por combatientes del grupo paramilitar ruso Wagner.
A raíz del ataque, Mali y luego Níger rompieron relaciones diplomáticas con Ucrania. Por su parte, Burkina Faso hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que reaccione ante el apoyo expresado por el régimen de Kiev al terrorismo en el continente africano.
Mali, Níger y Burkina Faso, tres vecinos en la región Sahel y gobernados por juntas militares, han creado la Confederación de la Alianza de Estados del Sahel, una asociación de ayuda mutua, que rechaza también las políticas colonialistas del Occidente y opta por el acercamiento a Rusia.
La Confederación ha sido creada para ayudar contra posibles amenazas de rebelión armada o agresión externa, enfatizando que “cualquier ataque a la soberanía e integridad territorial de una o más partes contratadas será considerado una agresión contra las otras partes”.
Fuente: HispanTV.