
Sasha Yaropolskaya Jueves 21 de agosto
Zohran Mamdani aún no ha sido elegido como alcalde de Nueva York, aunque ganó con gran ventaja las primarias del Partido Demócrata por sus promesas de responder a las necesidades de jóvenes trabajadores, mujeres y miles y miles que vienen movilizándose contra el genocidio al pueblo palestino. Pero ya está organizando reuniones para tranquilizar a grandes líderes empresariales y representantes demócratas.

La victoria de Zohran Mamdani en las primarias del Partido Demócrata para la alcaldía de Nueva York ha sido un terremoto en la política estadounidense. Por primera vez en la historia, un candidato que se autodefine como socialista (con el calificativo de «demócrata», por supuesto) va camino de ganar las elecciones en la ciudad más grande del país, un importante centro financiero y tecnológico. Además de inspirar a los votantes neoyorquinos, Mamdani está dando esperanza a los reformistas de todo el mundo.
Diez años después de Syriza en Grecia y Podemos en el Estado español, el neorreformismo vive un nuevo momento. Mamdani, quien logró resistir la campaña de desprestigio racista de sus oponentes y de los medios burgueses, sin duda representa las esperanzas de cientos de miles de personas que desean que los políticos rompan con las políticas neoliberales y defiendan a la clase trabajadora y a Palestina.
Sin embargo, mucho antes de ser elegido, Mamdani ya está incumpliendo sus promesas. Al igual que Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez antes que él, Mamdani busca revitalizar al Partido Demócrata, uno de los dos partidos -junto con el Republicano- del régimen bipartidista que sostiene al mayor Estado imperialista (aunque en decadencia), en lugar de construir una alternativa independiente, socialista y revolucionaria. Esto me da una sensación de déjà vu.
El llamamiento de Mamdani
Lejos de mí está el hecho de negar el atractivo que Zohran Mamdani tiene para centenares de miles de neoyorkinos. Su uso de las redes sociales y los vídeos es enérgico, incluso brillante. Su estilo es una bocanada de aire fresco, aunque el contenido se limite a un programa socialdemócrata mínimo y relativamente convencional: congelación de alquileres, supermercados estatales, guarderías gratuitas y autobuses gratuitos. La diferencia radica en que da voz a los trabajadores e inmigrantes de Nueva York, defiende a Palestina, a los musulmanes y a las personas trans, y no teme decir lo que piensa. Se podría decir que Mamdani está haciendo que el reformismo vuelva a ser cool.
Como miembro de los Socialistas Demócratas de América (DSA), elevó el perfil de la organización y luego de su candidatura se incorporaron 10.000 nuevos miembros, lo que eleva su número total a más de 80.000. Esta organización, cuyo ADN político consiste en trabajar dentro del Partido Demócrata intentando su corrimiento hacia la izquierda, es actualmente la mayor organización autodenominada socialista de Estados Unidos.
Hace apenas unos años, Mamdani hablaba de desfinanciar a la Policía. A finales de junio, decía que «los multimillonarios no deberían existir». ¿Es esta retórica radical una señal de una política transformadora? ¡No tan rápido!
Mamdani y las grandes empresas: de enemigos a sostener muy buenas relaciones
El 15 de julio, Zohran Mamdani se reunió con importantes figuras financieras en un foro a puerta cerrada organizado por Partnership for New York City ( PNYC, por sus siglas en inglés), un grupo de empresas que representa a más de 300 destacadas firmas corporativas, de inversión y empresariales. La junta directiva de PNYC incluye ejecutivos de JPMorganChase, BlackRock, Citibank, Goldman Sachs, Pfizer y Blackstone. Asistieron a la reunión ejecutivos de BNY, Macy’s, Tapestry y grandes inmobiliarias. Al día siguiente, Mamdani se dirigió a un nutrido público de directores ejecutivos e inversores tecnológicos en una reunión organizada por Tech:NYC (la organización que representa a la industria tecnológica en esa ciudad).
Durante estas reuniones, Mamdani prometió que disuadiría a la gente para que no use el eslogan “globalizar la intifada” (que en árabe significa “levantamiento”). Así cedió a las demandas de la derecha proisraelí, que busca confundir este eslogan antisionista con antisemitismo. En cuanto a la Policía, Mamdani ha declarado repetidamente que ha cambiado de postura. En el debate de las primarias demócratas , ya prometió: “No desfinanciaré a la Policía. Trabajaré con esa institución porque creo que tiene un papel fundamental que desempeñar en la creación de seguridad pública”. En sus últimos vídeos —con la senadora demócrata Elizabeth Warren, por ejemplo— expresó empatía por los policías, que, según él, están sobrecargados de trabajo. También está abierto a mantener en el cargo a Jessica Tisch , la multimillonaria comisionada de policía nombrada por Eric Adams.
Mamdani continúa su ofensiva de seducción con los líderes empresariales estadounidenses. Bloomberg informa sobre su conversación telefónica con Jamie Dimon, director ejecutivo de JP Morgan Chase, el banco más grande del mundo. La lista de jefes a los que Mamdani aspira a convencer es muy larga: Michael Sullivan, jefe de gabinete del fondo de cobertura Point72 del multimillonario Steve Cohen, el mega abogado de Wall Street Brad Karp, y Jed Walentas, el promotor inmobiliario de Brooklyn responsable de la remodelación de la refinería de azúcar Domino, han hablado con Mamdani, según personas familiarizadas con los encuentros.
Estas reuniones están empezando a dar frutos. Un alto funcionario financiero que asistió a la reunión declaró al Financial Times : «La reunión tuvo un resultado positivo. Escuchó, tenía un interés genuino en participar y, en última instancia, transmitió a la mayoría de los presentes la sensación de que se preocupa por Nueva York y quiere ser el alcalde de todos los neoyorquinos». Si bien la élite financiera mundial se muestra relativamente escéptica con respecto a Mamdani, ambas partes comienzan a comprender que no pueden prescindir la una de la otra. ¿Es esta la actitud de un candidato socialista o el cliché de un político demócrata tradicional?
¿La última esperanza de los demócratas?
Según informa el New York Times, el candidato habló con Barack Obama en junio. Miembros del equipo del expresidente, desde David Axelrod hasta Jeffrey Lerner y Jon Favreau, elogian efusivamente a Mamdani en la prensa. Todos se mostraron abiertos hacia el candidato demócrata, sin respaldarlo oficialmente por el momento.
La llamada entre Obama y Mamdani es sintomática de la crisis en la élite demócrata. Esta se encuentra en un estado de total desconcierto tras la humillación de Joe Biden y el rotundo fracaso de Kamala Harris, tras una campaña de derecha en la que intentó mostrarse tan chovinista y patriota como Trump. En una entrevista con Stephen Colbert (famoso presentador de televisión) a finales de julio, reveló el estado de desmoralización de las élites demócratas, anunciando que no se postularía a gobernadora de California para no volver a un «sistema quebrado».
¿Su plan para combatir a Trump 2.0, al que llamó «fascismo»? Actualmente, está de gira por el país para promocionar sus memorias. Al mismo tiempo, figuras liberales como el exsecretario de Transporte Pete Buttigieg parecen impotentes y no tienen ideas para convencer a amplios segmentos de la población, aparte de repetir como loros los planes transfóbicos de los republicanos de prohibir a las mujeres trans participar en deportes.
¿Podría ser Zohran Mamdani, abierto al diálogo con los grandes capitalistas, la última esperanza de los demócratas? Podría parecer un rebelde, pero Bernie Sanders ya demostró su lealtad a los demócratas al hacer campaña por Hillary Clinton, Biden y Harris. Alexandria Ocasio-Cortez votó a favor del envío de armas «defensivas» a Israel y por romper la huelga de los ferroviarios, en colaboración con Biden.
Aún estamos lejos de este escenario, como lo demuestra la reticencia de varios líderes del Partido Demócrata a respaldar públicamente a Mamdani. Sin embargo, sus capitulaciones iniciales y su flirteo con las clases dominantes estadounidenses demuestran que esto es al menos una posibilidad. Obama podría estar sonriendo: su famosa «esperanza» tiene un nuevo rostro.
*Publicado por primera vez en francés el 19 de agosto en Révolution Permanente.