mpr21 Redacción
Como venimos insistiendo, las contradicciones se agudizan a un lado y otro del Estrecho de Gibraltar, donde hay una larga lista de agravios que conduce a un callejón sin salida para varios países, singularmente Argelia, Marruecos y España.
No todo es emigración. En 1994 Argelia y Marruecos cerraron las fronteras terrestres, en 2021 rompieron su relaciones diplomáticas y cerraron el espacio aereo, y si Argelia y Mali se enfrentan, Marruecos se pone de parte de Mali.
Recientemente Rabat anunció su intención de adquirir 24 cazas F-16 Block 70/72 de Estados Unidos. Estos aviones, equipados con el sistema de defensa Viper Shield, representan un avance tecnológico significativo para las Fuerzas Aéreas de Marruecos.
La modernización de las fuerzas aéreas marroquíes ha despertado preocupación en el gobierno de coalición de Madrid, que inmediatamente encargó a Airbus 45 nuevos cazas Eurofighter Tranche 4.
Esta escalada en la adquisición de aviones de combate replantea la correlación de fuerzas en la zona. España parece temer que la llegada de los F-16 marroquíes perturbe su supremacía aérea en el Estrecho de Gibraltar y el Mediterráneo occidental.
Los dos tipos de aviones elegidos por Marruecos y España representan lo mejor en términos de tecnología aeronáutica militar. El F-16 Block 70/72 está equipado con el radar AN/APG-83, un sistema Active Electronically Scanned Array de última generación. Proporciona prestaciones avanzadas de detección y seguimiento, cruciales para misiones de combate aire-aire y ataque terrestre.
Por su parte, el Eurofighter Tranche 4 no se queda atrás. Equipado con dos motores Eurojet EJ200 y el radar AESA ESCAN MK1, ofrece un rendimiento superior en varias áreas. Tiene una cierta ventaja en un enfrentamiento directo, gracias a su avanzada tecnología y sus versátiles prestaciones.
Sin embargo, la elección de Marruecos por el F-16 podría explicarse por consideraciones económicas. La compra y el mantenimiento de estos aviones estadounidenses serían menos costosos que los del Eurofighter, un factor que para Marruecos es importante.
Para ambos paises la adquisición de los nuevos cazas va más allá del simple marco de la modernización militar. Un costado del Estrecho vigila al otro, lo que refleja las cuestiones estratégicas y políticas que subyacen a las relaciones hispano-marroquíes, que no son sólo emigración, ni Ceuta y Melilla.
Para España, la modernización de su flota aérea cumple un doble objetivo: mantener su superioridad tecnológica sobre sus vecinos del sur y hacer valer su estatus dentro de la OTAN. Madrid quiere mantener su papel de guardián del flanco sur de Europa, al tiempo que se posiciona como un protagonista clave en la región.
Por parte marroquí, la adquisición del F-16 también forma parte de una estrategia más amplia para mirar a la cara, tanto a España como a Argelia. Rabat busca afirmarse como la tercera potencia regional, capaz de proyectar su fuerza más allá de sus fronteras. Esta pretensión va de la mano de los esfuerzos diplomáticos para fortalecer su influencia en África y el mundo árabe… de la mano de Israel.