La junta militar de Níger ha renunciado oficialmente al acuerdo de cooperación militar con Estados Unidos, firmado en 2012, lo que marca un punto de inflexión en las relaciones diplomáticas y militares entre los dos países. El gobierno de transición considera ilegal la presencia de tropas estadounidenses en su suelo.

Hace unos días decíamos que Estados Unidos seguía teniendo las llaves del Sahel. Ahora decimos que las ha perdido en medio del desierto. El viraje añade una tensión creciente a los países vecinos, que empezó con Francia y ahora sigue con Estados Unidos.

El coronel Amadu Abdraman, portavoz del gobierno, ha declarado en un discurso televisado que la decisión se ha tomado “teniendo en cuenta las aspiraciones y los intereses del pueblo nigerino”. Calificó el acuerdo con Estados Unidos de “injusto” e “impuesto unilateralmente”.

El anuncio llega tras la suspensión por parte de Estados Unidos de su cooperación militar con Níger tras el derrocamiento del presidente Mohamed Bazum el año pasado.

Sin embargo, el Pentágono mantiene una importante presencia de 1.100 soldados en el país y la última visita de una delegación estadounidense había expresado su voluntad de reanudar la cooperación militar para preservar su base de drones en Agadez.

Durante la reciente visita de la subsecretaria de Estado para Asuntos Africanos, Molly Phee, se produjo un incidente diplomático cuando los nigerinos le negaron una entrevista con el jefe del directorio militar.

La forma en que se gestionó la visita, calificada de poco respetuosa con las prácticas diplomáticas, ha influido en la abrupta decisión del nuevo gobierno de Niamey.

A pesar de la tensa situación, el coronel Abdraman habló del compromiso de Níger de volver a la normalidad constitucional, subrayando el deseo del gobierno de transición de restablecer el orden democrático. La promesa se hace eco de un contexto regional complejo, donde Níger, junto con Burkina Faso y Malí, está explorando nuevas alianzas y fortaleciendo su lucha conjunta contra los yihadistas.

El futuro de las relaciones entre Níger y Estados Unidos sigue siendo incierto, mientras el Pentágono y el Departamento de Estado de Estados Unidos meditan sus próximos pasos.

La revocación del acuerdo militar con Estados Unidos se suma a una serie de medidas similares tomadas por Níger hacia Francia, con la salida de los últimos soldados franceses en diciembre del año pasado.