Fuente: https://mpr21.info/noruega-se-opone-a-limitar-el-precio-del-gas/
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Mientras la mayoría de los países europeos quieren introducir límites al precio de las importaciones de gas para reducir la factura energética, Noruega se opone por dos motivos. El primero es que se está forrando con la subida de precios. El segundo es que sus yacimientos de gas se están agotando.
El país escandinavo, que se ha convertido en el principal proveedor de gas natural de Europa desde las sanciones a Rusia, ha sido discreto hasta ahora en este asunto y considera que un precio máximo no cambiará el problema de fondo, que es que “hay muy poco gas en Europa”.
“Estamos de acuerdo en mantener un diálogo aún más estrecho con la Unión Europea en el futuro en relación con las diferentes propuestas que están sobre la mesa. Abordamos las discusiones con una mentalidad abierta, pero somos escépticos respecto a un precio máximo del gas”, declaró el lunes el Primer Ministro noruego, Jonas Gahr Store.
“Pero hay críticas en el país y en el extranjero, y algunos temen que sea visto como un especulador de la guerra. A medida que la guerra y la consiguiente crisis energética se prolongan, el dinero que fluye hacia el norte [Noruega] está resultando embarazoso”, afirmó la semana pasada el semanario británico The Economist.
Este año, los ingresos por petróleo y gas podrían alcanzar los 150.000 millones de euros, a los que habría que sumar otros 1.900.000 millones el año que viene, batiendo el récord del año pasado: 830.000 millones.
La Comisión Europea quiere limitar el precio del gas, pero no está convencida de que la medida vaya a funcionar. Ocurre como con las mascarillas durante la pandemia. Intentaron poner límites a los precios de compra y nadie quiso venderlas ya que siempre había un tercero que estaba dispuesto a pagar lo que fuera por ellas.
Noruega dice lo mismo que Rusia: los países europeos se han negado a firmar contratos a largo plazo de suministro de gas a precios establecidos. Siempre optaron por comprar en el momento y a los precios de mercado. Ahora es muy tarde para cambiar una política errónea.