La presión social e institucional puede y debe sacar a los macronistas del gobierno; la organización y la lucha son las herramientas decisivas para expulsar al pequeño napoleón de su refugio…
El presidente de la República Francesa E. Macron rechazó de inmediato la propuesta de Lucie Castets como candidata a Primera Ministra, la persona finalmente consensuada por el Nuevo Frente Popular. Lucie Castets telefoneó poco después a Macron y expresó airadamente su perplejidad ante las sinrazones del pequeño déspota.
La biografía de Castets es conocida, aunque cabe añadir que es una mujer políticamente independiente y próxima al ala izquierda del PS, lo que facilitó el consenso entre los cuatro partidos firmantes del NFP.
Las declaraciones de Macron sobre su NO, ampliamente difundidas ayer, miércoles 24, en los medios franceses, constituyen un galimatías de despropósitos en que todo se mezcla sin ton ni son: “la cuestión no es Lucie Castets”, “en la primera vuelta ganó RN con 10 millones de apoyos”, “en la segunda vuelta los franceses rechazaron a RN”, “necesitamos un paréntesis olímpico”, “los criterios de designación del primer ministro deben adaptarse a los mayoritarios en la UE”… y finalmente “¡los franceses piensan como yo!”.
Sin embargo, Macron y su grupo han sido derrotados en las elecciones europeas y en las legislativas, perdiendo 80 diputados y dejando de ser “la mayoría presidencial”… Pero evidentemente no quieren tomar nota del amplísimo rechazo de sus políticas antisociales, antiecológicas y militaristas; políticas que han venido imponiendo (sí, imponiendo) al pueblo francés mediante el recurso a gobernar dictando más de 600 Decretos Ley.
En cuanto al “paréntesis olímpico” -manteniendo un gobierno de trámite, frágil y en funciones- solo responde a la pretensión de ganar tiempo y seguir buscando las componendas que logren una mayoría suficiente de derechas con LR y sus entornos (a no ser que se decidan a gobernar con los neofascistas de RN). Todo es posible.
La presión social e institucional puede y debe sacar a los macronistas del gobierno; la organización y la lucha son las herramientas decisivas para expulsar al pequeño napoleón de su refugio (tampoco sobra la Solidaridad Internacional, claro)…
Y también para aclarar el origen y amplitud de su fortuna, un capital de varios millones de euros que se investiga desde hace más de dos años, inspira fundadas sospechas y que desborda ampliamente “los ahorros” de sus trabajos antaño en la Casa Rothschild. Ahorros que podrían haberse incrementado por los servicios prestados después como Presidente de la República y por algún que otro descuido…
* Artista plástico. Militante de la izquierda revolucionaria, represaliado por el franquismo, activista memorialista de la Asociación “En Medio de Abril”. Miembro del Colectivo LoQueSomos
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