28 de diciembre de 2025 Hora: 11:28
Netanyahu se encontrará este lunes con el mandatario estadounidense, en un encuentro marcado por tensiones internas que enfrenta su gobierno.
Será la quinta vez que se reúnen los dos mandatarios en EE.UU. desde el regreso del republicano a la Casa Blanca. Foto: EFE
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, este viaja este domingo hacia Estados Unidos para reunirse mañana lunes con el presidente Donald Trump, según confirmó a la prensa un portavoz de la oficina de Gobierno. Esta será la quinta reunión entre ambos mandatarios en territorio estadounidense desde el regreso del republicano a la Casa Blanca en enero de 2025.
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Aunque no existe una agenda pública oficial, fuentes diplomáticas dan por sentado que el encuentro girará en torno a la segunda fase del alto el fuego en Gaza, el papel de Estados Unidos en el proceso y las preocupaciones de Israel respecto a Irán y Hizbulá, desconociendo las sistemáticas violaciones de Tel Aviv a dicho acuerdo. La cita se realizará en la residencia presidencial de Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida.
Según fuentes citadas por la prensa israelí, Trump presionaría a Netanyahu para avanzar en compromisos concretos vinculados al plan de paz acordado en octubre, que proyectó el cese de los bombardeos sobre Gaza y el repliegue militar israelí hacia la denominada “línea amarilla”, aunque siguen siendo recurrentes las incursiones militares en el territorio y el asesinato de civiles próximos a la frontera impuesta.
La segunda fase del plan, prevista para mediados de enero, incluye el desarme de Hamás, el despliegue de una Fuerza Internacional de Estabilización (FSI), la retirada total de Israel del enclave y la instalación de un gobierno de transición, con participación de actores regionales. EE.UU., Egipto, Catar y Turquía mantienen conversaciones paralelas para sostener este esquema. No obstante, la realidad actual del conflicto dista mucho de las proyecciones previstas, principalmente en función de las violaciones al alto al fuego que ha cobrado desde su puesta en vigor más de 400 vidas en el enclave.
En discursos recientes, Trump sostuvo que “Israel, con nuestra ayuda, ha ganado todo lo que se puede lograr por la fuerza de las armas. Ahora es el momento de transformar esas victorias en paz y prosperidad para todo Oriente Medio”, en referencia al giro político que impulsa Washington, pese a que este no ha significado un cambio real en la tensa crisis humanitaria que vive Gaza.
Mientras tanto, en Israel, el viaje se produce en un clima de mayor presión interna. Crece el malestar por el caso denominado ‘Catargate’, que investiga presuntos pagos provenientes de Doha a asesores cercanos a Netanyahu durante la ofensiva en Gaza, y por la crisis abierta en torno al proyecto de ley para el alistamiento obligatorio de los sectores ultraortodoxos, que ha desencadenado nuevas protestas masivas.
Netanyahu no viaja acompañado de prensa, y fuentes cercanas al entorno diplomático admiten que esta cita puede marcar un punto de inflexión en la relación personal y política entre ambos líderes, pese a que sectores del círculo presidencial estadounidense ya manifiestan cansancio con el mandatario israelí.
El resultado del encuentro será determinante para evaluar si la fase dos del acuerdo avanza, se estanca o queda sujeta a renegociación, en medio de presiones geopolíticas y una opinión pública israelí cada vez más fragmentada.