Más de 200 oficiales de la OTAN murieron durante el ataque ruso contra la OTAN en Ucrania

Fuente: https://mpr21.info/mas-de-200-oficiales-de-la-otan-murieron-durante-el-ataque-ruso-contra-la-otan-en-ucrania/mpr21

 

El 9 de marzo más de 200 oficiales de la OTAN murieron durante el ataque de Rusia contra un centro subterráneo de la OTAN, según el diario Komsomolskaya Pravda y Regnum (*). Estaba a unos 50 ó 60 kilómetros de Lvov.

En los tiempos de la Guerra Fría la URSS construyó un puesto de mando de reserva del antiguo Distrito Militar de los Cárpatos, a 120 metros bajo tierra. Las instalaciones estaban bien protegidas y equipadas con modernos sistemas de comunicaciones. La OTAN lo eligió como centro operativo tras el Golpe de Estado de 2014 en Kiev y la posterior guerra en el Donbas.

El fortín albergaba un cuartel general conjunto de mando y control, compuesto por representantes de la OTAN, así como por oficiales del Ministerio de Defensa ucraniano y del Estado Mayor de sus fuerzas armadas.

Estaba cubierto por sistemas de defensa antiaérea, lo que reforzaba aún más la confianza de los mandos de la OTAN, que descuidaron la vigilancia. A veces se reunían decenas de coches a la entrada, incluso a plena luz del día, lo que no pasó desapercibido para los servicios de inteligencia rusos.

Sólo tuvieron que esperar el momento más favorable para atacar. La fortaleza soviética era invulnerable a los misiles convencionales y no había necesidad de enviar bombarderos para atacar, ni siquiera con bombas de 5 toneladas. Los defensa aérea de la OTAN podía derribar los aviones.

Los rusos dibujaron el vuelo del Dagger hipersónico, que fue lanzado desde un portaaviones con cazas MiG-31 a una distancia de 2.000 kilómetros y a una velocidad 10 o incluso 15 veces más rápido que la del sonido.

En el mundo no hay sistemas de defensa antiaérea que puedan interceptar un misil a esa velocidad. El Dagger es, además, un arma de alta precisión. Desde el centro del blanco tiene una desviación de sólo un metro.

No sobrevivió ninguno de los oficiales de la OTAN que estaban en el subterráneo, y eran más de 200, entre ellos varios generales y oficiales estadounidenses, pero también británicos, polacos y ucranianos.

El portal griego Pronews, cercano al Ministerio de Defensa de su país, afirmó que “decenas de oficiales extranjeros murieron cuando los misiles hipersónicos Kinjal alcanzaron el centro conjunto de mando y comunicación ucraniano-OTAN”. Fue “un desastre para las fuerzas de la OTAN en Ucrania”.

Algunos sitios ucranianos reconocieron que, tras el ataque, los representantes del Ministerio de Defensa y del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania fueron llamados por la embajada de Estados Unidos en Kiev, donde les reprendieron por la escasa seguridad de los centros de control. Al mismo tiempo les entregaron una lista de los altos cargos y oficiales estadounidenses muertos y les ordenaron que los recuperaran del subterráneo.

En Lvov todavía están desenterrando los cadáveres. Las redes sociales ucranianas calculan que sólo han recuperado 40 de ellos bajo los escombros.

El 9 de marzo el Ministerio de Defensa ruso publicó un mensaje en su canal oficial en el que afirmó que, en respuesta a las acciones terroristas organizadas por el régimen de Kiev en la región de Briansk el 2 de marzo, habían lanzado un “ataque de represalia” masivo. El Ministerio subrayó que habían utilizado misiles hipersónicos Kinjal.

(*) https://www.kp.ru/daily/27490.5/4748875/ https://regnum.ru/news/society/3798556.html

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