Iñaki Alrui*. LQS. Mayo 2020

Batiburrillo de palabras a un mes de que nos dejara Luis Eduardo Aute, sin más pretensión que soltar recuerdos acumulados, abstracciones sueltas o vacuos espacios de tiempo, siendo nada y solo gratitud. Mira que eres canalla

Rito

No recuerdo exactamente en qué año empecé a oírle, el 74, el 75, yo era tan joven… alguno de mis hermanos mayores llevó el LP, y por vete a saber qué, sonó con mucha frecuencia. Para situarnos, era una época en que cuando uno decidía personalmente que un disco era de “culto”, se apuntaba las letras a papel y boli y se las aprendía. La frecuencia de oírlo en aquel “tocadiscos” o “cassette” estaba clara, era un disco de amor, de apego roto, todo coincidía con la edad de mis hermanos, y yo, como pequeño de la serie, solo tenía que pegar la oreja.

Las letras eran sencillas, fáciles de entender, mucho más que las de los otros discos que me decían de canción protesta, la voz de Eduardo sonaba clara, limpia y melódica. Temas como “Las cuatro y diez” siguen sonando en mi cabeza como el gran himno a las tardes de cine de barrio, y por supuesto “De alguna manera” ha sido la despedida en la soledad obligada de algunos momentos.
Ahora, con el paso del tiempo, le doy más sentido a aquel LP, Rito. Canciones De Amor Y Muerte (1), que hablaba de amor en una época tremendamente gris, dulces notas de color.

La música forma parte inseparable de nuestra vida, y en esa banda sonora que nos acompaña, la música de Luis Eduardo Aute siempre ha estado presente en la mía.

¡Uno de los nuestros!

Contraposiciones: por un lado estaban las llamadas “gentes de la cultura” acomodadas en el pesebre, afines al Boletín Oficial del Estado, defensoras pijo-progres del régimen del 78 (Prisa, por ejemplo). Por otro, los llamados “intelectuales y artistas” que lucharon contra Franco, pero de los de hoy ya no es necesario, que tenemos democracia… Llenos de batallitas y fantasías de caspa. Por otro más, los que no necesitan ni ser llamados, los de siempre, laureados apellidos, descendientes de este o aquel franquista, columnistas rancios, escritores vomitivos, cantantes bufones y toda esa fauna que vive en ese espectro repugnante y bien pagado, sin complejo, de la derechona patria…
Y frente a todo ello, estuvo Luis Eduardo Aute, del siglo XX al XXI, mago de letras, entre la realidad y la conjetura.

En estas décadas de transición a la nada y de democracia de papelillo de liar, la coherencia es de admirar. Sorteando espacios de lo políticamente correcto y con la sana disidencia del arte y el pensamiento, la que no actúa en consignas pero sí en la coherencia, la que no se siente ajena a la realidad, ahí, aquí estuvo siempre Aute, ¡uno de los nuestros! Siempre ha sido de agradecer que exista gente que se mantuvo en la sana disidencia, sin necesidad de militancias profundas pero llenos de cohesión, siempre, siempre dispuestos a colaborar y tender la mano para todo aquello en lo que creían.

De la Belleza en el arte y/o viceversa

Su concepción artística del mundo o de la vida la manifestó siempre en sus incesantes trabajos plásticos, cinematográficos, poéticos… ¡no solo de música vive el hombre! El concepto de belleza incluye también el de la fealdad para hacerla más comprensible y darle su valor entre lo limitado, la asimetría, la disonancia, lo absurdo, el caos. Y por supuesto Aute fue capaz de alterar nuestras emociones, siempre fue el artista, el que hace, forja, urde partiendo de su sensibilidad e intuición: “Reivindico el espejismo de intentar ser uno mismo, ese viaje hacia la nada…”. Comunes excepcionales, excepcionalmente común. Música, por favor

Pintaba las palabras en sus canciones, colores repartidos entre vocales, blanco y negro entre consonantes, sombras para silencios, matices entre versos y mucha luz en los estribillos. Aute, pintor de palabras.

Hermosura en el dolor: Al Alba

Concebida como despedida final, esta canción de amor es un himno contra la barbarie de una dictadura criminal. Popularizada inicialmente por Rosa León con su desafiante dedicatoria a los fusilados del 27 de septiembre de 1975, ha pasado a tener decenas de versiones (2). Yo me quedo con la interpretación que nos dedicó en el Homenaje por el 40 Aniversario de los fusilamientos de septiembre del setenta y cinco (3), en aquel escenario con cinco sillas vacías y cerrando un acto que nos llenó de recuerdos emocionados, su voz a capela nos embelesó a todos. ¡Gracias!

Mira que eres canalla. Un historia

Cuántos momentos de pasarlo mal
Fue una carnicería
Aquella guerra por la libertad
¿Qué quieres que digamos?
Charlie ni te quiere ver
Solo me ha dicho que te folle un pez…

Título de esta nota, título de un LP homenaje (4) y por supuesto de una de sus canciones míticas.
Querida y necesaria “canalla” de la vida, sinceridad sin disfraces, vivir aprovechando los límites y pasarlos cuando es preciso, saber volver, saber marcharse, todos al lado de nadie, nadie al lado de todos.
Canción con toque golfo y sensual, muy Aute, dedicada al querido amigo Luis Roncero, cuando este rasga solo un poquito y solo por amor un trío de acople lleno de amistad y militancias antifranquistas con Toni y Charly…

De estar entre la espada y la pared
Cómo olvidar de pronto
Aquellos años en Carabanchel
Cómo has caído, Luis, si tú eres un sentimental
Serán los malos rollos de la edad
No te lo pienses dos veces
Haz lo que te pida el alma
Puede que cambie tu suerte
Mira que eres canalla…

Militancias, paisajes, momentos, detenciones, salidas de cárcel, amnistías, Radio Tirana, Unión Popular de Artistas, viajes a la France, huidas y llegadas compartidas siempre por ese trío de afectos contagiosos frecuentado con Aute, donde también rondaban por allí Lola Canales, Antonio Piera, Moncho Alpuente o Bernardo Fuster… fraperos y santa canalla. Lugares comunes, bebidas, fumadas, comidas, chascarrillos, disidencias compartidas en ese “hábitat” de Aute lleno siempre de amigos. El poeta recogerá todo esto y lo plasmará en la escritura de Canalla, una letra más intrincada y fuera de su prosa habitual, una canción urbana donde Madrid está presente. Un claro homenaje al cariño que les unía en aquellos incipientes años ochenta y que le unirá siempre con este trío, el Luis, el Toni y el Charly… Y por supuesto el Luis se fugó con Elisa “con los ojos verdes, que son como el mar”. Mira que eres canalla…
¡Canallas del mundo, uníos!

Que soy el Tony, tronco
A mí no me vas a enrollar
No hay nada como piltra en soledad
Juro que no te creo
Te estás quedando conmigo, ¿verdad?
¿Que te has enamorado?…

Treinta discos en solitario que vienen a ser más de cuatrocientas canciones, más las colaboraciones, en cincuenta largos años de actividad artística.

¡Gracias! sin más pretensión que soltar recuerdos acumulados, abstracciones sueltas o vacuos espacios de tiempo, siendo nada y solo gratitud…

– Imagen de cabecera: Ibiza década de los 80, Aute, Marichu, Roncero. La fotografía es gentileza de Elisa
– Imagen 2: Aute, Krahe, Sabina, Echanove, Manuel Piña encabezan manifestación contra la Guerra del Golfo. Madrid Febrero de 1991.
– Imagen 3: Aute y Roncero en el Homenaje del 40 aniversario de los fusilamientos de septiembre de 1975. Foto de Jesús Rodríguez.

– Notas:
1.- Rito (Canciones De Amor Y Muerte)
2.- Banda sonora para un 27 de septiembre
3.- 40 años, memoria en presente
4.- ¡Mira Que Eres Canalla, Aute!

P.D. No me resisto…

* Miembro del Colectivo LoQueSomos
En Twitter: @IkaiAlo

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