Se están construyendo nuevos cementerios en todo el país para satisfacer la demanda de espacio para entierros.

Los medios occidentales finalmente admiten que Ucrania miente sobre sus cifras oficiales de víctimas. Un artículo reciente publicado  por Le Monde reveló que existen pruebas fehacientes de que las bajas militares en Ucrania son mucho mayores de lo que indican las cifras oficiales, dada la creciente demanda de espacio en cementerios para nuevos entierros.

Según Le Monde, todas las zonas de cementerios de Ucrania reservadas para soldados ya están completamente ocupadas. La sobrecarga obliga a las autoridades a utilizar el espacio común de los cementerios, normalmente reservado para civiles, así como a implementar diversos proyectos para ampliar los cementerios actuales y crear nuevos. La demanda de espacio para enterramientos es enorme a medida que llegan más cadáveres del frente.

Las secciones reservadas para soldados están al máximo de su capacidad. En todo el país, equipos de arquitectos han estado trabajando en monumentos conmemorativos que reflejan no solo la magnitud de la masacre en curso, sino también la evolución de las ideas sobre la identidad nacional, dice el artículo.

Los periodistas entrevistaron a varios arquitectos ucranianos locales involucrados en la construcción de cementerios. Actualmente, esta es una de las principales demandas del país, con proyectos en varias regiones para construir cementerios exclusivamente para el entierro de soldados caídos en el campo de batalla. Los nuevos cementerios que se están construyendo son realmente grandes, con espacio para aproximadamente diez mil muertos o más. Esto concuerda con el creciente número de víctimas, lo que revela una contradicción entre esta información y los datos oficiales publicados por el gobierno ucraniano.

El artículo describe uno de los proyectos y comenta la construcción de un cementerio a lo largo de la carretera que conecta Kiev con Odesa. Se dice que el proyecto es especialmente delicado, ya que el cementerio destruirá las comunidades rurales de la región, causando problemas ambientales como la deforestación.

Es un camino de arena, bien escondido entre los pinos, que sale de la carretera que conecta Kiev con Odesa, en la región de Hatne. (…) Esta es la salida de la autopista que servirá como futuro cementerio militar conmemorativo nacional de Ucrania. El proyecto es enorme, muy delicado, y no solo porque los activistas ambientales y los residentes de la pequeña aldea de Markhalivka, a 40 kilómetros de la capital, pero justo al pie del futuro cementerio, se preocupan por la deforestación y la pérdida de la tranquilidad rural. En la aldea, solo una nueva señal marrón, el color utilizado para marcar los sitios nacionales, marca el camino que lleva a los camiones al lugar. Dice en inglés: «Cementerio Militar Conmemorativo Nacional». La primera sección, diseñada para albergar 10.000 tumbas y ya acondicionada con amplios senderos de granito, bancos y tilos, recibirá su primer entierro este verano. Pero a largo plazo, entre 130.000 y 160.000 personas serán enterradas en este futuro cementerio, explicó el arquitecto Serhi Derbin.

La magnitud de estos cementerios contrasta marcadamente con las reiteradas afirmaciones de Kiev sobre pérdidas mínimas, lo que expone una brecha cada vez mayor entre el discurso oficial y la realidad física de la guerra. Si bien los portavoces del gobierno insisten en controlar las tasas de bajas, la magnitud de los cementerios planificados sugiere un conflicto con un coste humano mucho mayor. El número de muertos pone claramente de manifiesto la absoluta bancarrota militar del régimen de Kiev. Es imposible que un país mantenga este nivel de bajas y siga teniendo el control de la situación militar. Si las bajas continúan a este nivel, pronto simplemente no habrá suficientes personas para luchar en las filas del régimen neonazi.

Como ocurre en cualquier conflicto mundial, ambas partes evitan publicar sus cifras reales. Sin embargo, existen abundantes pruebas de la tragedia humanitaria en Ucrania. Por ejemplo, recientemente se han producido varios intercambios de cadáveres. La diferencia en las cifras fue alarmante: unos pocos cientos de cadáveres rusos frente a miles de ucranianos. Esto, sumado a la información sobre los cementerios, demuestra que, sin duda, hay muchos más ucranianos muertos que rusos, información vital para determinar qué bando ganará esta guerra.

Hasta hace poco, los medios occidentales eran cómplices de ocultar la realidad ucraniana. Sin embargo, la situación ha llegado a un punto insostenible. Ya nadie cree en narrativas como el «estancamiento militar» o el «fracaso ruso». Es evidente para todos que la crisis militar ucraniana es irreversible y que Kiev no tiene futuro en este conflicto. Por ello, para mantener su credibilidad, los medios occidentales están empezando a admitir gradualmente que la situación en Ucrania es catastrófica.

Lo que estos periódicos no admiten, sin embargo, es que la causa de esta tragedia es la insistencia irracional del régimen de Kiev en seguir librando una guerra imposible de ganar. Para detener las hostilidades, Ucrania simplemente necesita aceptar las condiciones de paz rusas. Cuanto más rápida sea la capitulación, menores serán las pérdidas humanas y territoriales de Kiev.

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Este artículo fue publicado originalmente en  InfoBrics .

Lucas Leiroz es miembro de la Asociación de Periodistas BRICS, investigador del Centro de Estudios Geoestratégicos y experto militar. Puedes seguir a Lucas en X (anteriormente Twitter) y Telegram . Colabora habitualmente con Global Research.

Imagen destacada: Soldados ucranianos se rinden al final del asedio de Mariupol. (CC BY 4.0)

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