En un discurso que demostró claramente la furia de haber sido derrotado por el peronismo, Milei comenzó anunciando que harán autocrítica, pero enseguida volvió a ratificar que no cambiarán un ápice en sus políticas habituales que han conducido al país cada vez más al precipicio.

Con tono hosco y después de haberse dudado que hablaría, por la bronca interna que discurría en su bunker, Milei insistió en que acentuará el nefasto rumbo que imprimió desde el primer día en que llegó al Gobierno. Fue enumerando una serie de temas que hacen a su concepto de que gobernar es aplicar cuantiosas dosis de perversidad. Pero la traducción de dichas palabras tenía que ver en la práctica con esa simbólica motosierra aplicada estos 21 meses de gobierno y que generó la destrucción de las políticas de salud, la educativa, y la de vivienda. También el ataque frontal represivo contra las y los jubilados, a los que cada miércoles se los rocía con gas pimienta o se los golpea con los largos bastones policiales, o el mismo tratamiento de ninguneo que reciben los discapacitados, o la burla pública por parte del Presidente a un niño autista y a su madre. O el abandono criminal a los enfermos de cáncer a los que se niegan los medicamentos oncológicos. O en política exterior, el sometimiento a los dos mayores genocidas del planeta, justificando los crímenes de decenas de miles de palestinos pero también las deportaciones masivas de Trump. Eso y mucho más es lo que dijo entrelíneas el Milei derrotado por el aluvión de votos peronistas. Y además, agregó que va «a acentuar» las medidas letales aplicadas hasta el presente.

Mientras hablaba el mandatario, era evidente el escenario de la derrota compuesto por su primera línea, en especial el gesto torvo de la agente de Tel Aviv, Patricia Bullrich, o la cara de desentendida de la hermanita presidencial, Karina, alta coimera.

Lo reconfortante fue que perdieron por paliza, ya que fueron muchos y muchas las personas que decidieron ponerle un freno al fascismo. Y son millones los que en todo el país festejaron , incluidos algunos que habían votado a La Libertad Avanza en diciembre de 2023.

En el otro andarivel, el del peronismo bonaerense, la gran victoria fue la de Kicillof, el gobernador que tuvo la gran idea de adelantar la elección provincial, a pesar de todos los palos en la rueda que le pusieron los Kirchner (Cristina y Máximo), y así el gobernador bonaerense pudo demostrar, a quienes ahora competirán en octubre en las elecciones nacionales, que realmente se puede golpear duro a quien más ha maltratado al pueblo argentino en décadas.

Ahora, habrá que complementar este espectacular frenazo con la fuerza de la calle, con la movilización, con la confrontación abierta que sirva para terminar la tarea fundamental de la hora, que consiste en quitarse de encima a quienes venden la Argentina al mejor postor y se benefician, personalmente, de las ganancias.

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