Las cumbres de Kampala de los No Alineados y el G77+China: urge atacar las raíces de los problemas

Fuente: https://www.telesurtv.net/opinion/Las-cumbres-de-Kampala-de-los-No-Alineados-y-el-G77China-urge-atacar-las-raices-de-los-problemas-20240122-0015.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_campaign=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_content=39  Andrés Chiriboga                                                                           22 enero 2024

Las cumbres de Kampala de los No Alineados y el G77+China: urge atacar las raíces de los problemas

Para el traspaso de las presidencias de ambos foros y para discutir su agenda, delegaciones compuestas de jefes de estado, cancilleres y altos funcionarios de todo el Sur Global se congregaron entre el 15 y 21 de enero en la capital Kampala.

El inicio de 2024 marcó un momento de responsabilidad histórica para el gobierno de Uganda, la Perla de África, quien estará a cargo de liderar durante tres años el bloque de países no alineados (NAM) y durante el próximo año, el grupo del G77+China.

Para el traspaso de las presidencias de ambos foros y para discutir su agenda, delegaciones compuestas de jefes de estado, cancilleres y altos funcionarios de todo el Sur Global se congregaron entre el 15 y 21 de enero en la capital Kampala. El flamante e imponente centro de convenciones del complejo hotelero de Speke fue el lugar de encuentro.

Ciertamente, el logro más importante de las deliberaciones fue la condena enérgica a la agresión militar ilegal israelí en Gaza y los ataques indiscriminados contra civiles palestinos, así como un alto el fuego humanitario inmediato y duradero. Se suma así la voz unánime de estos foros a otras acciones internacionales como el pedido de Sudáfrica a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para que dictamine si la violencia desplegada por Israel y la tragedia humanitaria que se desarrolla en Gaza equivalen a un genocidio. El tiempo de las cabezas bajas y voces que callan en el Sur Global ante esta histórica infamia se ha terminado.

Además de la discusión política, ambos foros abordaron temas vinculados al desarrollo económico en un momento donde la crisis económica, humanitaria y ecológica que atraviesa el mundo no pueden ignorarse más. En este punto existen enormes responsabilidades y posibilidades que todavía no son entendidas, ni abordadas en su totalidad. Para el Norte Global, cualquier acción deberá mantener el statu quo y no alterar el rol que los países del Sur Global han jugado hasta ahora. La mayoría del Sur Global sigue atrapada en la parte inferior de la cadena de valor global y no hay interés para que esto cambie. En ese contexto, ¿qué papel pueden y deben desempeñar foros como el NAM y G77+China en la articulación de estrategias para hacer frente a los retos de reposicionamiento del Sur Global en la economía mundial? Un primer paso fundamental implica reconocer que la arquitectura económica global ha generado y alimenta una serie de déficits estructurales para los países del sur materia de soberanía alimentaria, energética y en su capacidad de agregar valor dentro de las cadenas de producción. Temas de preocupación recurrente de estos foros, como el sobre-endeudamiento de los países están directamente vinculados a perennizar estos déficits. ¿Es suficiente como estos foros bordan el problema de la deuda? No. No basta en hacer un llamado a renegociaciones más eficientes y con mejoras de los términos financieros, como nuevamente hacen el NAM y el G77, sin reconocer el rol que la deuda juega para nutrir estos déficits estructurales.

Si nos centramos en uno solo de estos problemas estructurales, la producción alimentaria, debemos reconocer que los recursos financieros y las subvenciones agrícolas masivas del Norte Global, obligan a los países del Sur Global a renunciar a la producción de cultivos básicos locales para especializarse en la exportación de cultivos comerciales para la demanda de los países ricos. Nuevamente, las deliberaciones de Kampala se quedaron cortas. Por ejemplo, en sus declaraciones finales se reiteran conceptos como la seguridad alimentaria. Contrariamente, ya es hora que estos foros hablen y acuerden acciones concretas para garantizar la soberanía alimentaria de los países y dejen de caer en la trampa de la seguridad alimentaria. Mientras dicha concepción no es ajena al monocultivo, la importación y la producción de alimentos ajenos a las necesidades y tradiciones locales; la visión de soberanía alimentaria permite ir más allá del mercantilismo de los alimentos, toma en cuenta las tradiciones y necesidades locales, busca reducir la distancia entre productores y consumidores y consciente del impacto que el desplazamiento de alimentos desde o hacia rincones tiene una contribución importante en la crisis climática.

La discusión sobre las trampas estructurales y cómo atacarlas sigue ampliamente ausente en los debates y declaraciones oficiales. No obstante, hay voces que se levantan al respecto. Si bien los encuentros del NAM y G77+China son limitados en la participación de la sociedad civil, la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo (UNCTAD), junto con los gobiernos de China y Uganda, promovió esta discusión.  Esto ocurrió en uno de los pocos “side-events” que se llevaron a cabo en el Centro de Convenciones de Speke. Las raíces de los problemas, así como propuestas para su atacarlas, quedan reveladas en intervenciones e investigaciones como la del Grupo Experto Independiente para la Transición Justa y Desarrollo de África. Para expertos de esta red, como el economista tunesino Fadhel Kaboub, el financiamiento debe dirigirse a sectores estratégicos como la soberanía alimentaria y la agroecología (cultivos básicos locales en lugar de cultivos comerciales para exportarlos al Norte Global), energías renovables en lugar de combustibles fósiles. Es esperanzador escuchar discusiones concretas sobre la manera de atacar las raíces de los problemas en lugar de las soluciones incompletas y enfocadas en sostener los desbalances estructurales de la economía mundial. La propuesta de Kaboub y el Grupo Experto, en la forma de un libro de color rojo con el nombre de “Just Transition: a climate, energy and development vision for Africa”, circuló y se discutió en los pasillos del Centro de Convenciones de Speke. Cuando más de esta narrativa y propuestas se reflejen en el discurso y declaraciones de los tomadores de decisión de los países del Sur Global, podremos ser más optimistas sobre estos foros y sobre una verdadera transformación de la arquitectura económica global.


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