mpr21 Redacción
Entre el 7 y el 11 de octubre se celebró la Cuarta Comisión del 79 período de sesiones la Asamblea General de la ONU dedicada a los territorios no autónomos. Contaron con la participación de 157 países.
Las peticiones en favor del Sáhara fueron mayoría y formularon declaraciones relevantes y variadas, abordando diversos aspectos jurídicos, históricos y políticos, expresando su apoyo al pueblo del Sáhara Occidental que vive bajo la ocupación marroquí en condiciones inhumanas desde hace 50 años.
Los participantes calificaron de “colonialismo” las acciones de Marruecos en el Sáhara Occidental, poniendo de relieve la violencia y opresión sistemática contra el pueblo saharaui, pidieron a España y Francia que dejen de apoyar a Marruecos y aplaudieron la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, llamando a Bruselas a cumplir con ella, lo que constituye un paso más hacia la autodeterminación del pueblo saharaui.
Durante el debate general, un gran número de países reafirmaron su tradicional apoyo al derecho a la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental, recordando que este territorio, última colonia de África incluida por la ONU desde 1963 en la lista de los 17 países no autónomos, sigue en un callejón sin salida.
Los países subrayaron que la cuestión del Sáhara es un problema de descolonización que no admite ambigüedades y que ese estatuto ha sido reafirmado por las resoluciones pertinentes de la ONU, ya sean las de la Asamblea General o las del Consejo de Seguridad, que recordaron el derecho legítimo del pueblo del Sáhara Occidental a la libre determinación.
Asimismo, recordaron que el dictamen consultivo de 1975 del Tribunal Internacional de Justicia concluyó, de manera inequívoca, que no existe “ningún vínculo jurídico, de cualquier naturaleza, entre el Sáhara Occidental y Marruecos que pudiera afectar la implementación de la resolución 1514 (XV)”, aprobada por la ONU en 1960, que proclama el derecho de los pueblos a la autodeterminación y establece que la colonización es incompatible con los principios de la Carta fundacional del organismo internacional.
La resolución llama a los Estados a tomar medidas para acelerar la descolonización de los territorios no autónomos y a respetar la voluntad de los pueblos en la elección de su futuro político. La Resolución 1514 es un hito en el proceso de descolonización y ha impulsado a los movimientos de liberación nacional de todo el mundo.
Acogiendo con satisfacción las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que anulan definitivamente los acuerdos pesqueros y agrícolas entre la Unión Europea y Marruecos, los países peticionarios recordaron que estas sentencias, así como las del Tribunal Africano de Derechos Humanos y de los Pueblos, dictaminan que el Sáhara es distinto de Marruecos.
En consecuencia, las actividades económicas y de la explotación de los recursos naturales llevadas a cabo por la potencia ocupante en el Sáhara Occidental son ilegales, y se necesitan negociaciones directas, “de buena fe y sin condiciones previas”, entre las dos partes, a saber, Marruecos y el Frente Polisario, para la resolución del conflicto.
En el debate también se denunciaron las violaciones masivas por parte de Marruecos de los derechos humanos en los territorios ocupados. Por noveno año consecutivo, Marruecos impidió a las agencias de la ONU responsables de la protección de los derechos humanos, en particular a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, realizar visitas al Sáhara.
Además, por primera vez desde su creación en 2021, el Grupo de Amigos de la Carta de la ONU –compuesto por Argelia, Bielorrusia, Bolivia, China, Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Irán, Laos, Nicaragua, Palestina, Rusia, San Vicente y las Granadinas, Siria, Venezuela y Zimbabwe- se refirió, en su declaración, al derecho del pueblo del Sáhara a la autodeterminación.
En nombre de los Estados miembros de la Unión Europea, Hungría apoyó la resolución, por lo que la declaración de la delegación europea desacredita las recientes posiciones adoptadas por Francia y España sobre la cuestión del Sáhara.