Incluso para los brutales y bárbaros estándares de Israel, la cruel e insensible masacre perpetrada por su ejército en Gaza ha conmocionado al mundo. La masacre, ocurrida el martes 18 ^de marzo de 2025, mató a 436 personas, la mayoría niños y mujeres. Lo que ha agravado la tragedia es que la masacre ocurrió mientras las víctimas se preparaban para, o disfrutaban, de su comida del amanecer justo antes de comenzar su ayuno diario durante el Ramadán, una de las prácticas más veneradas del Islam. Es importante señalar que una gran parte de la población gazatí está siendo sometida a la hambruna por el gobierno israelí como una forma de expulsarla de la Franja.

Para el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, esto sería fundamental para la agenda de su Estado de limpieza étnica de Palestina. Pero la resistencia palestina es firme.

Parte de esa resistencia, que se ha producido prácticamente al mismo tiempo que la masacre del 18 ^de marzo, es el lanzamiento de Global 195, una coalición jurídica mundial dedicada a exigir responsabilidades a Israel y a las personas con doble nacionalidad presuntamente responsables de crímenes de guerra y de lesa humanidad en Gaza. La coalición está encabezada por el Centro Internacional de Justicia para los Palestinos (CIJP). En el contexto de otras medidas recientes de la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional para combatir la impunidad israelí, es evidente que la flagrante transgresión del derecho internacional por parte de Israel y su desprecio por las normas de conducta compartidas por la civilización están llegando a su fin.

Ante estos cambios en el entorno global, las organizaciones de la sociedad civil, tanto del Sur como del Norte Global, deberían unirse y exigir que Israel rinda cuentas por su comportamiento agresivo y arrogante en Gaza, que condujo a la ruptura total del alto el fuego. La Asamblea General de la ONU debería obligar a Israel a:

1. Compensar a las más de 400 personas asesinadas en Gaza el 18 de marzo.
2. Como parte de la compensación, Israel y quizás sus aliados como Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania deberían financiar la construcción de tres hospitales totalmente equipados en Gaza que serán administrados por los propios palestinos.
3. Israel debe cesar todas las operaciones militares en Gaza e implementar fielmente la segunda y subsiguientes fases del Acuerdo de Alto el Fuego con Hamás forjado el 19 ^de enero de 2025.       
4. Israel debe facilitar el flujo inmediato y sin obstáculos de productos esenciales a Gaza, incluidos agua, combustible y medicamentos.
5. Israel y sus aliados no deben obstaculizar de ninguna manera la reconstrucción y el nuevo desarrollo de Gaza, que debe ser encabezado por la propia Palestina con la ayuda de otros países que también están sinceramente comprometidos con el principio de un Estado palestino independiente y soberano que estará habitado por musulmanes, cristianos y judíos, como lo estuvo Palestina durante siglos antes de la Declaración Balfour y el surgimiento del sionismo.

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El Dr. Chandra Muzaffar es presidente del Movimiento Internacional por un Mundo Justo (JUST). Es investigador asociado del Centro de Investigación sobre la Globalización (CRG).

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