Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2022/08/30/per1-a30.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws Patrick Martin 30.08.22
El New York Times llama enjuiciar a Trump—y encubre los orígenes de la crisis de la democracia estadounidense
Los lectores del New York Times abrieron el periódico del domingo y hallaron un largo editorial dedicado a argumentar que Donald Trump debería ser enjuiciado, afirmando al mismo tiempo que su procesamiento podría provocar una guerra civil.
El editorial “Donald Trump no está encima de la ley” llama al Departamento de Justicia de EE.UU. y al fiscal general Merrick Garland a imputar al expresidente por su intento “de subvertir la Constitución y anular la voluntad del pueblo estadounidense”.
Continúa: “El presidente, quien fue derrotado en las urnas en 2020, intentó alistar a las autoridades policiales federales, los oficiales estatales y los administradores del sistema electoral de la nación en un intento furioso para intentar permanecer en el poder. Cuando todo esto fracaso, movilizó a una multitud armada que invadió el Capitolio y amenazó a los legisladores”.
Les tomó 19 meses a los editores del Times reconocer la realidad señalada por el World Socialist Web Site horas después de la intentona golpista del 6 de enero de 2021: el entonces presidente Trump buscaba emplear métodos violentos para derrocar el Gobierno estadounidense y aferrarse al cargo.
Si uno toma en serio lo que afirma el editorial, el sistema político estadounidense está a punto de desintegrarse. Sin embargo, lo que no dice ni puede decir desenmascara la respuesta del propio Times y el Partido Demócrata al golpe de Estado de Trump.
El Times quiere que sus lectores crean que una insurrección fascistizante (una palabra que no utiliza) que casi tuvo éxito puede ser atribuida únicamente a la personalidad depravada de Donald Trump. No obstante, si el enjuiciamiento de Trump provocaría disturbios civiles amplios, como sugiere el Times, entonces esto atañe a más de un solo hombre. Debe haber poderosas fuerzas sociales involucradas.
Lo que el editorial omite por completo es un análisis de los conflictos sociales y políticos que se han intensificado en los últimos 30 años y condujeron al colapso de la democracia estadounidense. Si no pueden señalar las causas subyacentes de este evento histórico, se debe a que eso significaría extraer conclusiones políticas completamente inaceptables para la clase gobernante estadounidense, a la cual representa el Times.
¿Cuáles son los factores fundamentales del colapso de las formas democráticas de gobierno burgués en EE.UU.?
La desigualdad económica ha alcanzado niveles que le vuelven imposible al capitalismo estadounidense reconciliar el sistema de lucro y la acumulación de fortunas inauditas en manos de una oligarquía financiera diminuta con los trapos que quedan de constitucionalidad y formas democráticas de gobierno. La crisis económica ahora incluye una combinación nociva de inflación desenfrenada, las primeras señales de una contracción global, la multiplicación de la deuda corporativa y bancaria y un ataque sistemático a los niveles de vida de la clase trabajadora.
La pandemia global del COVID-19 ha matado a más de 20 millones de personas, incluyendo más de un millón en EE.UU. Esta masiva cifra de muertes es el producto directo de la decisión de la burguesía de subordinar la vida humana al lucro privado.
Lo que es más amenazante es que las mayores potencias imperialistas, particularmente EE.UU., están recurriendo a conflictos militares a una escala no vista desde la Segunda Guerra Mundial. Amenazan con desencadenar un conflicto directo con Rusia y China, ambas potencias nucleares, suscitando la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial con armas nucleares.
El Times no menciona nada de esto. Es más, su presentación de los acontecimientos del propio 6 de enero constituye una minimización y un encubrimiento.
Menciona brevemente que Trump procuró “alistar a oficiales de los Departamentos de Justicia, Seguridad Nacional y Defensa y persuadir a oficiales en ciertos estados a volcar la elección a su favor”. De esto modo, evita abordar la respuesta de estos oficiales a las solicitudes de Trump. ¿Qué papel desempeñaron estos departamentos y, especialmente, el ejército, en los planes golpistas de Trump? ¿Qué hicieron los generales y funcionarios civiles de mayor rango en el Pentágono el 6 de enero? ¿Cuál fue la causa del retraso de 199 minutos en el despliegue de la Guardia Nacional de Washington D.C. para defender el Capitolio contra la turba armada?
Asimismo, el Times omite el apoyo generalizado de las acusaciones fraudulentas de Trump de una “elección robada” en la dirección del Partido Republicano, incluyendo a una mayoría de sus congresistas que votaron en contra de certificar los votos del Colegio Electoral incluso después de que los atacantes fueran despejados del Capitolio. En cambio, el diario cita “a altos funcionarios republicanos” que testificaron contra Trump ante el comité de la Cámara de Representantes que investiga el golpe de Estado del 6 de enero. El editorial se alinea de esta manera con los llamados del presidente Biden a sus “colegas republicanos” a que colaboren con su Administración, después de que estos “colegas” apoyaran el intento de anular la elección de Biden por un margen de siete millones de votos.
Los eventos del 6 de enero de 2021 no ocurrieron en un vacío. Son el resultado de una crisis prolongada de la democracia estadounidense, cuyos puntos nodales de importancia crítica incluyen el robo de las elecciones del año 2000, las medidas policiales estatales instituidas después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 bajo Bush y Obama y los ataques en marcha contra los derechos democráticos encabezados por una cábala de fascistas y teócratas en la Corte Suprema.
El 6 de enero tampoco se sale de la norma de los eventos mundiales. Ha habido una ola de ataques contra la democracia y giros hacia la dictadura en todo el mundo: en Brasil, Filipinas, Sri Lanka y, más recientemente, en Australia, donde fue revelado que el ex primer ministro Scott Morrison tomó control secretamente de cinco ministerios en 2021 para arrogarse facultades cuasi dictatoriales en respuesta a la pandemia de COVID-19. En Europa, los partidarios de Trump están a punto de encabezar los Gobiernos de Italia y Reino Unido.
El editorial hace varias referencias a la época de la guerra civil, declarando llanamente que Trump ha ido más lejos que cualquier otro presidente en amenazar el Gobierno constitucional y el estado de derecho. Pero la guerra civil estadounidense no estalló a causa de las personalidades de Jefferson Davis y Abraham Lincoln, sino del “conflicto irreprimible” entre dos órdenes sociales: el trabajo esclavo y el trabajo libre. ¿Cuál es el conflicto social detrás del estallido de un conflicto civil en EE.UU. hoy día? El Times guarda silencio al respecto.
Es inevitable concluir de su editorial que el Times está menos preocupado por el futuro de la democracia estadounidense que por que el regreso de Trump y los republicanos al poder interrumpa la escalada actual de la guerra estadounidense por delegación contra Rusia en Ucrania y provoque conflictos sociales masivos en EE.UU. que pongan en cuestión el propio sistema capitalista.
Al Times le preocupa que, si el Departamento de Justicia toma acciones contra Trump, éste movilizará a sus seguidores derechistas en contra y causará “disturbios civiles”. Pero ni el editorial ni el Partido Demócrata hacen un llamado a acciones populares para combatir tales ataques. Por el contrario, el ala demócrata de la aristocracia financiera, que incluye a los editores acaudalados del Times, teme mucho más las consecuencias de tal llamado que cualquier cosa que Trump pueda hacer.
Si bien el Times pide procesar a Trump, la realidad es que la política del Partido Demócrata que representa está fortaleciendo las tendencias hacia el autoritarismo y la dictadura. Más fundamentalmente, la política central del Gobierno de Biden —la guerra contra Rusia y los preparativos de guerra contra China— exige métodos cada vez más represivos contra la clase trabajadora en casa.
La defensa de la democracia está completamente ligada a la entrada de la clase trabajadora en la vida política estadounidense como una fuerza independiente. Pero esta movilización no se puede limitar a cuestiones de democracia formal y la defensa de las normas constitucionales. Plantea directamente la cuestión de hacer valer los derechos sociales de la clase trabajadora, la defensa de empleos, niveles de vida dignos y servicios sociales como la salud y la educación. Solo la clase trabajadora puede garantizarlos por medio de la lucha por realizar un programa anticapitalista y socialista.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 28 de agosto de 2022.)