Con este certamen te invitamos a jugar: ¿Cómo serán las granjas en un futuro cercano? ¿En los juicios la gente jurará decir la verdad sobre de una morcilla negra?¿Cuántos escaños obtendría un partido formado por lechones?
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Evidenciemos el problema
En la comarca de Osona, por ejemplo, hay casi seis cerdos por habitante. La gran mayoría de ellos viven en granjas, pero no son las granjas idílicas que podríamos imaginar, se trata de grandes naves industriales donde los animales viven (o mejor dicho malviven) sin ver una brizna de hierba o un rayo de sol en su vida. Se trata de fábricas de producción barata de carne, donde entran pienso y agua y sale carne y contaminación.
La mitad de la masa de agua subterránea de la comarca está contaminada por nitratos procedentes de los más de un millón de cerdos. Las pequeñas producciones familiares enraizadas al territorio están desapareciendo, las tierras y las granjas pasan a formar parte de grandes grupos industriales y las condiciones laborales de estas grandes industrias son nefastas.
Pero el problema es más extenso
El sector porcino es la cuarta industria del estado español (después de la energética, la construcción y la automoción) donde se engordan más de 50 millones de cerdos al año, produciendo 4 millones de toneladas de carne. España es el tercer país productor a nivel mundial, después de China y los Estados Unidos. Aunque los españoles consumen cuatro veces más carne que la que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 50% de la carne porcina producida aquí se destina a la exportación, por un valor de 5.000 millones de euros.
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