Nvidia y la inteligencia artificial alimentan el frenesí del mercado

Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2024/02/26/f90d-f26.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws                    Nick Beams                                                                                26/02/24

La oleada bursátil, impulsada por el diseñador estadounidense de chips Nvidia, que ha llevado a Wall Street y a otros mercados, incluido Tokio, a nuevos máximos históricos, expresa algunas de las contradicciones esenciales del sistema capitalista de beneficios.

Un edificio de oficinas de Nvidia en Santa Clara, California, el 31 de mayo de 2023. Jeff Chiu [AP Photo/Jeff Chiu]

No cabe duda de que la inteligencia artificial (IA), de la que Nvidia es el principal proveedor de chips informáticos con cerca del 80% del mercado, es un poderoso desarrollo de las fuerzas productivas, que sienta las bases de importantes avances económicos.

Pero al mismo tiempo, el frenesí del mercado que ha desatado subraya el papel central que la especulación improductiva y el parasitismo desempeñan ahora como motor de los beneficios y la acumulación de riqueza. Las decenas, incluso centenares, de miles de millones de dólares que se están embolsando los fondos de cobertura, los especuladores y los presidentes de las empresas con la subida del precio de sus acciones no contienen ni un átomo de valor real. Sólo han añadido otro piso al castillo de naipes que es el sistema financiero mundial.

Nvidia empezó en 1993 como fabricante de chips para videojuegos produciendo unidades gráficas (GPU) para ejecutarlos. Como informó el Financial Times: ‘Hace dos años, Nvidia hacía la mayor parte de su dinero vendiendo tarjetas gráficas. Era un nombre familiar sólo para los jugadores de PC más dedicados’.

Pero se descubrió que sus GPU, que funcionaban de forma algo diferente a otros chips, permitiendo cálculos múltiples más rápidos, tenían aplicaciones necesarias para el desarrollo de la IA.

Su gran oportunidad llegó a finales de 2022, cuando OpenAI hizo pública su herramienta ChatGPT, y quedó claro el enorme potencial que tenía la IA en todos los ámbitos.

Esto provocó una avalancha de inversiones en OpenAI debido a la capacidad de ChatGPT para generar un lenguaje similar al humano y proporcionar respuestas a una serie de preguntas.

Las grandes empresas de alta tecnología se lanzaron al desarrollo de la IA y se convirtieron en grandes compradores de los chips de Nvidia, al tiempo que intentaban desarrollar los suyos propios.

El año pasado se produjo un espectacular aumento de las ventas, los beneficios y el precio de las acciones de Nvidia, culminado con el anuncio de sus resultados del cuarto trimestre publicado el pasado miércoles.

Obtuvo unos ingresos de $22.100 millones, muy por encima de las previsiones de los analistas de $20.400 millones, con un beneficio neto de $12.290 millones, frente a los $1.490 millones del año anterior. Prevé unas ventas de unos $24.000 millones para el trimestre en curso, declarando que el problema no es la demanda, sino la capacidad de la empresa para satisfacerla.

Los resultados de beneficios e ingresos se dieron a conocer tras el cierre del mercado, y las acciones de Nvidia cayeron un 2,9% en las operaciones regulares. Sin embargo, en las operaciones posteriores al cierre, el precio de las acciones subió un 10% hasta alcanzar los $741 en los 30 minutos siguientes a la publicación de los resultados. Esto supuso un aumento del valor de mercado de $250.000 millones en menos de una hora, después de que las acciones de la empresa ya hubieran triplicado su precio en los últimos 12 meses.

Incluso se han hecho proyecciones de que sus acciones podrían llegar a los $1.300, lo que transformaría a Nvidia en una empresa de $3 billones. Ya ha superado una valoración de mercado de $2 billones y es ahora la tercera empresa más valiosa del mundo después de Apple y Microsoft.

Tras el resultado de Nvidia, los mercados europeos subieron, y el índice Stoxx Europe 600 alcanzó un máximo histórico. El índice japonés Nikkei 225 también batió un récord, eclipsando el nivel que alcanzó hace 34 años, antes de que el mercado de valores y la burbuja inmobiliaria se desplomaran a principios de la década de 1990.

La subida de las acciones de Nvidia ha sido responsable de una cuarta parte de la subida del índice de referencia S&P 500 en lo que va de año. Tan grande ha sido su influencia que algunos analistas del mercado afirmaron que la publicación de sus cifras de ingresos y beneficios era un acontecimiento más importante que la publicación de los datos de inflación.

En cualquier caso, Wall Street ignoró la publicación de las actas de la reunión de la Reserva Federal, que mostraban que los miembros de su órgano rector se mostraban cautos sobre la ronda de recortes de los tipos de interés por la que viene apostando.

Como siempre ocurre cuando llega lo que se considera el ‘próximo gran acontecimiento’, no faltaron los promotores, y el fundador y consejero delegado de Nvidia, Jensen Huang, ocupó el primer puesto.

‘La computación acelerada y la IA generativa han alcanzado un punto de inflexión. La demanda está creciendo en todo el mundo, en empresas, sectores y países’, afirmó.

En una llamada con inversores, dijo que Nvidia había hecho posible ‘todo un nuevo paradigma informático llamado IA generativa’. Los chips de Nvidia eran ‘esencialmente fábricas de generación de IA’ de la nueva revolución industrial.

La mesa de operaciones de Goldman Sachs intervino calificando a la empresa como ‘la acción más importante del planeta Tierra’.

La semana pasada, el patrimonio personal de Huang aumentó en $9.600 millones en un solo día. El año pasado, el valor de mercado de Nvidia era de 13.500 millones de dólares, ahora supera los 2 billones.

La subida de las acciones de Nvidia ha aumentado la riqueza de los 30 milmillonarios que aparecen en la lista de riqueza de Bloomberg y que atribuyen parte de su riqueza a la IA en un total combinado de $42.800 millones.

Dos pequeñas empresas vinculadas a Nvidia, Nano-X Imaging y SoundHound AI, también se dispararon después de que Nvidia detallara su relación con ellas. Las acciones de Nano-X se duplicaron, mientras que las de SoundHound AI aumentaron un 69%. Alguien lo sabía o lo adivinó.

Se hicieron grandes sumas de dinero tras un aumento masivo de las opciones de compra a corto plazo sobre Nano-X, que sólo se pagarían si se producía un fuerte repunte. Y lo hubo, con el resultado de que una operación contratada que se vendió por sólo 0,04 dólares el lunes subió casi un 16.000%.

Los fondos de cobertura han sido uno de los principales beneficiarios. Arrow Street Capital, según el FT, compró casi cuatro millones de acciones de Nvidia en el cuarto trimestre del año pasado, lo que elevó el valor de sus participaciones a $2.100 millones y le reportó unos beneficios de $1.000 millones en lo que va de año.

El fondo de cobertura Bridgewater ganó $65 millones en lo que va de año tras cuadruplicar sus acciones de Nvidia, y es probable que las ganancias de las acciones del fondo de cobertura Renaissance Technologies superen los $375 millones.

En medio del revuelo que rodea a la inteligencia artificial y a Nvidia, que recuerda al de la burbuja de las puntocom a principios de este siglo, suenan algunas notas de cautela.

John Thornhill, columnista del FT, comenta que podría darse el caso de que ‘los inversores se estén adelantando en su entusiasmo por las empresas de hardware relacionadas con la IA. … Hay un exceso de capacidad en varios segmentos de la industria de semiconductores, que es notoriamente cíclica. Existe un riesgo geopolítico asociado a China, uno de los mayores mercados de chips del mundo, que se está viendo presionado por las restricciones a la exportación de Estados Unidos. Es probable que se avecine una saludable corrección del mercado’.

Thornhill se refirió a un artículo de su colega June Yoon, periodista del FT, en el que recordaba la quiebra de las telecomunicaciones a principios del 2000.

‘El mayor riesgo de invertir demasiado dinero, demasiado rápido, en chips de inteligencia artificial es el exceso de capacidad’, escribió. ‘Esto ya es un problema para los chips de generaciones anteriores. Con la actual recesión del sector durando más de lo esperado, Samsung tuvo que recortar la producción el año pasado para hacer frente a un exceso de chips cada vez mayor’.

Concluyó que la adopción generalizada de la IA puede llevar tiempo, ‘más de lo que sugieren los precios actuales de las acciones y las expectativas de financiación’ y que ‘el bombo publicitario y el exceso de inversión son una combinación peligrosa’.

A pesar de todos los miles de millones que se están generando en el mercado bursátil, nada de esto representa un valor real. La IA encierra ciertamente la perspectiva de avances reales. Pero se está desarrollando en un mundo de tendencias recesivas cada vez más profundas, donde las únicas áreas de ‘crecimiento’ son la especulación financiera y los presupuestos militares.

En estas condiciones, el frenesí de los marcadores no es un signo de salud, sino que más bien está creando las condiciones para una crisis. La contradicción entre las posibilidades de la IA y la especulación febril que ha producido, recuerda el análisis de Marx según el cual una era de revolución social está marcada por el conflicto entre el crecimiento de las fuerzas productivas y las relaciones sociales en las que se encuentran.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 24 de febrero de 2024)

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