Mi bisabuelo italiano mató a un fascista en el año 34, hace como un siglo.

Fuente: https://elsudamericano.wordpress.com/2023/11/09/mi-bisabuelo-italiano-mato-a-un-fascista-en-el-ano-34-hace-como-un-siglo/                                                                                             09.11.23

Yangrilla Town / 9 de Noviembre / lluvias intermitentes

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Pero esa historia es parte de otro asunto.

Otro de ellos, cruzo tres mares desde El Líbano, y aquí aprendió a matar víboras con sus propias manos. Nunca acepto ser llamado “turco”, del mismo modo que nunca dejó de orar a su dios y de seguir el ritual musulmán. Mi abuela, madre de la Plaza, autodidacta, sabía contarme con precisión de detalle, que mi padre guerrillero escondía su prensa clandestina en el gallinero de su abuelo libanés, y eso fue aquí en este pampa, ancha y ajena, antes de que yo naciera.

Mi padre fue asesinado por la espalda, victima de una traición, consecuencia en suma, del terrorismo del Estado burgués.

Mi madre guerrillera, también fue Maestra Normal. Su sonrisa fue secuestrada y desaparecida para siempre a la edad de veinte años. Lo cierto es que no recuerdo el tono de su voz, pero su presencia habita cada uno de mis días. Nunca podré olvidarla.

Mi verdadero nombre es el nombre de guerra de un combatiente revolucionario comunista argentino, entrañable amigo de mi padre, muerto luego de agotar su reserva de balas en una fallida acción guerrillera.

Solo uno, el que habla.

Hablo aquí por nosotros que es yo como decía el viejo Hegel. Hablo por el país que no fue y que sin embargo existe.

No habrá paz con el fascismo. Nunca traicionaremos nuestra historia.

Soplan vientos de tempestad. Camaradas. Hermanos. Hemos sido, somos y seremos los hijos de los otros. Los Nosotros. Los hijos de la revolución.

Nuestra dignidad y nuestra Memoria de lucha permanecerá por siempre de pié frente a la muerte. La amenaza criminal fascista, sionista, imperialista y burguesa, nunca será admitida sin recibir contestación y respuesta oportuna y directa.

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Podemos ver al fascismo tomando el control de los archivos de la Inteligencia política del Estado terrorista argentino. Tomando el control del aparato judicial-institucional. Tomando el control policíaco-criminal de la vida pública.

Vinimos al mundo como anticuerpos, como antimundos, como antifascistas y te lo prometo, te lo aseguro, camarada, hermano, seguimos naciendo de las ruinas, de la tragedia los hijos de la revolución hacen su épica combatiente, como Ahed Tamimi, como los Mártires de Al Aqsa, y de toda Palestina Ocupada, como los muertos colombianos más recientes…

Vemos, o quizás es la costumbre de mirar en la oscuridad. Vemos Ayotzinapa. Vemos Gaza. Vemos archipiélagos de territorios feudalisados bajo el control narco criminal-paramilitar. Vemos la guerra del hombre contra el hombre.

Vemos, y lo que vemos aquí decimos: somos los Hij@s de la noche. Los de Lautaro, somos Nosotr@s. Los de Cuauhtémoc. Los de Atahualpa Inca. Neruda y el Che Guevara. Y Galeano, y Sandino, y José Martí y Bolívar y Lenin y Miguel Enríquez, Y de un Vasco fugitivo que cambió de nombre catorce veces. Y de Juan Gelman y Osvaldo Bayer. Y sobre todo, de nuestros padres, guerrilleros de nuestro pueblo.

Y será por eso, que Nosotr@s a la amenaza criminal fascista la conocemos desde antes de nacer.

Ahora, que no hay nada que elegir, paradójicamente, todo parece aclararse. Es la pausa que precede al golpe; una patada de efecto en el corazón mismo de la neutralidad.

Malos augurios. El presagio del acontecimiento inminente.

Chango.

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Contra el Imperialismo y la Oligarquía ¡Luchamos para Vencer!

El Fascismo ¡NO PASARÁ!

HIJOS-Red Mundial

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