Imágenes satelitales y vídeos vistos por el periódico israelí Haaretz mostraron que la banda que Israel apoya había expandido su presencia en el sur de Gaza y estaba operando dentro de un área bajo el control directo del ejército israelí.

Según informes de los medios de comunicación, la banda estaría liderada por Yasser Abu Shabab, un residente de Rafah de una familia beduina, conocido localmente por su participación en actividades delictivas y el saqueo de ayuda humanitaria.

Se cree que la banda de Abu Shabab, autodenominada «Servicio Antiterrorista», está compuesta por unos 100 hombres armados. El Times of Israel informó el jueves, citando fuentes de defensa anónimas, que Israel había proporcionado a los miembros de la banda fusiles de asalto Kalashnikov, incluidas algunas armas confiscadas a Hamás.

Horas antes, Lieberman, un legislador de la oposición, afirmó que la banda de Abu Shabab estaba afiliada al grupo Estado Islámico.

“El gobierno israelí está entregando armas a un grupo de criminales y delincuentes, identificados con el Estado Islámico, bajo la dirección del primer ministro”, dijo Lieberman, quien encabeza el partido opositor Yisrael Beiteinu, a la radio pública Kan Bet.

«Que yo sepa, esto no pasó por la aprobación del gabinete».

Funcionarios de Hamás declararon a Reuters que Abu Shabab era buscado por «colaborar con la ocupación contra su pueblo». Añadieron que combatientes de Hamás habían matado al menos a dos docenas de hombres de Abu Shabab antes de enero, tras presuntamente saquear camiones de ayuda humanitaria.

Anas al-Sharif, de Al Jazeera Arabic,  informó  a principios de mayo que las fuerzas israelíes atacaron a propietarios de comercios y a equipos de seguridad locales de Gaza que intentaban proteger los comercios de los saqueos y el caos. 

Asaad al-Kafarna, un oficial de policía de Gaza, fue asesinado por fuerzas israelíes cerca de un restaurante el 2 de mayo después de perseguir a saqueadores armados acusados ​​de colaborar con el ejército de Israel. 

En respuesta a estos saqueos por parte de bandas, varias familias influyentes de Gaza publicaron declaraciones denunciando las escenas. 

«Estas bandas actúan en consonancia con los objetivos de la ocupación»,  escribió  entonces la familia Madhoun. 

En noviembre, un memorando interno de la ONU obtenido por el Washington Post reveló que las pandillas “pueden estar beneficiándose de una benevolencia pasiva, si no activa”, o “protección” de las tropas israelíes. 

Uno de esos líderes de bandas, según el memorándum, estableció un “complejo de tipo militar” en una zona “restringida, controlada y patrullada” por el ejército israelí. 

Los comentaristas han  sugerido  que al respaldar a bandas criminales y atacar a miembros de la administración civil de Gaza, Israel estaba intentando crear un vacío de poder y anarquía. 

A principios de este mes, la familia Abu Shabab repudió a Yasser por sus conexiones con el ejército israelí, diciendo que él y cualquiera que se uniera a su grupo «ya no están vinculados» a la familia.