En un momento dado, me pregunto por la personalidad de cada cuál. Se dicen muchas cosas, hay muchos estudios sobre ello, pero puedo decir, con toda franqueza, que la personalidad se hace haciendo.

No es posible demostrar la existencia del Universo sin haberlo visto, tampoco la presencia de Dios sin haberlo conocido, pero puedo decir que la aclamación que he recibido se debe a una cosa: mi personalidad.

No se debe confundir persona con personalidad, y no se debe confundir personalidad con obligación o sumisión; el alma del Hombre es insumisa, y cada vez que se intenta doblegar ese alma, te metes en un buen lío.

No estoy aquí para lanzar flores sobre mi persona, estoy aquí para dar una opinión, esa opinión viene hecha desde antaño, y no soy nuevo en expresarla. Lo que quiero decir es que hay un abismo entre tú y yo, entre el lector y el escritor, todo lo que he hecho hasta ahora, y repito: Todo, es para salvar al Universo del desastre del Capitaloceno.

No se puede expresar de otra forma, he descubierto el término en los libros de Donna Haraway, y pretendo que esto avance de otra forma, hacia otro sentido, hacia otro momento; ella lo llama “Chutuluceno”, si me acuerdo bien del nombre; pero yo lo llamo de otra forma: “Amidaldeae”, no obstante, es lo mismo; y por eso te quiero decir “te quiero”, porque, sin ti, no habría llegado a este lugar. Porque una subvención no vale para nada, porque es digno seguir nuestros sueños.

Eso es todo, yo ya no tengo nada que decir, simplemente recomendar el libro de Donna Haraway donde descubrí esto, el libro se llama “Seguir con el problema”, y está disponible en cualquier librería aunque sea por encargo.

Entonces la opinión que quiero dar es la siguiente: “¿seguir así o cambiar?; mi respuesta es, por supuesto: cambiar.”.

-Richie punk-