Desde el sábado 27 de septiembre, la vida del país se ve marcada por las manifestaciones diarias del movimiento GenZ 212. Impulsada por jóvenes independientes que rechazan cualquier filiación política o sindical, la protesta innova y moviliza. Pero también debe hacer frente a las limitaciones de su falta de estructuración, mientras que las élites en el poder parecían esperar el discurso del rey previsto para el 10 de octubre.

Hasta entonces se la consideraba indiferente a los asuntos públicos. Pero las manifestaciones que sacuden Marruecos desde el 27 de septiembre de 2025, han puesto el foco en la generación joven, impulsora del movimiento de protesta. Según las cifras de la Alta Comisión para la Planificación, las y los jóvenes menores de 25 años representan el 26 % de la población marroquí y se caracterizan por «un fuerte apego a la tecnología, grandes ambiciones y capacidad de influencia social y económica». También se ven especialmente afectados por la precariedad económica y social. En el segundo trimestre de 2025, la tasa de desempleo de la juventud de entre 15 y 24 años alcanzó el 35,8 %, frente al 21,9 % de la franja de edad entre 25 y 34 años, con una media nacional del 12,8 %.

Durante las primeras manifestaciones, que tuvieron lugar principalmente en Rabat, Casablanca, Meknes y Tánger, antes de que otras ciudades se sumaran a la protesta, el movimiento pareció ser en gran medida espontáneo, sin consignas. Solo se desplegaron algunas pancartas. Pero muy pronto surgieron eslóganes como: «No queremos la Copa del Mundo… la salud ante todo», «El pueblo quiere el fin de la corrupción». Críticas directas al volumen de gasto dedicado a infraestructuras y a la construcción de estadios con vistas a la organización por parte de Marruecos de la Copa Africana de Naciones (CAN, diciembre de 2025-enero de 2026) y, sobre todo, de la Copa del Mundo de 2030, junto con España y Portugal. Estos gastos plantean interrogantes sobre las prioridades del Estado, mientras que los servicios públicos básicos, como la salud y la educación, están sufriendo un claro deterioro.

Al contrario del movimiento del 20 de febrero, nacido en 2011, apoyado en su momento por más de 20 organizaciones de defensa de los derechos humanos y sindicales y en el que participaron jóvenes pertenecientes a estructuras políticas, las manifestaciones actuales provienen de un grupo de jóvenes poco estructurado: la GenZ 212, combinación de «Generación Z» y 212, que es el prefijo telefónico de Marruecos.

A pesar de la participación de figuras de izquierda en algunas manifestaciones, como Nabila Mounib, secretaria general del Partido Socialista Unificado (PSU), y Abdelhamid Amine, expresidente de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), no ha habido ningún apoyo activo a este movimiento. Algunas organizaciones políticas y de defensa de los derechos humanos se limitaron a publicar comunicados en los que expresaban su apoyo a las reivindicaciones sociales y denunciaban el enfoque securitario adoptado por el poder.

La democracia vía Discord

Para coordinarse, la GenZ 212 utiliza principalmente la plataforma Discord, cuyo servidor cuenta con más de 170.000 miembros en Marruecos. Discord es una aplicación de mensajería instantánea y una red social comunitaria lanzada en 2015, que permite a los usuarios intercambiar mensajes de texto y realizar llamadas de voz o vídeo. En un principio, era muy popular entre los gamers, los aficionados a los videojuegos. Si bien su uso se ha democratizado en algunos países como Francia, sigue siendo muy utilizada en Marruecos por los jóvenes gamers de la generación Z. Les permite comunicarse durante las partidas, retransmitir sesiones en directo y compartir sus experiencias. La elección de esta plataforma para coordinar las convocatorias de manifestaciones recuerda a ejemplos similares en otras partes del mundo, como Madagascar y, sobre todo, Nepal, donde manifestantes de la misma generación utilizaron la misma aplicación el 4 de septiembre de 2025, tras la suspensión de varias redes sociales por parte de las autoridades.

En Discord hay varios canales de debate, uno para cada región del país, lo que facilita la coordinación entre los habitantes de las mismas ciudades y pueblos. Los horarios de los debates diarios se anuncian en las páginas de las redes sociales del movimiento. A menudo comienzan después de las 22:00. El administrador del canal comienza haciendo un balance del día de manifestaciones. A continuación, los miembros toman la palabra por turnos para expresar sus opiniones y compartir sus sugerencias. A menudo, los intercambios se prolongan durante horas. Al final de cada noche, se pasa al salón llamado «Anuncios», donde los miembros deben responder a la siguiente pregunta: «Tú decides: ¿apoyas que las manifestaciones continúen mañana?». Los miembros solo tienen dos opciones: «sí» o «no». Hasta ahora, el «sí» supera cada día el 80 %, lo que demuestra un claro compromiso por parte de la mayoría de los participantes de continuar con la movilización.

En estas conversaciones diarias en Discord, la espontaneidad que caracteriza a las manifestaciones parece intencionada. Los miembros de la Generación Z insisten constantemente en su total independencia respecto a los partidos políticos y los sindicatos, lo que demuestra la aversión de toda una generación de jóvenes hacia las estructuras intermedias, que han perdido toda credibilidad a sus ojos. También en las redes sociales lo proclaman alto y claro:

«No pertenecemos a ningún partido ni movimiento político. Somos jóvenes libres, nuestra voz es independiente y nuestra única reivindicación es la dignidad y los derechos legítimos de cada ciudadano».

Cuando comenzaron a circular las convocatorias para las manifestaciones del 27 y 28 de septiembre, varios sitios web y páginas progubernamentales se apresuraron a acusar a los organizadores de «separatismo» y de «servir a intereses extranjeros» con el fin de desestabilizar la nación y amenazar su integridad territorial. En respuesta a estas acusaciones, los administradores de la página GenZ 212 publicaron el 18 de septiembre una declaración en las redes sociales en la que se puede leer: «No estamos en contra de la monarquía ni del rey. Al contrario, consideramos que la monarquía es esencial para la estabilidad y la continuidad de Marruecos».

Cabe señalar que, desde el inicio del reinado del rey Mohammed VI, ningún movimiento social o político ha lanzado consignas contra la monarquía. Incluso el Movimiento del 20 de febrero abogaba por una «monarquía parlamentaria».

Las movilizaciones cambian, las reivindicaciones permanecen

Las reivindicaciones del movimiento no son exclusivas de esta generación. Más bien reflejan preocupaciones compartidas por todas y todos los marroquíes.

En una entrevista con Orient XXI, la activista de derechos humanos Siman explica:

“Puede que la generación Z sea la impulsora de este movimiento, pero no es la única que se manifiesta en las calles. Las reivindicaciones que se expresan hoy no son nuevas, sino que se inscriben en la continuidad de las del Movimiento del 20 de febrero y, posteriormente, del Hirak del Rif, que condujo a la detención de varios jóvenes de la región.”

GenZ 212 interviene tras un mes de importantes movilizaciones en Marruecos, en particular frente a varios hospitales de la ciudad de Agadir (suroeste) para protestar contra el estado de los servicios sanitarios, después la muerte de ocho mujeres tras dar a luz, en circunstancias aún sin aclarar. Según el Ministerio de Sanidad, se ha abierto una investigación, pero aún no se han publicado sus conclusiones. Otras ciudades también han sido escenario de manifestaciones en favor de las víctimas del terremoto de la provincia de Al Haouez, que azotó el país en septiembre de 2023. Por último, también se han celebrado varias marchas en apoyo a Palestina y en contra de la normalización de las relaciones de Marruecos con Israel desde 2020. Todas estas movilizaciones, a diferencia de las manifestaciones de GenZ 212, no han sido reprimidas y se han desarrollado en un ambiente relativamente tranquilo.

Según las cifras recopiladas por las secciones de la AMDH durante los tres primeros días de manifestaciones, más de 300 personas fueron detenidas solo en Rabat, y decenas más en otros lugares. El primer día, fueron puestas en libertad al amanecer. Pero las fuerzas del orden cambiaron de estrategia al día siguiente. Según las cifras publicadas por el Espacio Marroquí de Derechos Humanos^1/, el número total de personas detenidas y puestas bajo custodia policial asciende a 272, entre ellas 39 menores. Otras treinta y seis fueron condenadas a penas de prisión y 221 quedaron en libertad bajo fianza, cuyo depósito osciló entre 300 y 600 euros. A la mayoría se les acusó de «reunión no autorizada, obstrucción a la acción de las fuerzas del orden y convocatoria de reunión no autorizada». Estas detenciones no se llevaron a cabo sin violencia. Varias jóvenes fueron acosadas durante su detención policial, en tanto que los chicos detenidos fueron insultados, calificados de «pervertidos» y de «generación de la perversión». Según nuestras fuentes, el fiscal del rey constató signos de violencia física en algunos de ellos. Según la activista de derechos humanos Samia Regragui, «la represión y las detenciones han aumentado la simpatía de la población hacia los manifestantes, lo que constituye un verdadero logro».

La autonomía, un arma de doble filo

Sin embargo, esta simpatía se puso a prueba a partir del cuarto día de manifestaciones, debido a los actos de violencia que estallaron, especialmente en zonas que no estaban afectadas por el movimiento GenZ 212. Se produjeron enfrentamientos en varias ciudades entre manifestantes y fuerzas del orden, que causaron heridos en ambos bandos y destruyeron bienes públicos y privados. El miércoles 1 de octubre, tres personas fueron asesinadas por la policía en Leqliaa, una ciudad situada a 20 kilómetros al sur de Agadir.

Esa misma noche, la situación fue objeto de un amplio debate en Discord, donde muchos participantes condenaron rotundamente los actos de vandalismo, afirmando que sus autores «no representan ni pertenecen al movimiento». Otros, en cambio, consideraron que fue la violencia excesiva con la que las autoridades respondieron a las manifestaciones pacíficas lo que provocó las reacciones de ira y violencia de algunos manifestantes. Otros se preguntaron si esta violencia no había sido provocada con el objetivo de dañar la imagen del movimiento, socavar el apoyo popular del que goza e infundir miedo entre los marroquíes.

A pesar de los llamamientos a detener las manifestaciones lanzados por algunos responsables políticos, como el ex primer ministro islamista Abdelilah Benkirane, los miembros del grupo Discord continuaron votando a favor de continuar con las manifestaciones pacíficas. Pero la espontaneidad del movimiento GenZ 212 y su rechazo a cualquier organización y dirección formales constituyen un arma de doble filo. Si bien preserva la independencia del movimiento y lo protege de cualquier intento de manipulación política o explotación por parte de los partidos, especialmente ante la proximidad de las elecciones legislativas previstas para septiembre de 2026, la ausencia de estructuras organizativas dificulta la armonización de los lemas y las reivindicaciones. Sobre todo, dificulta el control de las formas de expresión de un movimiento que se reivindica como pacífico.

Cuando los partidos políticos se despiertan

Tras tres días de silencio, los partidos de la mayoría gubernamental —la Agrupación Nacional de Independientes, el Partido Autenticidad y Modernidad y el Partido Istiqlal— se reunieron el martes 30 de septiembre de 2025 en Rabat, bajo la presidencia del jefe del Gobierno, Aziz Akhannouch. Juntos, afirmaron comprender la ira de los jóvenes y estar dispuestos a responder a ella mediante el diálogo y el debate, en el marco de las instituciones previstas a tal efecto. La mayoría gubernamental también reconoció el retraso crónico que sufre el sector sanitario, al tiempo que subraya que su reforma es una tarea colosal que requiere tiempo. En su breve declaración del jueves 2 de octubre de 2025, Aziz Akhannouch advirtió, no obstante, contra los actos de «violencia y vandalismo» observados en algunas ciudades, evocando una «escalada peligrosa que atenta contra la seguridad y el orden público». Pero no se tomó ninguna medida concreta. Para Khalid Al-Bakkari, profesor universitario del Centro Regional de Profesiones de la Educación y la Formación de Casablanca (CRMEF) y activista de derechos humanos:

“Al igual que sus predecesores, el actual Gobierno ha renunciado a muchas de sus prerrogativas constitucionales. Ha llegado a considerar que la gestión de las manifestaciones y las crisis graves —en particular las relacionadas con catástrofes naturales— es competencia del Estado y no suya, es decir, del Makhzen^2/. Por eso el Gobierno se mantiene pasivo. El jefe

El Gobierno no se ha comunicado con los ciudadanos ni ha celebrado ninguna reunión con el ministro del Interior.”

El movimiento GenZ 212 finalmente ha decidido dirigir sus reivindicaciones directamente al rey, ignorando los llamamientos al diálogo del Gobierno. Sus demandas son claras: la dimisión del Gobierno de Aziz Akhannouch, el enjuiciamiento de las personas implicadas en casos de corrupción y la liberación de las personas detenidas durante las manifestaciones. Ahora, todas las miradas se dirigen hacia el rey Mohammed VI, cuyo discurso, con motivo de la apertura del año legislativo, el viernes 10 de octubre de 2025, es muy esperado^3/.

Hajar Raissouni. Periodista y doctoranda en Historia Contemporánea en la Universidad Paris 1 Panthéon-Sorbonne.

Orient XXI

Traducción: viento sur

Notas