En los últimos días hemos visto un incremento en los improperios vertidos desde los sectores de la derecha global, y en particular de América Latina, como en el caso de Argentina, donde el gobierno neofascista de Javier Milei reprime con lujo de violencia a los sectores de la tercera edad, jubilados y trabajadores que se manifiestan ante el daño que les causa la política económica del régimen argentino, que, entre otras cosas, presenta el menor crecimiento económico de la región durante este año, incluso menor que Haití, siendo el país caribeño un nación ocupada por el neocolonialismo y golpeada hasta el extremo por la violencia al interior de su sociedad.
El falso discurso de “salvación” que Milei usó durante su campaña ahora se revela como una falaz vulgaridad que ha dejado a más del 60 por ciento de la población de la nación sudamericana en condiciones de pobreza, pues el salario y las pensiones no alcanzan para el gasto cotidiano y el sustento familiar, las divisiones económicas que hablan de la existencia de una clase media alta y baja se van borrando, arrojando a estos sectores a la pauperización.
Asimismo, una flagrante violación a la autonomía y libertad de cátedra se ha cometido contra la Universidad Nacional “Madres de Plaza de Mayo”, una institución reconocida por ser centro de discusión del pensamiento crítico y de la defensa de los derechos humanos cuya vinculación con la educación popular la hace un referente en la región; las imágenes del violento cierre y los discursos de odio contra la institución y sus trabajadoras y trabajadores se han incrementado por parte del gobierno de Milei; ante esto, la Asociación Madres de Plaza de Mayo denunció en días pasados que el régimen neofascista “impide a través de uniformados de la Policía Federal el ingreso de los trabajadores de nuestra Universidad a su sede para cumplir sus tareas”. Lo que representa una agresión contra la defensa de las causas sociales de la clase obrera argentina y de los movimientos populares que se aglutinan en torno a esta institución.
En este contexto, las centrales obreras argentinas han convocado a una manifestación para el próximo miércoles, cuando serán analizadas y votadas por los diputados argentinos una serie de reformas económicas que afectan directamente a los sectores de trabajadores y trabajadoras, así como a las y los jubilados, lo que agudiza el clima político que a nueve meses de la llegada al poder de Milei ha cambiado, disminuyendo significativamente su aprobación por parte de la población, incluidos muchos sectores que durante las elecciones apoyaron su llegada al gobierno.
Milei es uno de los principales representantes en turno del neofascismo -y digo en turno porque son desechados con el tiempo-, y otra muestra de ello es su participación en el Foro “Río de La Plata 2024” celebrado en Argentina la semana pasada, en donde sus diatribas y amenazas contra el socialismo, la izquierda, el progresismo y los derechos en general humanos y de la clase obrera no se hicieron esperar. En dicho foro participaron representantes de 15 países, reuniéndose los sectores ultraconservadores bajo una agenda totalmente injerencista y neofascista pues, además de la presencia de Santiago Abascal -presidente de VOX, organización neofascista de España-, se trataron temas como la profundización de redes y lazos conservadores entre Europa, Estados Unidos e Iberoamérica, la extensión de la guerra cultural contra la izquierda y el socialismo, así como el apoyo descarado al genocidio sionista de Israel contra el pueblo y la nación palestina. Además, los representantes de un parte de la ultraderecha global se pronunciaron a favor de seguir articulando ataques contra los gobiernos progresistas de la región, y en este contexto de manera especial contra Venezuela. No hay duda, el neofascismo busca avanzar y habrá que detenerlo…