Los iraníes han demostrado indiscutiblemente su capacidad para lanzar ataques hipersónicos de gran potencia con gran precisión. Y aunque aún queda por ver cuántos de estos misiles de alta gama poseen realmente y cuál es su ritmo de producción, la conclusión es que Irán ha logrado una importante victoria estratégica con un fuerte efecto disuasorio. Con cada mes que pase, los iraníes se fortalecerán, y los israelíes estarán cada vez más desesperados por intentar hacer algo al respecto. Dudo que la paz esté en su agenda. —Will Schryver, analista militar de Substack
Si Irán tuviera un arma nuclear, Israel nunca habría lanzado su ataque el 13 de junio. Ese es el único hecho irrefutable que debería guiar la toma de decisiones iraní en el futuro. Armas nucleares equivalen a seguridad. Así de simple.
Un ethos fedayín inquebrantable —donde la resistencia no es meramente táctica sino sacrificial, arraigada en la voluntad inquebrantable de dar la vida por una causa justa— no sólo ha mantenido vivo al movimiento, sino que ha hecho de su resistencia un testimonio.
El enfoque innovador y valiente de Hamás en la guerra de guerrillas se ha mantenido firme, contra todo pronóstico, bajo el poderío militar conjunto de Israel y Estados Unidos. Mediante la evolución táctica, emboscadas a corta distancia, armamento de fabricación local y una férrea ética fedayín , la resistencia no solo ha sobrevivido, sino que ha mantenido el control sobre territorios clave, ha moldeado las negociaciones de alto el fuego y ha frustrado los objetivos estratégicos de Israel.
Esta resistencia en el campo de batalla marcó un punto de inflexión estratégico en octubre de 2023, cuando Hamás recalibra sus tácticas hacia una resistencia más descentralizada y guerrillera. Su capacidad para regenerar fuerzas, adaptarse rápidamente a las condiciones del campo de batalla e imponer costos a las unidades de élite de las FDI demuestra un nivel de resiliencia operativa que pocos anticiparon. Lo que se esperaba que fuera una rápida erradicación se ha convertido en una confrontación prolongada, donde la resistencia de Hamás en el campo de batalla ahora resuena como influencia política.
Al principio de su evolución militar, Hamás se basó en la resistencia simbólica: ataques con cohetes y declaraciones que indicaban desafío más que efectividad en el campo de batalla, especialmente durante conflictos como la «Operación Plomo Fundido» y «Margen Protector». Estos gestos buscaban resistir, afirmar su presencia y mantener la legitimidad política bajo asedio.
Pero desde la ofensiva de octubre de 2023, ese paradigma ha cambiado. Hamás ha adoptado el desgaste táctico, desplegando artefactos explosivos improvisados (IED) avanzados, ataques antitanque a corta distancia y maniobras de guerrilla adaptativas para infligir daños mensurables y disputar territorio. Su estrategia ahora busca no solo sobrevivir, sino frustrar las operaciones israelíes y alcanzar objetivos militares concretos, incluso a un coste extraordinario.
El arsenal de Hamás —cohetes de producción local como el Qassam y el Sejjil, misiles antitanque Yassin-105, morteros, armas pequeñas y artefactos explosivos improvisados— refleja el ingenio táctico forjado bajo asedio. Talleres ocultos por toda Gaza siguen produciendo armas en masa a pesar de los incesantes ataques aéreos israelíes contra sus plantas de fabricación. Los diseños se adaptan rápidamente a las necesidades del campo de batalla, una resiliencia que se ha convertido en un elemento central de la estrategia de la resistencia.
Las municiones de corto alcance y alta movilidad dominan ahora la estrategia táctica de Hamás. En el denso terreno urbano de Gaza, estas permiten emboscadas y ataques rápidos contra vehículos blindados e infantería. Los artefactos explosivos improvisados (IED) han evolucionado con cargas huecas para perforar los blindados israelíes, mientras que los informes de combate sugieren técnicas tomadas de Hezbolá, como explosiones secundarias retardadas dirigidas a los equipos de rescate.
El cambio del desafío simbólico al desgaste táctico ha transformado profundamente el panorama del alto el fuego. Hamás ya no negocia desde la desesperación o la mera supervivencia, sino que aprovecha la resiliencia en el campo de batalla como capital político.
A pesar de las catastróficas pérdidas, Hamás ha demostrado una capacidad operativa sostenida: ha tendido emboscadas a las fuerzas israelíes, ha reocupado zonas despejadas y ha mantenido la producción de armas bajo asedio. Esto ha obligado a Israel a revisar sus objetivos bélicos. Si bien el primer ministro Netanyahu prometió inicialmente «eliminar a Hamás», declaraciones recientes priorizan la recuperación de rehenes e insinúan flexibilidad diplomática.
El contraste en el alcance del combate entre Israel y Hamás y sus facciones aliadas es marcado. Las armas de Hamás solo son efectivas de cerca: los combatientes deben arrastrarse entre las ruinas, acercarse a los tanques y colocar explosivos manualmente, a menudo bajo fuego directo. Estos actos no son meras maniobras tácticas; son ejemplos de valentía, de una resistencia dispuesta a arriesgarlo todo por cada metro de terreno.
En contraste, las fuerzas israelíes siguen siendo mayoritariamente aéreas. Aviones, drones y proyectiles de artillería a distancia, aislados del terreno. Donde Hamás se enfrenta al poder cara a cara, Israel ejerce la dominación desde arriba. Los fedayines luchan no solo con presencia física, sino con las convicciones que llevan grabadas en sus cuerpos: su resistencia, memoria y negativa a ceder se convierten en armas en sí mismas en una guerra de aniquilación asimétrica.
En mayo de 2025, Israel optó por operaciones estáticas con artillería pesada en una campaña que denomina «Carros de Gedeón», que finalmente hundió a sus fuerzas en los escombros de Gaza. Pero las tácticas de proximidad de Hamás siguen causando pérdidas, aprovechando la resistencia física (sus cuerpos son sus carros) para convertir el coraje y el terreno en activos estratégicos. Así, la lucha se convirtió en una prueba de resistencia política, donde la mera supervivencia de Hamás se convirtió en su moneda de cambio más fuerte.
La asombrosa resistencia de Hamás en el campo de batalla ha facilitado las negociaciones de alto el fuego, pero también las ha complicado. Al sobrevivir, y en ciertos aspectos, superar en maniobras a un adversario con una gran superioridad militar, Hamás entra en las negociaciones no como un actor derrotado, sino como alguien con influencia. Esta inversión alimenta una paradoja: la resiliencia del grupo, que antaño justificaba su contención, ahora exige concesiones políticas. Por lo tanto, las actuales propuestas de alto el fuego abarcan retiradas israelíes graduales, intercambio de rehenes e incluso marcos para la gobernanza posbélica.
El cambio de Hamás hacia el desgaste táctico ha transformado su papel en las negociaciones de alto el fuego y en los cálculos políticos más amplios. Tras sobrevivir meses de intensa guerra y demostrar resiliencia operativa, ahora negocia desde una posición de fuerza: exige la retirada total de Israel, rechaza el desarme y se afirma como un actor legítimo.
Esta influencia desafía directamente la pretensión de la Autoridad Palestina de un gobierno único, ya que la credibilidad de Hamás en el campo de batalla supera la relevancia diplomática de la AP en Gaza. Los mediadores internacionales se ven cada vez más obligados a considerar la influencia de Hamás, y las propuestas de modelos de gobernanza híbridos o supervisión tecnocrática sugieren que podría buscar el control político indirecto manteniendo su postura militar.
En el plano regional, esta resistencia ha perturbado los planes israelíes y estadounidenses para una Gaza posterior a Hamás, al tiempo que ha fortalecido la posición de Hamás entre segmentos de la población palestina y los públicos árabes simpatizantes.
Los mediadores se ven cada vez más obligados a considerar la influencia de Hamás, ya que el grupo sigue siendo un actor central tanto en la dinámica del campo de batalla como en los resultados de las negociaciones. He aquí una prueba concreta:
Interacción directa de los mediadores: Hamás ha presentado una «respuesta positiva» a las propuestas de alto el fuego de Qatar y Egipto, lo que indica su disposición a negociar términos que incluyan la retirada de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y garantías humanitarias. Los mediadores han reconocido el papel de Hamás al continuar las conversaciones indirectas en Doha, con Israel enviando una delegación a pesar de rechazar públicamente las enmiendas propuestas por Hamás.
Reconocimiento estadounidense del papel de Hamás: El presidente Trump declaró que «Hamás desea ese alto el fuego» y enfatizó que el acuerdo no mejoraría si Hamás lo rechazaba. Según informes, Estados Unidos también ha ofrecido garantías a Hamás, a través de mediadores cataríes, de que la guerra no se reanudará tras una tregua de 60 días, un reconocimiento tácito del poder negociador de Hamás.
Influencia de rehenes: El control continuo de Hamás sobre los rehenes ha obligado a Israel y a actores internacionales a dialogar directamente con él. El grupo ha utilizado propuestas de liberación escalonada de rehenes para definir las condiciones del alto el fuego, incluyendo demandas de intercambio de prisioneros y retirada territorial.
Control territorial: A pesar de las prolongadas operaciones israelíes, Hamás mantiene el control sobre el centro de Gaza, incluyendo zonas estratégicas como Nuseirat y Deir el-Balah. Este control le permite reafirmar su dominio táctico e influir en la distribución de la ayuda, consolidando aún más su papel en las negociaciones.
La evolución de Hamás, de la resistencia simbólica al desgaste táctico, ha trastocado la dinámica de poder tradicional. Al obligar a Israel a un conflicto prolongado sin una salida clara, el grupo se ha asegurado un papel en la configuración del futuro de Gaza, lo reconozcan o no sus adversarios. La pregunta ahora no es si Hamás participará en las negociaciones posbélicas, sino en qué términos.
En última instancia, la evolución de Hamás se enfrenta no solo a paradigmas militares, sino también a certezas políticas. Su lugar en el futuro de Gaza ya no es hipotético; está arraigado en los escombros, la resistencia y las negociaciones que le siguen.
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Rima Najjar es palestina. Su familia paterna proviene de Lifta, una aldea despoblada a la fuerza, en las afueras occidentales de Jerusalén, y su familia materna es de Ijzim, al sur de Haifa. Es activista, investigadora y profesora jubilada de literatura inglesa en la Universidad Al-Quds, Cisjordania ocupada. Visite el blog de la autora .
Es colaboradora habitual de Global Research.
Imagen destacada: La proximidad como poder: “Desde cero”. “من مسافة صفر” se ha convertido tanto en una descripción táctica como en un recurso retórico para afirmar que la resistencia no es abstracta ni remota, sino visceral, encarnada e inquebrantable. (Fuente: Rima Najjar)
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La fuente original de este artículo es Global Research
La primera dama Melania Trump (de izquierda a derecha), el gobernador de Texas Greg Abbott y el presidente Donald Trump reciben información sobre los daños causados por las inundaciones en Kerrville, Texas,el viernes 11 de julio de 2025. [AP Photo/Jacquelyn Martin]
El viernes, el presidente Donald Trump visitó la región central de Texas devastada por la inundación repentina que azotó el condado de Kerr el 4 de julio. Mientras Trump, acompañado por la primera dama Melania, la secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem, el gobernador Greg Abbott, los senadores texanos John Cornyn y Ted Cruz, entre otros, se reunía con los socorristas y las víctimas de la inundación, el recuento oficial de muertos ascendía a al menos 129.
Una crisis política ha estallado en la administración Trump por una supuesta lista que nombra a hombres poderosos que participaron en el notorio submundo de tráfico sexual y pederastia de Jeffrey Epstein.
La controversia ha expuesto profundas fisuras dentro de la administración, ha desatado una ola de recriminaciones y ha alimentado la sospecha pública sobre la participación del gobierno en un nuevo encubrimiento de los crímenes del milmillonario Epstein y sus socios.
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La crisis actual se desencadenó por un memorando emitido conjuntamente por el Departamento de Justicia (DOJ) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI), que declaró que no hay evidencia de una supuesta ‘lista de clientes’ de Epstein que implique a figuras de alto perfil en tráfico sexual o delitos relacionados.
Desde el pasado jueves 11 de julio de 2025, las Seis de la Suiza se han sumado a la larga lista de presos políticos del Estado español. Han ingresado en la prisión de Villabona para cumplir la pena de 3 años y medio de prisión por luchar por sus derechos laborales.
Ante el creciente aumento de su influencia en la región, Israel y Turquía comienzan a verse mutuamente como una amenaza para sus intereses y seguridad.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu RT
Tras el fin de la ‘guerra de 12 días’ entre Irán e Israel, el equilibrio de poder en Oriente Medio ha cambiado, mientras se intensifican las tensiones entre el país hebreo y Turquía.
Ambos países buscan ampliar su influencia en la región, en un contexto de deterioro progresivo de sus relaciones bilaterales, agravado por las acciones de Tel Aviv contra Gaza y otros Estados vecinos, así como por las duras críticas del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Trita Parsi, vicepresidente ejecutivo del Instituto Quincy para la Gobernanza Responsable (EE.UU.),considera que la cuestión no es si se producirá un enfrentamiento entre Ankara y Tel Aviv, sino la forma y alcance que tendrá.
La «amenaza turca»
En enero, un comité gubernamental israelí encargado de seguridad y estrategia publicó un informe que presenta a Turquía como una amenaza. El comité recomendó prepararse para una posible guerra con Ankara y aumentar el presupuesto de defensa en 15.000 millones de shekels (4.500 millones de dólares).
«Estamos siendo testigos de cambios fundamentales en Oriente Medio. Irán ha sido durante mucho tiempo nuestra mayor amenaza, pero están entrando en escena nuevas fuerzas y debemos estar preparados para lo inesperado«, declaró Netanyahu al comentar esas recomendaciones.
El primer ministro de Israel, Benjamín NetanyahuAnna Moneymaker / Gettyimages.ru
Tras el alto el fuego con Irán, algunos medios israelíes han intensificado su retórica antiturca, presentándola como un peligro mayor. El periódico Israel Hayom, el más leído del país, publicó un artículo del periodista Shay Gal titulado ‘Turquía es el nuevo Irán’, en el que exigía una «respuesta estratégica independiente de Israel» ante lo que calificó como «políticas inconsistentes de Estados Unidos y Europa» hacia Ankara.
La publicación también destaca la central nuclear turca de Akkuyu, cuyo funcionamiento está destinado a satisfacer las necesidades energéticas del país y cumple con las respectivas normativas. Sin embargo, el autor argumenta que la «insistencia [de Turquía] en el enriquecimiento independiente de uranio sugiere un rápido cambio hacia la capacidad nuclear militar».
El presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, y el presidente de Turquía, Recep Tayyip ErdoganTurkish Presidency / Gettyimages.ru
Además, señaló que Tel Aviv debe garantizar «la capacidad operativa para atacar activos militares turcos, de forma similar a sus acciones demostradas contra las amenazas iraníes».
Un artículo similar, firmado por dos columnistas, apareció en The Jerusalem Post esta semana. En él se afirma que Ankara «ha socavado constantemente la paz en Oriente Medio, proyectando una influencia desestabilizadora que contrasta radicalmente con los esfuerzos de Israel por neutralizar las amenazas regionales».
En la publicación también se recuerda una declaración de Erdogan hecha en 2019, en la que afirmó que no puede prohibir a Turquía tener armas nucleares mientras Israel las tenga. Al mismo tiempo, el artículo afirma que Ankara «aprovecha su membresía en la OTAN como inmunidad» y que buscaría liderar «una ofensiva anti-cruzada de los musulmanes contra Israel».
Ankara refuerza sus defensas
Las autoridades turcas perciben igualmente una amenaza en las acciones israelíes. Tras el inicio de los ataques de Israel contra Irán, el presidente Recep Tayyip Erdogan advirtió que las acciones del país hebreo representan un peligro para la región.
«Los ataques de Netanyahu y su red de masacres, que han incendiado toda nuestra región, deben detenerse sin falta», declaró. También manifestó que «Netanyahu ha superado con creces al tirano Hitler en crímenes de genocidio», refiriéndose al conflicto en Gaza.
Erdogan también alertó sobre los riesgos para la seguridad turca, señalando que «todas las instituciones están en alerta ante los posibles efectos» de los ataques israelíes contra Irán.
Al mismo tiempo, Devlet Bahceli, un influyente político turco y aliado del presidente, acusó a Israel de buscar rodear la región de Anatolia —de mayoría kurda— para desestabilizar a Turquía. «El objetivo político y estratégico de Israel es rodear la región de Anatolia, socavando el objetivo de una Turquía sin terrorismo en nombre de sus dueños», afirmó.
El diputado turco Devlet BahceliArda Kucukkaya / Gettyimages.ru
«Los que afirman que no subestimamos a Israel y a nuestro país son unos tontos que no han aprendido nada de la historia, de la vida y de los acontecimientos», añadió.
En un contexto del conflicto entre Israel e Irán, Erdogan anunció planes para reforzar las capacidades defensivas del país, incluyendo mayor producción turca de misiles de medio y largo alcance con el fin de «alcanzar una capacidad defensiva tan fuerte que nadie se atreva siquiera a mostrarnos dureza».
¿Seguridad a costa de otros?
Como señala Asli Aydintasbas, el conflicto entre Ankara y Tel Aviv trasciende lo geopolítico, reflejando también diferencias ideológicas.
El proyecto ‘El siglo de Turquía’ de Erdogan supone una política exterior ambiciosa, ampliando la influencia turca en el extranjero. A su vez, la coalición gobernante israelí persigue el dominio militar en Líbano, Gaza y Siria. «Estas visiones del mundo contrapuestas dejan poco margen para el compromiso», concluye.
El ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, mostró esta nueva percepción sobre Tel Aviv. «No existe un problema palestino, libanés, sirio, yemení o iraní, sino claramente un problema israelí», declaró el ministro durante una cumbre de la Organización de Cooperación Islámica. La columnista indica que existe un ‘reflejo especular’ de esta obsesión en Israel, donde una parte de los oficiales de seguridad ve cada vez más la influencia regional de Turquía como una amenaza a largo plazo, «más peligrosa que Irán».
Por su parte, Trita Parsi señala que no se trata de si Israel y Turquía optan por la rivalidad, sino cómo manejarán esa rivalidad: mediante la confrontación o una gestión pacífica. La doctrina de Israel implica un enfoque de confrontación, ya que supone alcanzar la seguridad no mediante el equilibrio, sino mediante el dominio sobre sus rivales, opina.
El presidente turco, Recep Tayyip ErdoganKlaudia Radecka / Gettyimages.ru
El acercamiento turco al nuevo gobierno de Siria ha aumentado las preocupaciones israelíes. Sin embargo, la membresía de Turquía en la OTAN y el G20, junto con su resiliencia económica, complican cualquier confrontación abierta, señala el experto.
«Pero mientras Israel crea que su seguridad solo puede lograrse dominando militarmente a todos sus vecinos que puedan representar una amenaza —es decir, aquellos que tienen la capacidad de hacerlo, independientemente de si tienen la intención o no—, entonces el surgimiento de Turquía como una gran potencia en la región la pondrá en la mira de Israel, le guste o no«, concluyó.
Desde que tengo memoria me han repetido una frase como si fuera mantra, consejo o condena: “Si trabajas duro, todo se puede”. Lo escuché de maestros, de políticos, de motivadores de YouTube y hasta de jefes con oficina alfombrada. Y claro, suena bonito. Hasta que una empieza a preguntarse: ¿Todo se puede… para quién?
Porque hay un pequeño detalle que casi siempre olvidan mencionar: el esfuerzo no cambia el color de piel. No borra tus rasgos, no alisa tu historia, no te devuelve el privilegio que nunca tuviste. Puedes estudiar, ser puntual, disciplinada, tener tres títulos y hablar dos idiomas, pero si eres negra y naciste en el norte de México, te toca remar más hondo. Y, a veces, con el remo roto.
Hoy es la fiesta por antonomasia en Francia y, de aperitivo, ayerMacron pronunció un discurso ante las tropas con los tópicos del momento: peligros por todos los costados y, para remediarlo, rearme y militarización de la sociedad.
Anunció cambios en la doctrina nuclear francesa, la profundización de la cooperación con Reino Unido y el aumento en el tamaño del ejército. “Debemos dar la opción de servir, no reinstaurar el servicio militar obligatorio, sino permitir que los jóvenes voluntarios se capaciten en las fuerzas armadas y fortalezcan sus filas”, declaró en enero.