Fuente: https://mpr21.info/moscu-exhibe-al-aire-libre-los-trofeos-militares-de-la-guerra-de-ucrania/
Los países de la OTAN han enviado a Ucrania algunos de sus mejores equipos militares por valor de decenas de miles de millones de dólares en un esfuerzo por desangrar a Rusia.
Ayer comenzó en Moscú una exposición al aire libre de algunas de esas armas en el Parque de la Victoria, que recuerda el triunfo sobre Alemania nazi en 1945. Muestra decenas de vehículos militares capturados y piezas de armas de doce países, la mayoría de ellos miembros de la OTAN.
Los equipos ha sido reparados, al menos en parte, para volverlos a poner en funcionamiento y se han cubierto con pegatinas para que los visitantes comprueben los países que más han apoyado al ejército ucraniano.
Las piezas informan sobre los fabricantes, sus características técnicas y tácticas, así como dónde y bajo qué circunstancias cayó en manos de las tropas rusas.
La exposición se ubica en el Parque de la Victoria en la colina Poklonnaya, un complejo conmemorativo dedicado al triunfo del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi. También es el lugar donde Napoleón Bonaparte estuvo en 1812 antes de entrar en la capital rusa durante la invasión militar.
El Museo del Parque de la Victoria ya contaba con una exhibición al aire libre de armas soviéticas y del Eje fascista, capturadas durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy, 79 años después de la capitulación de la Alemania nazi, el complejo ha sido equipado con nuevas armas, recién llegadas del campo de batalla y pertenecientes a la OTAN.
Rusia ha destruido el equivalente a tres ejércitos ucranianos
“Es un gesto: estamos demostrando nuestra fuerza, y en algunas áreas nuestra superioridad, al mostrar el material de la OTAN, no sólo a nuestro propio pueblo, sino también a Occidente”, dijo Alexei Podberezkin, director del Centro de Asuntos Militares.
La exposición sirve “como ilustración de lo que sucederá a continuación con el equipo enviado a Ucrania, incluidas las nuevas armas que comienzan a llegar ahora, incluidos los tanques Abrams, los misiles ATACMS y mucho más”, añadió Podberezkin.
El teniente coronel Earl Rasmussen, un veterano con 20 años de experiencia en el ejército estadounidense, está de acuerdo en que la exposición está diseñada para enviar una señal a Occidente: Rusia está ahí y su ejército es capaz de volver a hacerlo.
Hasta ahora Rusia ha destruido el equivalente a tres ejércitos ucranianos, recuerda Rasmussen. “Las armas, las municiones… la capacidad de producción, la capacidad logística, todo está del lado de Rusia, añade.
“Es superior. Domina la escalada. También hay superioridad aérea y superioridad táctica. El tiempo está de su lado. Y todo esto [la continuación de la guerra] sólo agota a Occidente cada vez más. Desafortunadamente, creo que es un asunto triste para la población occidental. Y además, sus propios dirigentes les mienten”, asegura el coronel.
La exposición de Moscú es básicamente “una vergüenza para Occidente”. Recuerda las decenas de miles de millones de dólares desperdiciados en Ucrania. “Demuestra que los paquetes de ayuda” proporcionados por los países occidentales “no cambiarán el resultado de la guerra y sólo son una pérdida de dinero”, lamenta.
Es también otro recordatorio para Occidente de que su tecnología militar, en particular los Leopard, los Abrams, los Bradley, etc., no son las armas milagrosas que esperaban antes de la anunciada contraofensiva de Ucrania, que chocó contra el muro de las defensas rusas, comenta Podberezkin.
En el campo de batalla estos equipos no son mejores que las armas rusas. Las guerras no sólo las decide el acero, sino también las personas, en primer lugar los comandantes, los dirigentes militares, asegura Podberezkin.
Rasmussen está convencido de que los ingenieros militares rusos ya han examinado los equipos, analizando la capacidad de blindaje, los sensores, equipos de comunicaciones, interoperabilidad, etc. “Estoy seguro de que los ingenieros y diseñadores [rusos] lograron modificar fácilmente el equipo ruso para contrarrestar cualquier prestación que aún no habían abordado”, concluye Rasmussen.