África Global, LQS
Por Denise Zaneza*
Aimable Karasira, superviviente del genocidio y ex profesor universitario, se encuentra detenido injustamente en Ruanda desde el 30 de mayo de 2021. Su detención se produjo tras la publicación de un vídeo en el que denunciaba con valentía el asesinato de miembros de su familia durante el genocidio de Ruanda por parte de las tropas del Frente Patriótico Ruandés (Umuryango FPR-Inkotanyi) dirigidas por Paul Kagame, actual presidente del país. Esta detención constituye otro ejemplo más de la represión sistemática que ejerce el régimen ruandés contra las voces críticas con su gobierno.
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Karasira, a través de su popular canal de YouTube “UKURI MBONA”, criticó valientemente al régimen de Kagame, exponiendo su corrupción, represión y mala gestión. Esta apertura y compromiso con la justicia tuvieron un alto costo. El régimen, intolerante con la disidencia, actuó rápidamente para silenciarlo formulando acusaciones infundadas, entre ellas la de negación del genocidio, incitación a la división y enriquecimiento ilícito.
Aimable Karasira ha negado constantemente estas acusaciones, y su caso es emblemático de la estrategia más amplia de Ruanda de inventar acusaciones para reprimir la oposición política y la libertad de expresión. Durante su detención, Karasira ha sufrido graves malos tratos. Ha denunciado reiteradamente que lo han torturado, golpeado, privado del sueño y privado de acceso a medicamentos esenciales. Estas condiciones atroces ponen de relieve la voluntad del régimen de violar los derechos humanos básicos para mantener su control del poder.
El trato inhumano que sufre pone de relieve aún más la urgente necesidad de atención e intervención internacionales. El gobierno de Paul Kagame ha empleado durante mucho tiempo tácticas autoritarias, que incluyen detenciones arbitrarias, censura de los medios de comunicación y violencia selectiva contra los críticos, tanto dentro como fuera del país.
El caso de Karasira no es un caso aislado, sino parte de un patrón más amplio de represión que ha silenciado a periodistas, activistas y opositores políticos bajo el pretexto de la unidad y la estabilidad nacionales. El régimen de Kagame ha convertido en armas leyes destinadas a abordar la negación del genocidio y el divisionismo, convirtiéndolas en herramientas de persecución política. La comunidad internacional debe condenar estas prácticas de manera inequívoca.
Los países y las organizaciones que siguen colaborando con el gobierno de Kagame deben reconsiderar su complicidad al permitir el funcionamiento de un dictador que socava sistemáticamente los derechos humanos y silencia las voces disidentes. La ayuda y las alianzas deben estar supeditadas a mejoras demostrables en la gobernanza, el estado de derecho y la protección de los derechos humanos en Ruanda.
Hacemos un llamamiento a las organizaciones internacionales de derechos humanos, a los gobiernos y a las personas de conciencia para que exijan la liberación inmediata de Aimable Karasira y de todos los demás presos políticos detenidos injustamente en Ruanda. Su libertad no es sólo una cuestión de justicia para las personas implicadas, sino también una defensa de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
El silencio ante tal represión no hace más que envalentonar al régimen de Kagame para continuar su ataque a la libertad y la democracia.
#FreeKarasira #FreeAllPoliticalPrisoners #JusticeForKarasira #Africa #RwOX
* Denise Zaneza es una activista de derechos humanos que se dedica a defender la paz, la democracia y el estado de derecho en Ruanda y la región de los Grandes Lagos en general. @dzaneza
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