UPAL 20/09/25
Editorial de la Unión Palestina de América Latina – UPAL
La arrogancia colonial se revela sin pudor en las palabras del ministro de finanzas del régimen ocupante, quien reduce a Gaza —tierra de resistencia, dolor y dignidad— a un simple “tesoro inmobiliario”. Para él, las ruinas de los hogares palestinos y las heridas abiertas de un pueblo masacrado no son tragedia, sino oportunidad de negocio. Habla de inversiones, de repartición de tierras, como si Gaza fuera un botín de guerra listo para subastarse entre potencias.
Estas declaraciones confirman lo que el pueblo palestino ha denunciado siempre: la guerra contra Gaza no es solo genocidio humano, sino también expolio económico y colonización de la tierra. Frente a esta mentalidad depredadora, Gaza no se venderá ni se repartirá; Gaza pertenece a su pueblo, y ningún discurso mercantil podrá borrar esa verdad.
Este ministro no habla como político, sino como un colono más, convencido de que puede llegar a una tierra ajena, expulsar a su gente y erigirse dueño de lo que no le pertenece. Con cada palabra, legitima los crímenes de guerra y los despojos cometidos contra los palestinos. Es la mentalidad de quien roba y asesina, y luego pretende llamarlo “inversión”. Pero ni la propaganda ni los pactos de élite podrán ocultar que lo que se comete en Gaza es un crimen histórico, y que quienes lo justifican serán recordados como responsables de una barbarie.
Unión Palestina de América Latina – UPAL