Informes y estadísticas semioficiales indican que casi un millón de habitantes de Gaza perdieron completamente sus hogares como resultado de la destrucción sistemática israelí en la Franja, a una tasa del 45 por ciento, mientras alrededor del 50 por ciento de los ciudadanos vieron sus hogares parcialmente destruidos.

Además confirman la destrucción sistemática de la infraestructura, que afectó a las líneas de agua y alcantarillado, las líneas eléctricas principales y secundarias y las redes de comunicaciones. También arrancaron árboles, arrasaron tierras y propiedades de los ciudadanos y destruyeron fábricas, panaderías, tiendas, lugares de culto y escuelas, universidades, bancos, etcétera.

Según un análisis de imágenes publicado por la BBC a finales del pasado enero, unos 170 mil edificios fueron completamente destruidos en la Franja de Gaza desde el inicio de la guerra, y según una investigación periodística publicada por The Washington Post el mes pasado, zonas enteras fueron destruidas en Beit Hanoun, Beit Lahia, Jabalia y Hayy Al-Tawam y Al-Karama, en el norte de la Franja de Gaza, y en Tal Al-Hawa, Al-Maghazi, Al-Bureij y Khan Yunis, lo que hace las zonas inhabitables y aumenta la dificultad y la duración de la reconstrucción.

Cuando la guerra genocida en la Franja de Gaza entró en su quinto mes, el número de víctimas superó la marca de de 100 mil, incluidos más de 27 mil mártires, alrededor de ocho mil personas desaparecidas y más de 67 mil heridos, incluidos unos ocho mil que necesitan tratamiento urgente en el extranjero, y miles de detenidos en prisiones de la ocupación israelí.

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En este último caso, su suerte se ha vuelto desconocida como resultado de desapariciones forzadas y cientos de ejecuciones en el campo, como ocurrió recientemente en la Escuela Hamad, en Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza.

Mientras tanto, un informe reciente publicado por Unicef afirmó que alrededor de 17 mil niños perdieron a sus familias, lo que significa que quedaron huérfanos.

Según los observadores, la popularidad del presidente estadounidense, Joe Biden, ha experimentado un descenso  en las encuestas de opinión, lo cual le hará perder su puesto para un segundo mandato, debido a sus posiciones de apoyo militar y político a «Israel» y en foros internacionales, y su colaboración con él en la guerra en la Franja de Gaza.

Las declaraciones de Biden de que “Israel” había excedido sus límites máximos en esta guerra, y la emisión de un memorando llamando a los gobiernos de los países que reciben armas de los Estados Unidos a adherirse por escrito al derecho internacional humanitario, las leyes de derechos humanos y el derecho estadounidense (“Israel” y Ucrania sobre todo), es un intento del Partido Demócrata de ganar más votos de los que Biden perdió en las encuestas de opinión.

Los observadores creen que estas medidas estadounidenses no son más que discursos mediáticos pronunciados por Biden para aumentar su valor electoral, y que no ejercerá ninguna presión sobre “Israel” para que detenga su agresión contra la Franja de Gaza y acepte un alto al fuego.

Suspensión del apoyo a la UNRWA

La Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (OOPS) informó que más de 360 ​​personas desplazadas murieron y más de  mil 300 resultaron heridas en instalaciones afiliadas a esa agencia, mientras que más de 150 de sus empleados fueron martirizados por las balas de las fuerzas de ocupación israelíes y decenas de instalaciones fueron destruidas, incluidas clínicas, escuelas y centros en diversas zonas de la Franja de Gaza.

A pesar de la continuación de la bárbara guerra de agresión israelí en la Franja de Gaza y de los crímenes de genocidio y limpieza étnica cometidos contra los palestinos, más de 15 países, encabezados por Estados Unidos, suspendieron su financiación a la agencia por una cantidad que asciende a aproximadamente 440 millones de dólares, basándose en acusaciones y engaños israelíes de que 12 empleados participaron en la batalla Diluvio del Aqsa el 7 de octubre pasado. Vale la pena señalar que el número de empleados del OOPS en todas las áreas de sus operaciones es de aproximadamente 30 mil.

Según un comunicado de prensa del Comisionado General de la UNRWA, Philippe Lazzarini, dijo: “En un momento en que la guerra en Gaza continúa sin cesar, y en un momento en que la Corte Internacional de Justicia pide que se proporcione más ayuda humanitaria, Este es el momento de fortalecer a la UNRWA, no debilitarla”.

Lazzarini añadió: «La agencia sigue siendo la mayor organización de ayuda en una de las crisis humanitarias más complejas del mundo. Reitero el llamamiento del Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, para que se reanude la financiación a la UNRWA. «Si la financiación sigue suspendida, probablemente tendremos que poner fin a nuestras operaciones a finales de febrero, no sólo en Gaza, sino también en toda la región».

Las acusaciones y engaños israelíes llevaron a los Estados Unidos de América y a 15 países donantes a suspender su financiación para la agencia, mientras que los asesinatos, ejecuciones, destrucción de vidas humanas y la comisión de crímenes de genocidio en la Franja de Gaza no llevaron a esos países a condenar a “Israel”, imponerle sanciones y dejar de financiar política y militarmente la guerra genocida.

Quemar las casas y propiedades de los habitantes de Gaza

Mientras tanto, el periódico hebreo Haaretz explicó en un informe del 31 de enero de 2024, citando a un oficial del ejército de ocupación israelí, que la ocupación quemó cientos de casas, incluidas las propiedades en ellas, en la Franja de Gaza, mientras se llevaban a cabo las operaciones de incendio bajo órdenes de oficiales de campo y sin obtener la aprobación y las acciones legales necesarias, indicando que los incendios afectaron incluso a viviendas en las que las fuerzas de ocupación estaban presentes después de su partida.

Este periódico informó, citando a tres oficiales israelíes que participaron en el mando de las batallas de Gaza, que la quema de casas se había convertido en un “medio común de destrucción”, mientras que algunas de las operaciones de quema eran represalias de los soldados por el asesinato de sus colegas en la misma unidad de combate.

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Destrucción sistemática

Las zonas de la Franja de Gaza de las que se están retirando las fuerzas de ocupación israelíes están siendo testigos de una gran destrucción a todos los niveles, ya sean arrasadas las casas y propiedades de los ciudadanos, además de una destrucción importante de infraestructuras, como escenarios de la retirada de la ocupación.

Las fuerzas de seguridad de diversas zonas de la ciudad de Gaza y de la Franja del Norte mostraron la magnitud de la destrucción: la destrucción generalizada de calles, carreteras y viviendas, y el incendio y destrucción de miles de torres residenciales, además de la descomposición de los cuerpos de víctimas palestinas.

Es evidente que en las zonas que presenciaron una retirada total o parcial en la Franja de Gaza, especialmente en la ciudad de Gaza y el norte de la Franja, hay un caos generalizado, saqueos y robos de las propiedades de los ciudadanos restantes que fueron parcialmente destruidas en medio de la ausencia o colapso de los servicios de seguridad y policía afiliados a la autoridad de facto en Gaza, así como la dispersión de basura e inundación de calles principales y secundarias de la ciudad con aguas residuales en clara ausencia de trabajo municipal.
Ya no queda ningún lugar adecuado para que vivan los habitantes de Gaza, ni en el norte ni en el sur de la Franja, convertida en un escenario de ruina y destrucción. Esto es lo que la ocupación israelí intenta hacer para empujar a los habitantes de Gaza hacia mayor desesperación y pérdida de esperanza y empujarlos hacia el desplazamiento «voluntario» para vaciar la Franja de Gaza de sus residentes.

“Israel” no estaba satisfecho con esto, pero el ministro de Guerra y genocidio, Yoav Galant, habló en una conferencia de prensa el 3 de febrero de 2024 sobre el lanzamiento de una gran operación militar terrestre en Rafah, habitada hoy por alrededor de un millón y cuarto de palestinos, la mayoría de los cuales están desplazados del resto de las gobernaciones de la Franja de Gaza.

Esto provocará la matanza y ejecución de ciudadanos y la destrucción de lo que queda de la vida de los desplazados allí, y empujará tanto a los ciudadanos como a las personas desplazadas en la gobernación de Rafah hacia el desplazamiento forzado hacia la República Árabe de Egipto o hacia otras zonas de la Franja de Gaza que puedan ser más seguras, a pesar de que los hechos indican que ya no hay ninguna zona segura en el sector.

A la luz de estos dolorosos hechos, es necesario poner fin a los crímenes de guerra y genocidio y llevar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, de acuerdo con las órdenes emitidas por la Corte Internacional de Justicia. El expediente de reconstrucción debe estar presente en cualquier próximo acuerdo de intercambio de prisioneros, además de la liberación de miles de prisioneros y detenidos palestinos, especialmente aquellos de personas con altas condenas.

*El autor es director de la oficina de la revista Al-Hurriya en la Franja de Gaza y miembro de la Secretaría General del Sindicato de Periodistas Palestinos.