Han muerto además peregrinos de Túnez, Indonesia, India, Malasia, Bangladés, Marruecos y el Kurdistán iraquí. Foto: EFE

Se estima que la mayor parte de los fallecidos son de Egipto y la causa de muerte ha sido el golpe de calor.

Más de 900 fieles musulmanes han muerto durante la peregrinación anual a La Meca en Arabia Saudita, conocida como hach, debido a las temperaturas que han llegado a alcanzar los 52 grados.

Fuentes médicas han declarado que la mayor parte de los fallecidos son de Egipto (325) y la causa de muerte ha sido el golpe de calor, aunque el Gobierno egipcio oficialmente ha reconocido sólo 28 de una delegación conformada por 50.000 personas.

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Se estima que la diferencia entre cifras guarda relación con que más de la mitad de las víctimas eran peregrinos que no estaban registrados en los listados oficiales, pues muchos tratan de llegar a La Meca de modo irregular por falta de recursos económicos.

Igualmente, se registran 75 ciudadanos jordanos entre los que han perdido la vida, por lo que tanto los gobiernos de Egipto como de Jordania han denunciado a personas y agencias que se encargan de organizar viajes irregulares, por lo que han asegurado que sobre ellos caería el peso de la ley.

De la misma manera, han muerto peregrinos de Túnez (49), Indonesia (más de 200), India (98), Malasia (34), Bangladés (31), Marruecos (20) y el Kurdistán iraquí (19); mientras naciones como Libia, irán, Holanda, Siria, Estados Unidos también han reportado fallecidos.

Anualmente, el Gobierno de Arabia Saudita expide un número de permisos y visados por países. El viaje hacia Le Meca tiene un costo promedio de 5.000 dólares y se les garantiza a los peregrinos acceso a instalaciones climatizadas, adecuada hidratación y tiendas de campaña. Sin embargo, quienes optan por acudir de modo irregular no tienen acceso a esos servicios.

El hach es un acontecimiento religioso que deben cumplir al menos una vez en la vida los musulmanes que cuentan con los medios para hacerlo.

Sin embargo, las olas de calor extremo de los últimos días que azota al continente euroasiático, unido a la congregación de miles de feligreses en torno al sitio sagrado, hace que las condiciones del peregrinaje se tornen peligrosas.