mpr21 Redacción
Cuando en 2011 los imperialistas desataron la guerra contra Siria, Al Qaeda y el Califato Islámico eran una misma organización. El Frente Al Nosra se creó en enero de 2012 y Abu Bakr Al Baghdadi puso a Abu Mohammad Al Jolani al frente de la organización.
El verdadero nombre de Abu Muhammad Al Jolani es Ahmed Hussein Al Shara. Se lo cambió para denotar una supuesta procedencia de la región del Golán sirio (“Golani”), aunque nació en Riad en 1982, donde su padre trabajaba como ingeniero petrolero, y creció en los suburbios de Damasco.
Partió hacia Irak en 2003, unas semanas antes del inicio de la invasión estadounidense, y se unió a Al Qaeda. Fue detenido por la policía irakí y encarcelado en Camp Bucca, la prisión donde Baghdadi pasó varios meses encerrado.
Después de su liberación en 2008, regresó a Al Qaeda. En abril de 2013 se separaró cuando Baghdadi creó el Califato Islámico e intentó que Al Nosra se incorporara a sus filas, mientras Jolani quería mantener su propia autonomía dentro Siria.
Entonces Jolani anunció que Al Nosra era el verdadero representante de Al Qaeda. “Los hijos de Al Nusra juran lealtad al jeque Ayman Al Zawahiri”, dijo Jolani en un mensaje de vídeo en 2014, refiriéndose al entonces dirigente de Al Qaeda.
El objetivo inmediato de Al Nosra era derrocar al gobierno de Assad y establecer un régimen islámico en Siria bajo la sharia.
Desde su nacimiento, el Califato Islámico concentró los ataques de las potencias regionales, surgiendo el otro gran mito intoxicador de la Guerra de Siria: el de los “yihadistas moderados”.
Jolani supone mantener un perfil bajo y construyó su propio bastión en Idlib, donde se concentraron yihadistas de diferentes partes del país bajo la tutela de Turquía.
Uno de los grupos que se sumaron a Jolani fue el “Ejército Libre de Siria”, actualmente llamado “Ejército Nacional Sirio”, que había sido reclutado, financiado, organizado y entrenado por el gobierno de Ankara.
Con tantos componentes diferentes, la etiqueta “Al Nosra” acabó siendo una carga y comenzó otro baile de siglas. Primero fue Fateh Al Sham, que en 2017 se reconvirtió Hayat Tahrir Al Sham (HTS), declarando que había roto los vínculos con Al Qaeda.
Las nuevas siglas se convertían en políticamente correctas al declarar que no luchaban contra Occidente sino sólo contra el gobierno de Assad. “Nunca se permitirá que Siria sirva como plataforma de lanzamiento para ataques contra Occidente”, dijo en una entrevista de 2015.
“La solución es simple”, dijo en otra entrevista en febrero de 2021. “Tenemos que […] abordar las causas en lugar de los síntomas. La causa de este problema, de esta enorme catástrofe, es este régimen [el de Assad]. Una vez que él ya no esté allí, esa enorme catástrofe desaparecerá. Por lo tanto, el principal problema sería derrocar este régimen, ejercer presión para derrocarlo por cualquier medio posible”.