El Sudamericano
31/05/24
Nora siempre estuvo
aunque apenas se hacia notar
nunca se anotaba
nunca prefirió la primera fila
hasta que le fue imposible negarse
Lejos, un rato, por ahora
de este mundo de miseria y paranoia
sin abandonar nunca su lugar en el combate
hay mucho mucho más
de lo que podría
o debiera escribirse en su respeto
No, no, no era “Norita”
ella creía que las mujeres
todas, son madres y eso es todo
diferente para cada quien
las más importantes de los últimos
cincuenta siglos
de la edad del mundo
son las madres de los revolucionarios
las que murieron en las cárceles de la tortura
en los últimos cinco siglos de la edad del mundo
también los torturadores tienen madres
también los matones atómicos tienen madres
también los fascistas cocainómanos tienen madres
Nora no era una de esas madres.
En su última aparición pública dijo
¡El Fascismo No Pasará!
También los nietos clandestinos de la revolución
tienen madres, y abuelas
y mujeres, hijas
quien escribe sobre ellas
no escribe por ellas
Y, No, no son como otras
señoras madres, esfinges frívolas y frígidas
estatuas de papel de prensa burguesa
la mujer de un payaso
disfrazado de murciélago
con cucurucho de papel aluminio
en la cabeza
*