El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que las fuerzas israelíes «lanzarán una actividad operativa adicional contra centros terroristas» durante una reunión informativa militar dentro de la ciudad ocupada de Tulkarem, Cisjordania, el 21 de febrero.

«En el último año hemos aumentado considerablemente nuestra actividad», afirma. «Estamos entrando en los bastiones terroristas, limpiando calles enteras utilizadas por los terroristas, sus casas. Estamos eliminando a los terroristas y a los comandantes».

La entrada de Netanyahu a la ocupada Tulkarem se produjo en medio del continuo asalto del ejército israelí a la ciudad.

La agencia de noticias WAFA informó el viernes que Netanyahu irrumpió en una casa en el campamento de refugiados de la ciudad acompañado por soldados.

Los medios israelíes compartieron una foto de Netanyahu dentro de la casa junto a oficiales militares israelíes. La imagen también muestra a soldados israelíes colocando una bandera israelí en una de las paredes de la casa, agregó WAFA.

En respuesta, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados palestino declaró que «Netanyahu y [el Ministro de Defensa Israel] Katz irrumpieron en el campo de refugiados en un momento en que las fuerzas de ocupación seguían desplazando por la fuerza a más de 40.000 palestinos de los campos de refugiados en el norte de Cisjordania bajo pretextos endebles».

El Ministerio condenó la «agresión de Israel contra el pueblo palestino», incluidas sus «ejecuciones extrajudiciales, demoliciones de viviendas y desplazamientos forzados de palestinos».

El martes, un funcionario palestino dijo a la Agencia Anadolu que el ejército israelí había destruido completamente unas 50 casas y 280 tiendas en el campo de refugiados de Tulkarem durante su último ataque.

El vicegobernador de Tulkarem, Faisal Salama, dijo que el ejército israelí está «trabajando para remodelar las características y la geografía del campamento de Tulkarem a través de la demolición extensiva de propiedades palestinas».

Lo que ocurre en el campamento de Tulkarem es «un plan de ocupación sistemático, mediante el cual se abren nuevas carreteras sobre las ruinas de los edificios», añadió Salama.

La operación militar israelí es «una masacre y un plan ilegal llevado a cabo en medio del silencio árabe e internacional».

«Estamos viviendo unas condiciones trágicas y una auténtica catástrofe que afecta a las mujeres, a los niños, a los ancianos y a todo el mundo», afirmó el responsable palestino.

Al menos 897 civiles palestinos y combatientes de la resistencia han sido asesinados por fuerzas israelíes o colonos judíos ilegales en Cisjordania desde que comenzó la guerra de Gaza, según un recuento de AFP basado en cifras proporcionadas por el Ministerio de Salud palestino.