El despliegue de armas nucleares tácticas en Bielorrusia por parte de Moscú debería animar a la OTAN a evaluar la gravedad de la actual situación geopolítica, declaró este miércoles el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Riabkov, citado por la prensa local. Esta medida se efectuará sin violar el régimen de no proliferación, había subrayado  anteriormente el Kremlin.

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Durante la conversación con periodistas, el alto funcionario también realizó comentarios sobre el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, conocido como START III. Riabkov afirmó que EE.UU. tenía que entregarle a Moscú información sobre la disponibilidad de armas estratégicas ofensivas y, en caso de no querer hacerlo, debería haber suspendido su participación en el acuerdo o haberse retirado de él.

Washington, por su parte, alegó que no proporcionaría los datos acordados porque el presidente ruso, Vladímir Putin, firmó el pasado 28 de febrero una ley que ordena la suspensión de la participación del país eslavo en el tratado. Sin embargo, la Casa Blanca se comprometió a cumplir las otras obligaciones estipuladas en el START III «en su totalidad», subrayó Riabkóv.

«Veremos si de hecho lo hacen», dijo el representante ruso. «Por ahora, lamento decir que EE.UU. ha ampliado la lista de sus propios incumplimientos del tratado. Nunca se les concedió el derecho a no entregarnos los datos de medio año sobre la presencia [de armas estratégicas]», agregó.

Más tarde, el diplomático informó que cualquier formato de intercambio de información entre Rusia y EE.UU. en virtud del acuerdo se había detenido.

«En general, todo tipo de trabajos en el marco del tratado han sido suspendidos, no se llevarán a cabo. Y esto no depende de la posición que pueda adoptar EE.UU.», subrayó el vicecanciller ruso.