El fundador y líder del partido de izquierda “Francia Insumisa”, Jean-Luc Mélenchon, denunció una nueva humillación de europa tras la reunión en la Casa Blanca sobre Ucrania, que tuvo lugar después de la cumbre celebrada en Alaska entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el ruso, Vladímir Putin.

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Durante un acto partidario realizado este viernes en París, Mélenchon criticó que solo “cuatro o seis europeos” estuvieran presentes en la reunión del pasado 18 de agosto en la que Donald Trump recibió al ucraniano Volodímir Zelenski.

Según el político, actuaron “sin ningún mandato” y sin que nadie les hubiera pedido ir, lo que consideró una clara muestra de falta de respeto: “¡Y qué humillación! Nadie les habló”. También cuestionó la representatividad de los asistentes, señalando que, de los seis presentes, uno (Reino Unido) no forma parte de la Unión Europea, y que el bloque comunitario está compuesto por 25 países.

A la reunión en la Casa Banca acudieron por la parte europea el primer ministro británico, Keir Starmer; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el canciller de Alemania, Friedrich Merz; la primera ministra de Italia, Georgia Meloni; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.

 

 

Por otro lado, el líder insumiso resaltó la ausencia de importantes potencias económicas como España, que “se ha distanciado del presupuesto de la OTAN” y de la situación actual. A su vez, el político francés fue enfático al afirmar su desacuerdo con “mostrar lealtad al imperio de los Estados Unidos, dirigido por M. Trump”, una visión que no comparte su movimiento.

Días atrás, Melenchón ya había publicado un texto donde señaló que la reunión entre Putin y Trump en Alaska supuso “una humillación más para los vasallos europeos y los aliados de la OTAN”. En el escrito, criticó la posición europea hacia Rusia en las últimas décadas y destacó que Moscú ganó la guerra porque el apoyo total de Estados Unidos ya no está en las prioridades de Washington.

Además, afirmó que la situación en Ucrania pende de un hilo y “todo contribuye al colapso: la prohibición de sindicatos y partidos de oposición, el mantenimiento de Zelenski en el poder a pesar de que su mandato presidencial ha terminado, el intento de salvar a los corruptos que saquean el esfuerzo bélico, las deserciones masivas”.

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En paralelo a este posicionamiento, la Unión Europea (UE) anunció este viernes 22 de agosto el desembolso de 4.050 millones de euros adicionales en ayuda a Ucrania, en un contexto de crecientes críticas sobre la cohesión y representación europea en los escenarios diplomáticos internacionales.

El desembolso incluye 3.050 millones de euros a través de la Facilidad para Ucrania, un programa diseñado para “mantener el Estado en funcionamiento y contribuir a su reconstrucción”, además de “respaldar la estabilidad macrofinanciera, reforzar la administración pública y canalizar reformas clave a largo plazo”.

 

 

Adicionalmente, se transfirió un millón más vía su programa excepcional de asistencia macrofinanciera a Ucrania, que forma parte de una iniciativa del G7 de más de 18.000 millones de euros destinada a cubrir las necesidades más urgentes del país.

En total, la Unión Europea y sus estados miembros han movilizado 168.900 millones de euros en apoyo humanitario, financiero y militar a Ucrania desde el inicio de la guerra en 2022.