Fuente: Umoya num. 83 – 2º trimestre 2016 Comité de Logroño.
Jean Herintiana Charles es un malgache que vive en Logroño desde
hace ocho años (en 2016). Está orgulloso de su país, Madagascar, y comprometido con un fuerte deseo de que las cosas cambien para poder volver algún día con su familia, a pesar de vivir feliz en España. Nos ha escrito este artículo sobre Madagascar para que lo conozcamos mejor.
Madagascar, oficialmente República de Madagascar (en malgache: Repoblikan’i Madagasikara; en francés: République de Madagascar), es un país insular situado en el océano Índico, a 400 kilómetros al sureste de la costa de África, al este de Mozambique.
Además, es la isla más grande de África y la cuarta isla más grande del mundo, con una superficie de 587.000 km² y formada a la vez por pequeñas y numerosas islas. Está separada del continente por el canal de Mozambique. La capital, Antananarivo, tiene 1.800.000 habitantes.
En 2012 su población se estimaba en 22 millones de habitantes, un 90% de los cuales cobraba menos de dos dólares al día. La mayoría de sus habitantes tiene creencias tradicionales, son cristianos, o una
mezcla de ambos y musulmanes. Madagascar no ha cambiado nada en los últimos tres años en la lucha contra la corrupción. La Isla Grande se encuentra actualmenteen el puesto 123º deuna lista de 168 países en elmundo. Su estancamientoes alarmante, según TransparenciaInternacional.
La puntuación de Madagascar en términos de Índicede Percepción de la Corrupción (IPC) se ha estancado en tres años y la percepción del fenómenode la corrupción no está mejorando a pesar de las declaraciones de altas autoridades estatales, que quieren avanzar en esta lucha. Y como de costumbre, es el pueblo el que más sufre.
Con estos magros resultados observables, los malgaches tienen derecho a esperar más de sus políticos. Es difícil luchar contra la corrupción, ya que requiere un gran coraje político en el que los intereses individuales deben dejarse a un lado. Es deber de los líderes colocar los intereses del pueblo por delante de todo.
Y en esto, Transparencia Internacional es particularmente exigente. Madagascar ha establecido un objetivo para 2025 de lograr una puntuación de 50/100. Obtener el promedio no será fácil. Por su parte, la oficina anticorrupción independiente (Bianco: Bureau Indépendant Anticorruptions) recibió en 2004 la misión de crear una nueva estrategia nacional contra la corrupción. Defiende que estableció los objetivos y los medios anticorrupción para que se implementaran en el año 2015 y que su aplicación se reconocerá
a partir de este año. El objetivo de la estrategia consistía en conseguir que los malgaches fueran intolerantes frente a la corrupción y que Madagascar entrara a formar parte del grupo de los países africanos menos corruptos.
Sin embargo, el problema todavía reside en la aplicación de la ley, y es necesario garantizar la independencia de todos los órganos de control y la justicia. Entre los objetivos de la nueva estrategia nacional están las asignaciones presupuestarias del 0,3% del presupuesto del Estado (en este momento, está sólo el 0,1%). A pesar de los esfuerzos del Bianco, la falta de seguimiento de los casos de corrupción y una cierta impunidad prevalece en el trato con los detenidos, incluidos los peces gordos.