Fuente: https://www.telesurtv.net/bloggers/Mike-Pompeo-Sobre-informes-de-DD.HH.-y-gira-imperial-parte-II–20200922-0001.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_campaign=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_content=31 Pablo Jofre Leal 22 septiembre 2020
En la primera parte de este trabajo, hice referencia al plan trazado por Estados Unidos y sus aliados, encaminado a intensificar las presiones contra Venezuela. Y, como esta estrategia desestabilizadora posee dos partes. Una, el preparar el viaje de Pompeo por algunos países sudamericanos, presentando urbi et orbe un informe sobre DD.HH ex profeso, para hacerlo coincidir con la gira imperial del hombre multipropósito para Trump.
Un Informe que logró su propósito, el situar a Venezuela en el centro del debate y no la política de máxima presión y la violación al derecho internacional que se comete diariamente contra el país sudamericano. El mayor violador de los derechos humanos en el mundo, el país que más agresiones, crímenes y destrucción de países y sociedades ha propiciado, somete a Venezuela a un escrutinio y a un ataque vergonzoso. Partidos políticos, autocalificados de progresistas sacan a relucir la batería de argumentos que exponen como un mantra: las violaciones a los derechos humanos hay que condenarlas en todos lados. Claro, es más cómodo así, más tibio, sin mojarse el trasero, sin hacer referencia alguna que Venezuela es sometida a una política de presión máxima por Estados Unidos, sus socios europeos y narco estados como el de Colombia.
Una Venezuela, en general, luchando denodadamente contra todo tipo de ataques, incluyendo mercenarios estadounidenses, políticos opositores, que aparecen en la prensa hablando de una salida política mientras, desde suelo extranjero, propician invasiones y atentados. Una Venezuela sometida a la acción golpista de gobiernos reaccionarios como el de Brasil, como también al Grupo de Lima, donde participa el gobierno chileno, con declaraciones e incluso acciones abiertamente desestabilizadoras e incluso magnicidas. La cobardía de la casta política chilena ligada a un mundo de izquierda, del cual no queda ni el olor (con muy precisas excepciones). Dirigentes que piensan en sus cargos bien remunerados y no perder en la próxima elección ante la posibilidad de ser sindicados como defensores de Venezuela, los viste como lo que son: cobardes, oportunistas y tontos útiles. Sin vergüenza alguna en hacerle el juego a Estados Unidos y su régimen, al cual en más de una ocasión y consta en imágenes, juraron combatir con el puño en alto.
Pompeo: el viaje del mafioso
Dejamos atrás el informe que sirvió de oportunísima carta de presentación hemisférica del periplo imperial del enviado de Trump, el secretario de estado Mike Pompeo, destinado a amenazar, chantajear, advertir y exigir a la sumisión plena frente a las decisiones que Washington tome respecto a Venezuela. No pudo aparecer a la luz, en forma tan precisa, este informe de Cox y los suyos, en momentos que Pompeo iniciaba su viaje teniendo como norte las elecciones del día 3 de noviembre, que es la fecha que el espectáculo electoral en Estados Unidos llega al paroxismo. La primera parada de Pompeo fue en Surinam, donde sin filtro alguno sostuvo, ante el presidente recién electo Chan Santokhia, que se cuide mucho de buscar aliados económicos fuera de Washington.
Pompeo advirtió a Santokhin que debe asociarse a firmas estadounidenses y no chinas advirtiendo que sufrirá severos costos políticos si elige a Beijing y no a Washington “Hemos visto al Partido Comunista de China invertir en países, y todo parece genial al principio y luego todo se derrumba cuando los costos políticos relacionados con eso se vuelven claros”. Para matizar esta clara amenaza y un chantaje inaceptable, Pompeo, poco antes de volar a la vecina Guyana, que “Estados Unidos está ansioso por asociarse con Surinam para beneficiar a todas las personas y acercar a nuestras naciones”.
En Guyana, Pompeo ya develó el periplo antivenezolano, al presionar al presidente de este país del noreste sudamericano, Irfaan Ali, para que intensifique su política de negación de discutir con Venezuela los reclamos de una zona territorial en disputa denominada Esequibo. 150 mil kilómetros cuadrados de una zona dotada de enormes riquezas minerales, donde Estados unidos desea tener presencia. La zona en disputa comprende áreas marítimas y territoriales así como ricas reservas naturales. El gobierno de Estados Unidos busca transformar en conflicto bilateral, la disputa territorial entre Venezuela y Guyana por el Esequibo, para asegurar sus intereses económicos en la región.
La próxima parada de Pompeo fue en la ciudad de Boa Vista, en la frontera amazónica entre este gigante sudamericano y Venezuela. Allí el secretario de estado norteamericano acompañado del canciller brasileño Ernesto Araujo calificó a Nicolás Maduro de narcotraficante y que esa acción perjudica a los propios Estados Unidos. Tal vez Pompeo estaba confundiendo su próxima estación de parada, Colombia, aliada de Washington y considerada por La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) como el primer país cultivador, productor y comercializador de cocaína, destinada, precisamente a estados unidos.
En Brasil, Pompeo se despachó una serie de amenazas golpistas contra Venezuela en el marco de un objetivo de relaciones públicas, para tratar de demostrar, que a la administración, en vísperas de las elecciones presidenciales, le interesa el curso de Latinoamérica. Tanto Araujo como Pompeo, en lugar de hablar de las relaciones bilaterales entre sus países destinaron las pocas horas de encuentro, para atacar a Caracas. Para Araujo, el presidente Maduro debe desaparecer (ojalá que no en terminología de Bolsonaro y su historia de apoyo a la dictadura brasileña) y para Pompeo Venezuela debe volver a la democracia, esas que están sujetas al hilo del titiritero mayor.
El último país que recibió a Pompeo, es la “niña de los ojos estadounidenses”: el fiel Iván Duque, el obediente siervo de su señor Trump. Colombia fue la última etapa de esta gira imperial donde constatamos la existencia de muñecos, siervos, títeres de las políticas de Washington contra Venezuela. Son gobiernos que avergüenzan a sus países negándoles la soberanía y escuálidos de dignidad frente a las pretensiones de Estados unidos contra un país vecino como es Venezuela. En Bogotá, Pompeo no escatimó elogios para el alumno ejemplar de Washington. Un Iván Duque caracterizado por Pompeo como el líder que necesita Latinoamérica.
Un encuentro plagado de menciones a Venezuela y la política de acoso contra su vecino. La hipocresía llegó a niveles surrealistas cuando el secretario de estado norteamericano sostuvo que se debía agradecer a Colombia, el que velara por los colombianos y venezolanos ante la pandemia del Covid-19, resaltando el apoyo del gobierno colombiano al autoproclamado Juan Guaidó “y la transición democrática para una Venezuela soberana sin influencia maligna de Cuba, Rusia e Irán”. Duque recibiendo a Pompeo representa la puesta en escena del golpismo descarado, la expresión de como Washington mueve los hilos con un gobierno comprometido con violaciones a los derechos humanos de sus poblaciones: asesinato de líderes sindicales, gremiales, indígenas, campesinos, con bases militares de Estados unidos en su suelo. Un país convertido en el mayor exportador de drogas del mundo, que debería preocuparse de su población, de sacar adelante a sus compatriotas en lugar de desestabilizar a su vecino. Buscar mecanismo de desarrollo que no sea reflotar el Plan de Colombia, hoy bajo el nombre de “América Crece” que da continuidad a la relación que tiene Colombia con Estados Unidos y que ha permanecido por más de 20 años.
“América Crece” es simplemente un relanzamiento del plan Colombia, que ha sido un completo fracaso en todos los objetivos planteados para la tribuna, pero que cumplió el plan oculto, el que no se publicitó: aumentar el número de cultivos de coca relacionados entre los narcotraficantes, paramilitares y políticos. Fragmentar las fuerzas guerrilleras, incrementar el peso de las fuerzas paramilitares, seguir reprimiendo a la población colombiana y sus líderes gremiales, para someter totalmente a Colombia, en todos los ámbitos a estados unidos. El objetivo del sometimiento colombiano permitirá ampliar el mercado para las inversiones estadounidenses y contender contra China en la disputa por mercados en la región. América Crece, junto a la visita desestabilizadora de Pompeo es una nueva patraña de desarrollo, que jamás se desarrollará. 5 mil millones de dólares que se supone irán al desarrollo agrícola pero bien sabemos que terminará en manos de políticos corruptos e incrementando aún más los cultivos ilícitos, la violación a los derechos humanos y una Colombia convertida en el portaviones terrestre de Washington en Sudamérica con 7 bases militares y un sometimiento indigno
Este periplo por cuatro países de Sudamérica de Pompeo, fue la gira de la de la desesperación para allegar agua al molino electoral de Trump, darle puntos a una alicaída campaña de Trump, parte de un plan global que se suma a estas ideas de acuerdos entre monarquías totalitarias del Golfo Pérsico junto al sionismo. Todo ello tiene por finalidad, no el beneficio de nuestros pueblos, ni la paz en Sudamérica ni en oriente medio, sino otorgar un aumento en la adhesión electoral a Trump, en lo inmediato y afirmar una hegemonía estadounidense que va a la baja y adicionalmente llevarse por delante a Venezuela y su pueblo, sin importar en ellos sus derechos humanos, sociales, económicos. En el mundo de castas políticas yanaconas, como las que tenemos en nuestro continente, cualquier hilo que mueva el titiritero mayor sirve para activar a la camada de títeres y perros falderos, que pueblan nuestro continente. La dignidad escasea en América y aquellos que la levantan con el pecho henchido soberanamente vivirán y morirán con la frente en alto porque son parte de esta humanidad que parafraseando esa gloriosa Segunda Declaración de La habana el año 1961 sostuvo que esa humanidad “ha dicho basta y ha echado a andar. Y su marcha de gigantes, ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia, por la que ya han muerto más de una vez inútilmente…morirán por su única, verdadera, irrenunciable independencia”.
1. El medio revistafrente.cl como ejemplo de estas supuesta “independencia” de aquellos que hicieron el informe sobre Venezuela, nos hace referencia a Francisco Cox Vial, abogado, quien trabajó en el «Programa de Justicia Internacional» de la ONG Human Rights Watch, presentada como «de Derechos Humanos», pero con notorios lazos con las derechas y el aparato gubernamental de Estados Unidos, señalado en el artículo “Las falsas “ONGs de Derechos Humanos» como arma imperial. El caso de «Human Rights Watch”. Cox además defendió al ex parlamentario ultraderechista Jovino Novoa y a la senadora Ena von Baer (ambos de la UDI) respecto al caso de corrupción política-empresarial vinculada al Grupo Penta. Defensor de la cadena de farmacias Salcobrand en el caso de colusión de las Farmacias. Vinculado a la casta empresarial chilena.
Francisco Cox Vial fue además, defensor de la Ministra de Educación del Gobierno de Piñera, Marcelo Cubillos, ante la Acusación Constitucional presentada en el Congreso Nacional en septiembre del 2019. Marcela Cubillos es esposa del actual Ministro de Relaciones Exteriores y furibundo crítico del gobierno venezolano, Andrés Allamand. Todo esto fue señalado expresamente en una carta firmada por varios abogados de Derechos Humanos en Chile, emplazando a Bachelet por su designación para evaluar la situación en Venezuela (Abogados en DD.HH. emplazan a Bachelet por rol de COX). Y lo que resulta más elocuente: El 25 de octubre pasado, mientras el país se encontraba en medio del Estado de Excepción de Emergencia, el Toque de Queda, y múltiples y graves y sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos, Francisco Cox Vial apareció en una entrevista al diario La Tercera donde entre otras declaraciones, salió defendiendo al Gobierno de Piñera, negando la posibilidad de que se hayan estado incurriendo violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos, y afirmando que las instituciones, y «el Estado han funcionado
2. El informe analiza la forma en que se ha actuado para investigar y sancionar estas graves violaciones de DDHH. Destaca el ‘bajo número de formalizaciones contra presuntos autores de violaciones a los derechos humanos, pese al gran número de denuncias y acciones judiciales’.”https://www.ciperchile.cl/2019/12/16/informe-onu-inesperadamente-el-mas-completo-y-lapidario-para-el-gobierno/
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