Fuente: https://www.sinpermiso.info/textos/malo-trump-tom-cotton-de-presidente-seria-una-perspectiva-aun-mas-aterradora Arwa Mahdawi 12/06/2020
¿Malo, Trump? Tom Cotton de presidente sería una perspectiva aun más aterradora
Pero esto es la vida real, me temo, no una novela distópica, y la vida real no parece interesada en la sutileza. Cotton, tampoco. El senador de Arkansas concitó la ira la semana pasada por una columna que escribió en el New York Times apremiando a traer a los militares para que se enfrentaran a las protestas contra la brutalidad policial. “Que traigan las tropas”, declaraba sin rodeos su título. “El país debe restaurar el orden”, proseguía. Nada expresa eso de “land of the free” [“tierra de los libres”, un verso del himno norteamericano] como volver las tropas contra tu propio pueblo.
Cotton quería un golpe y lo consiguió. Después de generar amplias críticas por el artículo, entre ellas las de periodistas del NYT que mantenían que ponía en peligro la seguridad de los empleados negros, el periódico publicó una disculpa; James Bennet, responsible de la sección de Opinión, que había en principio defendido la decisión de publicarlo, dimitió.
El embrollo parece haber acabado bien para Cotton, que apareció en Fox News el domingo para criticar al periódico por ceder ante una “chusma de niñatos enrollaos” (sería un nombre estupendo para un grupo de “punk”). Según un reportero del Washington Post, Cotton ha “quintuplicado su recaudación de fondos” desde que empezó la gresca. También se ha ganado la aprobación pública de Donald Trump.
El momento de Cotton iluminado por los focos ha pasado, pero casi con seguridad volverá pronto. Pese a tener el carisma de un saco de lechugas mojado, el senador es enormemente poderoso: Cotton ha influido en muchas de las decisiones de Trump, entre ellas los recortes a la inmigración legal y la prohibición de vuelos comerciales entre los EE.UU. y China durante los primeros de la Covid-19. Es asimismo el tipo que le dijo a Trump que sería una gran idea comprar Groenlandia. Cuando no se dedica a apremiar a la adquisición de la mayor isla del mundo, a Cotton se le puede encontrar avivando las llamas del racismo y la xenofobia. Ha usado repetidas veces las expresiones “virus de China” y “virus de Wuhan” y ha dado alas a la teoría conspirativa según la cual la Covid-19 la creó el gobierno chino en un laboratorio de armamento.
Cotton puede parecer un Alan Partridge norteamericano, pero no es ningún bufón, es un hombre peligroso con ambiciones peligrosas. Desde luego, hay toda una serie de expertos que cree que va buscando convertirse en heredero del trumpismo. Su popularidad entre los activistas conservadores parece haberse disparado con la controversia del New York Times y parece cada vez más probable que sea uno de los contendientes para la candidatura republicana a la presidencia en 2024.
La idea de tener a Cotton de presidente debería aterrarnos a todos. Cotton tiene el apetito de Trump por el autoritarismo y un desdén semejante por la prensa libre: en 2006, mientras servía en Irak, Cotton escribió una carta abierta pidiendo el procesamiento de dos periodistas del NYT que habían desvelado la historia de un programa secreto del gobierno. Atrae al ala de Trump en el Partido Republicano, pero, y esto es crucial, tiene sólidos vínculos con el establishment. “Cuántos tipos hay que puedan dar una charla en el Consejo de Relaciones Exteriores y ganar a la vez renombre en las páginas de Breitbart?”, preguntaba Steve Bannon al New Yorker en 2017. “La respuesta es que hay uno”. ¿El tipo? Cotton.
Veremos con el tiempo el final de la presidencia de Trump, pero resultará bastante más difícil deshacerse del trumpismo. La pregunta es: ¿cómo evolucionará el legado de Trump? ¿Se desvanecerá en los márgenes o adoptará una fachada más seria, más siniestra? El trumpismo se define en buena medida por la incompetencia y la farsa, pero Cotton podría tejerlo como algo bastante más aterrador e incluso más trágico.
Fuente:
Traducción:Lucas Antón