Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2024/02/16/f530-f16.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws Simon Whelan 16/02/24
Una investigación realizada por el Instituto Nacional de Investigación Económica y Social (NIESR, por sus siglas en inglés) revela que la décima parte más pobre de los hogares británicos ha sufrido una reducción del 18 por ciento, casi una quinta parte, de sus ingresos desde 2019.
La eliminación de miles de libras del poder adquisitivo de las familias más pobres de la clase trabajadora, después de la anterior década de austeridad, es devastadora y está provocando una explosión de la pobreza absoluta. Millones de familias no pueden llegar a fin de mes.
En su informe Perspectivas Económicas del Reino Unido de invierno de 2024, NISER señaló cómo el nivel de vida de la décima parte más pobre de las familias del Reino Unido ha caído de forma más pronunciada desde el comienzo de la crisis del coste de la vida. Ajustados por la inflación, sus ingresos siguen estando un 18 por ciento por debajo de los niveles de 2019-20. Según el grupo de expertos, se trata de una pérdida de ‘unas 4.500 libras esterlinas’, incluso después de tener en cuenta los pagos adicionales de ayuda en efectivo del gobierno.
El prolongado estancamiento y la caída de los salarios, los drásticos recortes financieros a lo que queda del estado de bienestar, junto con el aumento más reciente de los precios de la energía, los alimentos y otros productos básicos han golpeado más duramente a la clase trabajadora. Los más pobres gastan una proporción mucho mayor de sus ingresos en necesidades básicas. Sin margen para recortar gastos, las familias de clase trabajadora cada vez tienen menos dinero incluso para comprar artículos de primera necesidad.
La menor inflación y el crecimiento sostenido de los salarios, según el grupo de expertos, significarán que los hogares británicos ‘comenzarán a sentirse mejor’ este año, ya que pronostican que la inflación caerá al 1,2 por ciento en la primavera. Por supuesto la caída de la inflación no significa que los precios estén bajando, solo que los precios están subiendo a menor velocidad que antes. La medida oficial hecha por el gobierno de la inflación sigue estando por encima del 4 por ciento y la medida más precisa del IPC en casi el 5 por ciento.
La inflación fue de dos dígitos durante gran parte de 2022/23 y la burocracia sindical colaboró con el gobierno y las empresas para poner fin a la reciente oleada de huelgas con una serie de acuerdos salariales por debajo de la inflación.
Al publicarse el informe del NIESR, Sarah Breeden, una de las cuatro vicegobernadoras del banco central, reiteró su política fiscal. La victoria en la guerra contra la inflación aún tenía ‘camino por recorrer’, explicó Breeden, y requería que los trabajadores aceptaran acuerdos salariales aún más bajos.
Por supuesto, la inflación no se controlará haciendo que las corporaciones consigan menos ganancias. Por el contrario, las corporaciones están obteniendo mayores beneficios porque con la ayuda de la burocracia sindical tienen su bota sobre la garganta de la clase obrera.
El NIESR predice que el nivel de vida crecerá un 1,9 por ciento durante el año fiscal 2024/25, que comienza en abril. Un aumento tan insignificante aún dejaría a los hogares en la mitad inferior del rango de ingresos, con los hogares en los deciles de ingresos 1-4, entre un 7 y un 20 por ciento peor que como estaban justo antes del comienzo de la pandemia en el curso 2019.
El NIESR advierte que cualquier aumento en el nivel de vida solo camuflará las marcadas diferencias entre los diferentes hogares y las diferentes partes del país. Por ejemplo, los ingresos del 10 por ciento de los hogares más pobres caerán aún más, sobre un 20 por ciento por debajo de las cifras de 2019, en el transcurso del año. Los inmensos beneficios del crecimiento económico seguirán siendo compartidos principalmente entre aquellos en la cúspide misma de la sociedad de clases. La clase trabajadora seguirá experimentando ingresos y salarios que se estancarán y disminuirán aún más.
La caída de los niveles de vida en los últimos cinco años sigue a las caídas ya calamitosas experimentadas en los 10 años posteriores a 2008. Esto fue iniciado por el gobierno laborista de Gordon Brown con medidas de austeridad implacables impuestas para compensar el rescate de 1 billón de libras a los bancos y las grandes empresas después del colapso financiero global. En 2010, la coalición conservadora/liberal demócrata liderada por David Cameron tomó el relevo donde lo dejó Brown, inaugurando la ‘era de la austeridad’.
Los sucesivos gobiernos conservadores han profundizado este asalto frontal a los niveles de vida, especialmente para pagar los miles de millones en subsidios de Boris Johnson entregados a las grandes empresas durante el apogeo de la pandemia.
Adrian Pabst, subdirector de políticas públicas de NIESR, señaló: “Con un bajo crecimiento económico y los altos costes de la energía, los alimentos y la vivienda, los niveles de vida se están recuperando lentamente y no volverán a los niveles anteriores a la pandemia hasta dentro de tres años”. Añadió que después de más de una década o más de estancamiento salarial, ‘básicamente estamos hablando de 15 a 20 años sin una mejora real en los niveles de vida’ desde la crisis financiera de 2008.
El NIESR fue fundado en 1938 por un grupo de reformistas liberales, entre los que se encontraban figuras estrechamente asociadas con la creación del estado del bienestar, John Maynard Keynes y William Beveridge. El grupo de expertos del NIESR lleva a cabo investigaciones académicas de relevancia para las empresas y los responsables políticos y goza de confianza en estos círculos por sus análisis y opiniones. ‘Si bien la bajada de impuestos puede ser parte de la respuesta’, argumentan en la introducción de sus Perspectivas de Invierno, el grupo de expertos pide al Gobierno que ‘inyecte más velocidad a la economía’, es decir, invertir en proyectos de infraestructura como fibra óptica y transporte público.
Su introducción continúa, “Vivimos en una época de agitación caracterizada por una creciente inestabilidad geopolítica, polarización nacional y disparidades regionales y locales profundamente arraigadas de poder, riqueza, salud y bienestar. En lugar de adoptar una actitud de excesivo optimismo o pesimismo, necesitamos una mayor dosis de realismo sobre dónde se encuentra el país y hacia dónde podría y debería dirigirse. El Reino Unido ha demostrado cierta resiliencia para hacer frente a las perturbaciones externas, pero carece de capacidad productiva y de una formulación de políticas económicas de alta calidad para alcanzar objetivos importantes como la mejora de la seguridad energética o dar la vuelta a la creciente desigualdad’.
El instituto de investigación independiente más antiguo de Gran Bretaña representa el pensamiento de una sección de la élite que está cada vez más nerviosa por el rumbo actual del desarrollo, especialmente por el aumento de la desigualdad social y las consecuencias revolucionarias que se avecinan.
Un día después de que el NIESR publicara su informe, el ex primer ministro Gordon Brown dijo que Gran Bretaña estaba en medio de una ‘epidemia’ de pobreza, con los hogares más pobres viviendo en la miseria, sin comida, calefacción y sin lo básico cotidiano, como ropa limpia y pasta de dientes. Describió la pobreza que presenció recientemente en su ciudad natal escocesa de Kirkcaldy, donde en algunos vecindarios un asombroso 70 por ciento de los hogares viven en la pobreza, la peor que Brown dice haber visto.
Brown se desempeñó como canciller de Tony Blair predicando la agenda de libre mercado thatcherista del Nuevo Laborismo antes de rescatar a los bancos en 2008 cuando estalló la crisis. Hizo sus comentarios, en palabras de The Guardian, ‘mientras publicaba un informe de las dificultades del Reino Unido en nombre de su proyecto Multibank, una red de organizaciones benéficas locales desarrollada a partir de la Oficina de Sarah y Gordon Brown que obtiene y distribuye millones de bienes excedentes a familias necesitadas, desde jabón y champú hasta camas, pañales y rollos de papel higiénico’.
El informe de Brown señaló que ‘la ‘crisis del coste de la vida’ es la frase, pero ‘la crisis del coste de mantenerse vivo’ podría ser una mejor descripción’.
El colapso de los ingresos solo empeorará sea cual sea el partido que asuma el poder después de las elecciones generales de este año, con el Partido Laborista bajo Sir Keir Starmer posicionándose como el partido de los negocios y la ‘disciplina férrea’ en el gasto público.