Redacción de Palestine Chronicle
El Año Nuevo trajo devastación a Gaza, ya que los ataques aéreos israelíes en Jabaliya mataron a 21 palestinos, la mayoría de ellos niños, en medio de continuos bombardeos y represalias de la Resistencia.
Los residentes de la Franja de Gaza dieron la bienvenida al Año Nuevo en medio de la devastación causada por la masacre israelí en Jabaliya.
Fuentes médicas citadas por Al-Jazeera informaron que desde el amanecer del miércoles, los ataques israelíes han matado a 21 palestinos, incluidos 15 en el norte de la Franja de Gaza.
Al-Jazeera informó que 17 palestinos murieron el miércoles por la mañana en ataques aéreos israelíes en Jabaliya Al-Balad, en el norte, y en el campo de refugiados de Al-Bureij, en el centro de Gaza.
Además, edificios residenciales en Beit Lahia y el campo de refugiados de Jabaliya fueron destruidos en explosiones llevadas a cabo por las fuerzas de ocupación.
Las autoridades de Defensa Civil de Gaza señalaron que la incesante campaña de bombardeos está empeorando la situación de los desplazados, ya que las fuertes lluvias inundaron al menos 1.500 tiendas de campaña.
Los aviones de guerra israelíes también atacaron una planta desalinizadora de agua en la calle Old Gaza en Jabaliya Al-Balad, mientras que los ataques aéreos y de artillería alcanzaron áreas cercanas al Hospital Kamal Adwan, que había sido asaltado por las fuerzas israelíes días antes.
Durante el asalto fueron detenidos más de 300 palestinos, incluido el director, el doctor Hussam Abu Safiya, y el propio hospital fue incendiado.
En la ciudad de Gaza, dos palestinos resultaron heridos cuando aviones de guerra israelíes bombardearon almacenes de ayuda en el barrio de Zaytoun, según informó Al-Aqsa TV.
También se documentaron intensos disparos desde vehículos militares israelíes en el sur de la Franja de Gaza. Cuatro palestinos murieron en un ataque con aviones no tripulados israelíes en el barrio de Al-Manara, al sureste de Khan Yunis.
Hoy temprano, el canal de televisión Al-Aqsa informó que la casa del periodista palestino Rami Abu Taima, ubicada en la zona de al-Fakhari, al este de Khan Yunis, fue atacada en un ataque que hirió a miembros de su familia.
Los vehículos israelíes siguieron disparando en la zona de Al-Mawasi de Rafah, donde un gran número de residentes desplazados han buscado refugio.
Cohete ‘Sorpresa’
Mientras tanto, las Brigadas Al-Qassam, el ala militar de Hamás, se atribuyeron la responsabilidad de un bombardeo de cohetes contra Netivot poco después de la medianoche, en lo que describieron como una represalia por las “masacres sionistas contra civiles”.
El ejército israelí confirmó el lanzamiento de dos cohetes, uno de los cuales fue interceptado, mientras que el otro cayó en una zona abierta sin causar víctimas.
En los últimos días se han lanzado cohetes desde lugares del norte de Gaza, entre ellos Beit Hanoun, donde están estacionadas las fuerzas israelíes. Los medios israelíes calificaron este hecho de “sorpresa”.
El martes, las Brigadas Al-Quds anunciaron la destrucción de un convoy militar israelí en el campo de refugiados de Jabaliya utilizando explosivos antitanque.
Imágenes de vídeo publicadas por el grupo muestran el lanzamiento de misiles hacia Jerusalén y Tel Aviv, en respuesta a la continua agresión y al asalto a la mezquita Al-Aqsa.
Genocidio en curso
El continuo ataque israelí a la Franja de Gaza, que comenzó el 7 de octubre de 2023, ha provocado una crisis humanitaria de una escala sin precedentes. Mientras el número de muertos entre los civiles palestinos asediados y hambrientos sigue aumentando día a día, Israel se enfrenta actualmente a cargos de genocidio contra los palestinos ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Según el Ministerio de Salud de Gaza, al menos 45.541 palestinos han muerto y 108.338 han resultado heridos en el genocidio que Israel está perpetrando en Gaza desde el 7 de octubre de 2023.
Se espera que el número de víctimas aumente aún más, con al menos 11.000 personas aún desaparecidas, presuntamente muertas bajo los escombros de sus hogares en Gaza.
La guerra, que los palestinos llaman “Operación Inundación de Al-Aqsa”, comenzó después de una operación militar llevada a cabo por Hamás en territorio israelí. Israel informa que 1.200 de sus soldados y civiles murieron durante el ataque inicial el 7 de octubre. Sin embargo, los medios israelíes han expresado su preocupación por que un número significativo de víctimas israelíes hayan sido causadas por “fuego amigo” durante el asalto.
Las organizaciones de derechos humanos, tanto palestinas como internacionales, han informado de que la abrumadora mayoría de las víctimas en Gaza son mujeres y niños. La violencia en curso también ha exacerbado una hambruna aguda, con miles de niños entre los muertos, lo que pone de relieve la gravedad del desastre humanitario.
La guerra ha obligado a casi dos millones de personas a abandonar sus hogares en Gaza, y la mayoría de ellos se han visto obligados a trasladarse a la ya superpoblada región meridional de la Franja. La población de Gaza sigue atrapada en el conflicto en curso, con escaso acceso a necesidades básicas como alimentos, agua y atención médica.
(PC, AJA)
